Derrotas
Rusia desempolva el viejo tanque T-62 de hace cincuenta años para combatir en Ucrania
El Ejército ucraniano asegura Moscú ha perdido casi 1.400 carros blindados desde el inicio de la invasión
Rusia sigue ganando terreno en el Donbás, en el este de Ucrania, a costa de grandes pérdidas humanas y de la destrucción de su artillería. Los misiles antiblindados Javelin de Ucrania, enviados por Reino Unido y Estados Unidos, están haciendo estragos entre los blindados rusos. Antes del inicio de la invasión el 24 de febrero, el régimen de Putin disponía de unos 2.800 tanques en activo. Pero poco a poco el inventario se está reduciendo por la efectividad de los ataques enemigos, asistidos en todo momento por los datos de inteligencia de Estados Unidos y otros países de la OTAN. Uno de los objetivos más recurrentes está siendo elT-72,el caballo de batalla de las fuerzas soviéticas y posteriormente rusas, debido no solo al acierto de los generales ucranianos sino también a un error fatal en el diseño, algo parecido a lo que estaría sucediendo con drones de reconocimiento rusos Orlan-10.
Kiev asegura que Moscú ha perdido en los tres meses de guerra 1.349 carros blindados. El inusitado ritmo de destrucción es tal que el Kremlin ha movilizado viejos tanques soviéticos que permanecían aparcados en los hangares desde hace años. Una de esas piezas desempolvadas en los últimos días es el T-62, un carro obsoleto que pesa 41 toneladas y que tiene un cañón de 115 milímetros y blindaje de acero. Fabricado en la URSS entre 1961 hasta 1975, fue el tanque soviético más importante hasta que entró en servicio el T-72 en el año 1969. En el año 2010, el renacido T-62 fue retirado de los arsenales del Ejército ruso ante el auge de modelos mucho más modernos como el T-90.
Pero la guerra de Ucrania ha dado un vuelco sobre las perspectivas iniciales del Kremlin. Las sanciones internacionales impuestas por la Unión Europea y Estados Unidos están afectando sobre todo a la importación de piezas de alta tecnología para la industria armamentística hasta el punto de que el único fabricante de tanques de Rusia, Uralvagonzavod -uno de los mayores productores del mundo, con 30.000 empleados- detuvo su producción en marzo por problemas de suministro.
En este sentido, las miradas están puestas sobre China, a donde Moscú recurrió al inicio del conflictopara comprar piezas de fabricación y más armamento. Pekín es un aliado cada vez más cercano del régimen ruso, pero no quiere de momento inmiscuirse directamente en la contienda con la venta de armas para evitar verse afectado por las sanciones internacionales.
El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania reveló que los tanques T-62 han sido vistos y fotografiados cargados en trenes en la estación de ferroviaria ucraniana de Melitopol, controlada por Rusia, en el sureste de Ucrania.
Según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos “Military Balance”, Rusia tenía antes de la guerra 2.800 tanques y otros 13.000 vehículos blindados (vehículos de reconocimiento y de combate de infantería) en activo. Además, tenía otros 10.000 tanques y 8.500 vehículos blindados almacenados, aparcados en los hangares. Sin embargo, si hemos de creer a la inteligencia ucraniana, solo uno de cada diez tanques rusos almacenados está en condiciones de ser usado; el resto se han quedado obsoletos y requieren una revisión para su puesta en funcionamiento. El historiador Chris Owen ha explicado que las malas condiciones de conservación en lugares poco adecuados así como la dureza del clima y el paso del tiempo han inutilizado muchos de estos modelos.
Frente a las limitaciones que tiene Rusia para comprar piezas en el exterior están los veinte países que están suministrando diverso material bélico a Ucrania, empezando por Estados Unidos, que desde el inicio de la guerra ha anunciado paquetes de ayuda militar por encima de los 1.000 millones de dólares. Pero eso no es todo. Desde 2015, el gobierno estadounidense se ha gastado unos 5.000 millones de dólares en armas a Ucrania y ha entrenado a 10.000 hombres de las fuerzas armadas ucranianas al año durante más de ocho años en el marco de la OTAN.
Ucrania no esta teniendo problemas en conseguir misiles portátiles antitanque Javelin y antiaéreos Stinger. Estados Unidos ha aprobado el envío de obuses M777 y ahora está analizando si da un paso más con el suministro de lanzacohetes múltiples MLRS, con un alcance de hasta 500 kilómetros.
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