Asia

Las razones del jefe de la CIA que le hacen pensar en una invasión china de Taiwán

Bill Burns asegura que Pekín está sacando conclusiones de la guerra de Ucrania para actuar militarmente en un futuro sobre la isla independiente

El director de la CIA William J. Burns
El director de la CIA William J. BurnsChris Kleponis / POOLAgencia EFE

El jefe la CIA ha afirmado en las últimas horas lo que muchos analistas militares llevan diciendo desde hace meses. China está observando muy de cerca la respuesta de Estados Unidos en la guerra de Ucrania para aprender posibles lecciones ante un escenario futuro en el que Pekín decida invadir la isla de Taiwán, un territorio que el gigante asiático considera como propio y cuya anexión pretende ejecutar de forma pacífica, según han expresado las autoridades chinas. Pekín no quiere recurrir a las armas y ha optado por la vía económica para atraer a Taipei pero sin renunciar al mismo tiempo a una posible acción militar, como Rusia ha hecho con Ucrania.

El director de la CIA, Bill Burns, ha advertido en el Foro de Seguridad de Aspen de que China está “inquieta” al observar los cinco meses de guerra de Rusia en Ucrania, que Burns definió como un “fracaso estratégico”. China está decidida a usar la fuerza en Taiwán tras la experiencia rusa en Ucrania. Según la visión de la agencia de espionaje de Estados Unidos, Pekín sólo se plantea cuándo y cómo proceder en una futura conquista de Taiwán. “Nos parece que (la guerra en Ucrania) realmente no afecta al tema de si los líderes chinos podrían optar por usar la fuerza contra Taiwán en los próximos años, sino cuándo y cómo lo harán”, afirmó el jefe de la CIA.

Una de las lecciones que el presidente Xi Jinping ha aprendido tras el conflicto de Ucrania es que “no se logran victorias rápidas y decisivas con una fuerza decepcionante”, señaló Burns, quien añadió: “Sospecho que la lección que están aprendiendo los líderes y militares chinos es que tienes que acumular una fuerza abrumadora si vas a contemplar ese escenario en el futuro”.

China lleva al menos dos décadas reforzando sus fuerzas armadas con un ambicioso programa de inversión para convertir a su marina de guerra en una de las mejor preparadas. Actualmente cuenta con el mayor número de barcos de guerra, por encima de Estados Unidos, si bien ningún experto discute la superioridad naval estadounidense, que dispone de once portaaviones por solo tres de China; uno de ellos -el Fujian- aún no está operativo ya que acaba de ser botado.

La guerra de Ucrania también ha generado cierto entusiasmo entre los nacionalistas taiwaneses, que ven cómo la feroz resistencia ucraniana pese a tener un ejército peor preparado, está frenando los avances de una superpotencia militar como Rusia. Algunas voces en Estados Unidos contemplan la opción de que una posible guerra entre China y Taiwán podría acabar debilitando a la gran potencia asiática, de la misma manera que la guerra de Ucrania está agrietando la economía y la credibilidad internacional de Moscú.

La gran pregunta que muchos se hacen es qué posición adoptará Estados Unidos ante el estallido de un conflicto en esa zona de Asia, una región de vital importancia que Washington domina desde el final de la Segunda Guerra Mundial. El presidente chino Xi Jinping ha reiterado que la unificación completa es una tarea histórica que “debe cumplirse y se hará”.

Hablando en el mismo foro en el que participó Bill Burns, el embajador de China en Estados Unidos, Qin Gang, dijo que Pekín prefiere la “reunificación pacífica”, pero acusó a Estados Unidos de apoyar a las fuerzas de “independencia” en Taiwán. Quin aseguró que “solo si nos adherimos estrictamente a la política de una sola China, solo si nos unimos para restringir y oponernos a la independencia de Taiwán, podremos tener una reunificación pacífica”.

Desde el punto de vista militar,Taiwán es una isla y por tanto parece mucho más fácil de aislar y atacar que Ucrania, que es uno de los países más extensos de Europa. En una guerra en el Estrecho de Taiwán, China no tendría los problemas de abastecimiento que está enfrentando Rusia en Ucrania. Pekín podría transportar armas y tropas con rapidez. Pekín lleva preparándose para una guerra de estas características desde 1949, cuando el ejército derrotado del Kuomintang se refugió en Taiwán tras el triunfo comunista en la guerra civil china.

Su Ejército tiene localizados todos los objetivos militares taiwaneses y ha desarrollado reproducciones a escala de los sitios militares como aeropuertos militar, hangares y oficinas gubernamentales con las que ha venido entrenando desde hace tiempo. En los últimos dos años, patrullas aéreas conformadas por varias docenas de aviones militares han sobrevolado la zona de defensa aérea de Taiwán, lo que constituye una clara advertencia sobre las intenciones chinas ante una posible operación militar y ante las maniobras militares de los países occidentales.

Desde China, la recuperación de Taiwán es un objetivo que cuenta con el respaldo popular, según las encuestas disponibles. En el lado contrario, cada vez son menos los taiwaneses que desean unificarse a China y prefieren seguir siendo una nación próspera y democrática.

Efectos económicos de una guerra sobre Taiwán

Una guerra en el Estrecho de Taiwán dejaría profundas heridas en el terreno económico para todo el planeta. China es la mayor fábrica del mundo, su producción industrial equivale a la de Japón, Alemania y Estados Unidos juntos. Si China entra en guerra, la subida de precios de los alimentos que hemos visto durante el conflicto de Ucrania podría quedarse pequeña. La economía china, que tiene el mismo tamaño que la de toda la Unión Europea, mantiene además vínculos muy estrechos con más de cien países, en los que Pekín es el principal socio comercial. Tampoco conviene perder de vista que Taiwán es el mayor productor mundial de semiconductores y que la escasez de estas piezas puede provocar el colapso en varios sectores.

Chunjuan Nancy Wei, profesora de Ciencia Política en la universidad de Bridgeport, ve “poco probable que se produzca un conflicto militar abierto de inmediato en el Estrecho de Taiwán, pero se está gestando una guerra catastrófica porque tanto porque EEUU como China se están preparando para tales contingencias”. La experta aseguró a LA RAZÓN que Taiwán para China “es como Cataluña para España o los Estados Confederados para Estados Unidos”.