Diplomacia

Aznar tacha de “ridículo colosal” lo ocurrido con Argelia y avisa de que España está en una “situación delicada”

“Es difícil encontrar en la política española un error más grande” que “demuestra, por desgracia, el estado de fragilidad” en el que, asegura el expresidente, está sumido el país

El expresidente del Gobierno de España, José María Aznar
El expresidente del Gobierno de España, José María AznarGustavo ValienteEuropa Press

El expresidente del Gobierno José María Aznar ha tildado este jueves de “ridículo colosal” lo ocurrido con Argelia, que ha suspendido el tratado de amistad con España, y ha advertido de que el país está en una “situación delicada”.

Aznar ha recordado que la zona del norte de África representa “preocupación” para España y ha lamentado el “espectáculo”, afirmando que “es difícil encontrar en la política española un error más grande” que “demuestra, por desgracia, el estado de fragilidad” en el que, a su juicio, está sumido el país.

Según el expresidente, que ha recalcado que España es un país “con enormes responsabilidades”, el papel geopolítico español se sustenta en su relación con Estados Unidos, la Unión Europea (UE), Iberoamérica y el norte de África y todas están relacionadas.

Aznar se ha mostrado especialmente crítico con la relación actual con Washington, que ha dado un “salto atrás gigantesco”. Según ha explicado, no existen entre las partes “diálogos políticos serios, hasta el punto de que es imposible una conversación entre (el presidente estadounidense, Joe) Biden y (el presidente del Gobierno, Pedro) Sánchez”, más allá “del episodio ridículo”, ha dicho en alusión a los segundos que ambos mandatarios compartieron en la Cumbre de la OTAN en Bruselas.

Para Aznar, la presencia española en Latinoamérica también se ha resentido y el cóctel “debilita” la otrora “posición fuerte” de España en Europa. Por ello, ha pedido que España “se integre más” en el concepto de país atlántico.

A nivel nacional, el expresidente ha señalado que “fallan las políticas” y ha avisado de que, si no se cambia, “será más difícil corregir el rumbo”. Según ha indicado, lo primero que hay que hacer es “ordenar” España, una nación “institucionalmente desordenada”. Eso pasa por dictar políticas de “absoluto respeto a la ley y a la Constitución”, algo “esencial” para recuperar la “fortaleza” de España.

Aznar ha abundado en esta idea y ha asegurado que el sistema institucional español está “profundamente dañado”, algo “peligroso” porque también es el “activo competitivo más importante”. En esta línea, ha pedido “volver a las reglas, a la responsabilidad, disciplina”. Ha defendido asimismo la estabilidad presupuestaria, una reducción del endeudamiento, menos impuestos y una “mejor” reforma laboral”.