Este es el gran dilema de la Armada de EEUU para seguir dominando los mares ante el desafío chino

¿Modernizar su flota de guerra o ampliarla hasta superar a China? La Marina de Estados Unidos ha desvelado las claves del plan de expansión para las próximas décadas que incluye una flota de más de 350 barcos y submarinos y alrededor de 150 grandes embarcaciones no tripuladas, además de unos 3.000 aviones. Todo ello para la década de 2040. ¿Demasiado tarde teniendo en cuenta el rápido crecimiento de la Marina china?

El Plan de Navegación 2022 de EEUU presentado por el Jefe de Operaciones Navales Mike Gilday prevé una flota de 12 submarinos de misiles balísticos de clase Columbia, 12 portaaviones, 66 submarinos de ataque, incluidos los barcos de clase Virginia, 96 destructores de misiles guiados, 56 fragatas clase Constellation, 31 buques de asalto anfibio, 18 buques de guerra anfibios ligeros y 82 buques logísticos y auxiliares de combate.

Actualmente la Armada de Estados Unidos ha sido superada en número de embarcaciones por la Marina del Ejército Popular de Liberación de China, que está invirtiendo miles de millones de dólares para imponer su dominio en la región del Indo-Pacífico, controlada desde hace setenta años por Estados Unidos. Un informe de la Defensa de EEUU calcula que el gigante asiático tiene 355 barcos de guerra tan grandes como una corbeta, por 205 de Estados Unidos.

James Fanell, ex director de inteligencia de la Sexta Flota de Estados Unidos, en un informe de 2018 presentado ante el Congreso de EEUU indicó que China desarrolla una Armada dos veces más grande que la de Estados Unidos y podría reemplazarla como la principal potencia marítima mundial.

Pekín tiene en la actualidad tres portaaviones. El más nuevo, el Fujian, que aún no ha entrado en servicio, ha sido construido en uno de los avanzados astilleros de China. Los expertos militares consideran quela botadura del Fujian supone un momento clave en la modernización y expansión de la armada china y creen que en 2040 Pekín podría contar con hasta seis portaaviones capaces de competir con la flota de once portaaviones estadounidenses.

La Marina estadounidense se enfrenta al reto de modernizar lo que ya tiene o ampliar la flota. Jerry Hendrix, investigador principal del Instituto Sagamore, lo tiene claro: “Si bien es cierto que modernizar y reparar algunos de nuestros barcos más antiguos podría costar hasta 500 millones de dólares, también es cierto que reemplazarlos casco por casco costará más de 3.500 millones de dólares”.

Para el analista James Holmes, el Departamento de Marina prefiere una fuerza más pequeña pero bien mantenida a una más grande pero mal mantenida. Hendrix asegura que la US Navy necesita una flota más numerosa, de unos 450 barcos, y añade que el plan presentado va en la dirección correcta ya que reconoce la creciente amenaza que representan las fuerzas navales chinas y rusas.

Mark Cancian, asesor del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), aseguró a Shephard que “a corto plazo, la Marina está retirando barcos más rápido de lo que los está construyendo, por lo que la flota en realidad se está volviendo más pequeña”. Según Cancian, el plan naval de EEUU “señala que su mayor prioridad es la modernización en lugar del tamaño de la flota, lo que indica que la expansión será una prioridad menor”.

Gilday, que presentó el informe, detectó tres desafíos a los que se enfrenta la Marina de EEUU. Primero: la erosión de la disuasión debido al rápido desarrollo de la capacidad militar china. Segundo: una China y Rusia cada vez más agresivas que socavan las “reglas internacionales basadas en el orden”. Tercero: el ritmo acelerado del cambio tecnológico.

Los principales nudos de la navegación marítima

El documento oficial también señala cuáles son los puntos más calientes del planeta con las regiones marítimas y los puntos de estrangulamiento más amenazados, donde aparecen el estrecho de Øresund (Sund), que separa Dinamarca y Suecia; el Bósforo y los Dardanelos, que permiten el paso al Mar Negro; el Estrecho de Ormuz; el estrecho de Corea y el estrecho de La Pérouse en los extremos sur y norte de Japón.

A nivel estratégico, la respuesta de la Marina de Estados Unidos a los desafíos globales se basa en la llamada “disuasión integrada”, calificada como la piedra angular de la Estrategia de Defensa Nacional en 2022. La disuasión integrada prioriza la presión diplomática frente al poder militar, según explicó el secretario de Defensa Lloyd Austin, incluye la integración de todas las armas (convencionales, nucleares, navales...) y de todos los socios de EEUU (la verdadera ventaja asimétrica, dicen los expertos) que tiene EEUU frente a China.

Los autores del informe sostienen que para modernizar y aumentar la capacidad de “nuestra flota”, “la Marina requerirá un crecimiento presupuestario sostenido del 3 al 5 % por encima de la inflación real. Aparte de eso, daremos prioridad a la modernización sobre la preservación de la estructura de la fuerza”.

Contener a China es el gran objetivo de la Marina estadounidense. Si Pekín lograr construir un poder marítimo que le permita controlar su entorno más cercano y garantizar su abastecimiento y su seguridad, estaría en condiciones de alcanzar el estatus de potencia global, asegura Federico Aznar en un análisis del Instituto Español de Estudios Estratégicos. El control de Taiwán es clave si quiere proyectarse como potencia global, añade el experto.

Actualmente, el 90 % de la construcción naval se concentra en Asia, principalmente en tres países, China (está botando un tonelaje militar similar al de la Royal Navy), Corea del Sur, y Japón, sostiene Aznar.