Asia

Taipei le deja claro a Pekín que los buques de guerra estadounidenses sí pueden navegar por el Estrecho de Taiwán

China defiende la soberanía de este paso fluvial, considerado el punto más caliente del planeta

El destructor de EEUU Arleigh Burke en el Estrecho de Taiwán
El destructor de EEUU Arleigh Burke en el Estrecho de TaiwánZenaida RothAgencia AP

El Estrecho de Taiwán es una vía fluvial internacional y el gobierno de Taiwán apoya a los buques de guerra estadounidenses que transitan por él. Esta es la postura de Taiwán defendida por su Ministerio de Relaciones Exteriores en las últimas horas. Una declaración que tiene como objetivo rechazar la posición de China sobre su presunta soberanía sobre el paso estratégico, convertido ya en el punto caliente más peligroso del planeta, según definición de The Economist.

China, que con la modernización de sus Fuerzas Armadas supera ya en barcos a EEUU con 360 naves-unos 50 más de los que posee la primera potencia-, quiere hacerse con el control de esta vía marítima y para ello ha emprendido una campaña diplomática.

El estrecho ha sido una fuente frecuente de tensión militar desde que el gobierno derrotado de la República de China huyó a Taiwán en 1949 después de perder una guerra civil con los comunistas, quienes establecieron la República Popular de China ese mismo año. Pekín ha amenazado durante el Foro Diálogo Shangri-La de este fin de semana en Singapur con la guerra en el conflicto sobre Taiwán. El ministro de Defensa del régimen comunista, Wei Fenghe, recalcó que “China logrará definitivamente la reunificación”, destacando que lo ideal sería conseguirla por medios pacíficos. Wei lanzó un serio aviso a los países que apoyan la independencia taiwanesa. Aquellos que apoyen la separación“no llegarán a buen puerto” dado que su país luchará “hasta el final peleando a cualquier precio”.

La situación en el estrecho se ha ido caldeando en los últimos años con el paso de buques de guerra estadounidenses y, en ocasiones, de países aliados como Reino Unido y Canadá, algo que provoco un profundo malestar en Pekín, cuya política de rearme consiste en ampliar el control y el dominio de las aguas del Mar Meridional de China.

La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, con varios pilotos
La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, con varios pilotosRITCHIE B. TONGOAgencia EFE

Este lunes, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China argumentó que su país “tiene soberanía, derechos soberanos y jurisdicción sobre el Estrecho de Taiwán”. Pekín considera que es “una afirmación falsa que ciertos países llamen al Estrecho de Taiwán ‘aguas internacionales’ para encontrar un pretexto para manipular asuntos relacionados con Taiwán y amenazar la soberanía y la seguridad de China”, dijo Wang Wenbin, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China.

Taiwán ha lanzado varios cazas para monitorear los aviones chinos
Taiwán ha lanzado varios cazas para monitorear los aviones chinosLa RazónLa Razón

En Taipei, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwán, Joanne Ou, respondió que tales comentarios eran una “falacia”. “El Estrecho de Taiwán son aguas internacionales, y las aguas fuera de nuestras aguas territoriales están sujetas al principio de ‘libertad de alta mar’ del derecho internacional”, dijo a los periodistas.

Taiwán siempre ha respetado las acciones de los barcos extranjeros en el Estrecho de Taiwán que cumplen con el derecho internacional, incluido el paso inocente, dijo Ou. “Entendemos y apoyamos la contribución de las misiones de libertad de navegación de EE. UU. para promover la paz y la estabilidad regionales”.

China nunca ha renunciado al uso de la fuerza para poner a Taiwán bajo su control y considera a la isla como una parte inherente del territorio chino. Estados Unidos ha apoyado a la isla, que es democrática desde finales de la década de 1980. Por ello, en mayo, Joe Biden aseguró a los taiwaneses asistencia militar si China los atacaba.

Jude Blanchette, analista del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, ha dicho en el pasado que “se está viendo una escalada de ruido de sables por parte de Pekín en el Estrecho de Taiwán”. “Sin embargo -añadió-, el enfoque principal no es solo que Pekín tenga la capacidad militar, sino cuáles son los cálculos políticos internos de la administración de Xi Jinping mientras contemplan esto”.

Roces con Australia

Otro de los rivales de Pekín en la zona es Australia, que en el foro de Singapur se ha mostrado “abierta” a reuniones diplomáticas con Pekín para zanjar la actual fase de tensiones bilaterales. Así lo dijo este martes el viceprimer ministro Richard Marles, quien conversó el domingo con el ministro de Defensa chino, la primera cita de alto nivel en más de dos años y medio. Marles, que también ocupa la cartera de Defensa, se reunió en Singapur con su homólogo Wei Fenghe durante una cita bilateral celebrada en paralelo al Diálogo Shangri-La, el foro de Defensa más importante de Asia-Pacífico.

“Había un deseo en esa reunión de ambas partes para llevar la relación a un mejor puerto”, dijo hoy Marles, desde Tokio, a la cadena pública australiana ABC al insistir en que este encuentro es solo “el primer paso y hay un largo camino por recorrer”. Este acercamiento entre Marles y Wei, la primera cita de alto nivel desde enero de 2020 -según la ABC-, se da pocas semanas después del cambio del Ejecutivo australiano, encabezado por el laborista Anthony Albanese, tras nueve años de gobierno de la coalición conservadora que chocó de manera frontal con China.

A pesar del acercamiento escenificado, Marles aseguró que su país mantendrá su política de libertad de navegación en el Mar de China Meridional, zona que Pekín reclama su soberanía completa, así como el estado de derecho en el Pacífico, donde se han generado temores de una potencial militarización por la expansión de China.

Elúltimo roce fue la reciente interceptación por parte de China de un avión de la fuerza aérea australiana sobre el Mar de China Meridional, un área estratégica por donde transita el 80 % del comercio mundial en barco y donde la reclamación de Pekín y choca con las demandas territoriales de media decena de países -Brunéi, Filipinas, Indonesia, Malasia, Taiwán y Vietnam-.