Nucleares

La última misión del bombardero supersónico B-1B Lancer de EEUU sobre una base militar cerca de China

La Fuerza Aérea de EEUU ha decidido retirar a partir de 2025 la icónica aeronave capaz de transportar armas nucleares

Un B-1B mientras vuela detrás de un Stratotanker KC-135 de la Fuerza Aérea estadounidense
Un B-1B mientras vuela detrás de un Stratotanker KC-135 de la Fuerza Aérea estadounidenseUSAFUSAF

Cuatro B-1B Lancers, el bombardero supersónico de largo alcance de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF) apodado “Bone Bombers”, han completado una misión en el Indo-Pacífico que ha arrojado algunas de las fotos de vuelo más espectaculares nunca vistas de esta aeronave. Difundidas por la USAF, las imágenes muestran a los icónicos bombarderos -tienen una velocidad de crucero de mach 2,1 y un alcance de 4,000 km/h- que han permanecido varios días en la estratégica base militar de Anderson, ubicada en la isla de Guam, una de las más importantes de Estados Unidos en el Pacífico y que China mira con recelo.

Asignados al 34º Escuadrón Expedicionario de Bombarderos, las misiones de estas aeronaves tienen una lectura especial a tenor de los movimientos que se están produciendo en los últimos meses en el Mar de China Meridionaly también en el Estrecho de Taiwán, donde Pekín envía con regularidad decenas de aviones militares y de combate en lo que Taipei considera como operaciones para intimidar a las autoridades de esta isla. Pekín quiere incorporar el suelo taiwanés dentro del territorio continental y no descarta usar la fuerza en el largo plazo para lograr su propósito.

Un B-1B vuela detrás de un Stratotanker KC-135 de la Fuerza Aérea de EEUU
Un B-1B vuela detrás de un Stratotanker KC-135 de la Fuerza Aérea de EEUUUSAFUSAF

En el Indo-Pacífico, este avanzado bombardero -uno de los pocos aviones de geometría variable norteamericanos- ejecutó varias misiones, entre las que destaca la integración con la Fuerza Aérea de Autodefensa de Japón y operaciones de reabastecimiento de combustible con la Real Fuerza Aérea Australiana en la Base Darwin de la RAAF. Asimismo, participó en el ejercicio a gran escala Valiant Shield, además del ejercicio Diamond Storm 22. Al término de las operaciones, los aviones regresaron a la base de la Fuerza Aérea de Ellsworth, Dakota del Sur.

Originalmente diseñado para capacidades nucleares, el B-1 cambió a un papel de combate convencional a mediados de la década de 1990. Con la carga útil convencional más grande de armas guiadas y no guiadas en el inventario de la Fuerza Aérea, el B-1 es la columna vertebral de la fuerza de bombarderos de largo alcance de Estados Unidos. Una de sus peculiaridades le permite echar sus alas para atrás cuando aumenta su velocidad, generando así la velocidad supersónica.

En los ejercicios Valiant Shielf en los que participó se procedió al hundimiento con fuego real de la viejafragata USS Vandegrift, que estaba fuera de servicio desde 2015, con un misil antiaéreo SM-6 lanzado desde el destructor USS Benfold de la clase Arleigh Burke.

Un 18F Super Hornet vuela junto a un B-1B durante el ejercicio Diamond Storm 2022
Un 18F Super Hornet vuela junto a un B-1B durante el ejercicio Diamond Storm 2022Ministerio de Defensa de AustraliaMinisterio de Defensa de Australia

Según publica Eurasian Times, en los ejercicios Valiant Shiled, los B-1B podrían haber disparado misiles antibuque de largo alcance AGM-158C u otra artillería de precisión en sus misiones. Para Air Force Global, él éxito de estas misiones demuestra aún más la capacidad del B-1B Lancer de ejecutar conceptos Combate Ágil usando personal mínimo y operando desde ubicaciones no estándar.

El despliegue aéreo se produjo en la isla de Guam, un territorio que en el pasado fue español y que actualmente está en el punto de mira por su vulnerabilidad ante posibles ataques enemigos, sobre todo, según dice el citado periódico, después de las pruebas de China con armas hipersónicas y de largo alcance.

El teniente coronel Ross Hobbs, comandante del 34º Escuadrón Expedicionario de Bombarderos, ha asegurado que estas misiones ponen de manifiesto la mejora en la capacidad “para contrarrestar a los adversarios regionales o las amenazas que representan para la libertad de las naciones libres”. En el transcurso del despliegue, el escuadrón “World Famous Thunderbirds” voló más de 300 horas apoyando la integración aliada y las misiones de disuasión contra enemigos.

Los bombarderos B-1B Lancer comenzarán a dejar de estar en servicio en 2025 al mismo tiempo que se prepara para la introducción en servicio del Northrop Grumman B-21 Raider. Segçuin Aviacionline, la Fuerza Aérea de EEUU actualmente opera 62 unidades del B-1B, lo que significa que 45 unidades permanecerán operativas una vez que se complete esta fase inicial, si bien cuatro quedarán con la opción de ser recuperables.