Todo planeado
Así alertó EEUU a Ucrania: “¡Empezad a cavar trincheras! Habrá una invasión a gran escala de Rusia”
Estados Unidos había reunido información de inteligencia que anticipaba el inicio de una guerra por parte de Putin
El camino hacia la guerra de Ucrania fue planificado meticulosamente por Rusia, sin dejar ni el más mínimo detalle para la improvisación. Aunque con lo que, con toda probabilidad, no contó el presidente ruso es con el papel que desempeñarían en el proceso los servicios de inteligencia estadounidenses, que filtraron con meses de antelación las intenciones de Vladimir Putin de emprender la acción militar necesaria en la frontera para hacerse con el control de su país vecino.
Medio año después de que diera comienzo la invasión de Rusia en Ucrania, una investigación del Washington Post basada en extensas entrevistas a una treintena de altos funcionarios estadounidenses, europeos, miembros de la OTAN y ucranianos destapa, cronológicamente, el paso a paso previo a lo que terminó por convertiste en el conflicto bélico más destacado del último siglo.
La pesquisa de la inteligencia de Estados Unidos durante las semanas previas a la invasión militar rusa en Ucrania incluyeron esfuerzos por parte de los países occidentales para frenar los planes de Putin, que no esperó encontrar tanta resistencia de su país vecino, ni mucho menos tanta implicación de los aliados de la OTAN.
Octubre de 2021
Los principales asesores del presidente Joe Biden le anticiparon, en el Despacho Oval y de manera detallada, los planes de guerra de Vladimir Putin para lo que apuntaba a ser una invasión a gran escala de Ucrania. Las agencias de inteligencia estadounidenses habían penetrado en diversas posiciones estratégicas a nivel político, militar e incluso de espionaje en Rusia descubriendo las verdaderas intenciones de un presidente con aspiraciones imperialistas.
Múltiples imágenes satélites, interceptación de comunicaciones y también fuentes humanas sirvieron para demostrar que Putin tenía cada vez más tropas concentradas a lo largo de la frontera con Ucrania con la finalidad de tomar el control de Kiev, así como una gran parte del resto del país.
“Evaluamos que planean realizar un ataque estratégico significativo contra Ucrania desde múltiples direcciones simultáneamente”, le confirmó a Biden el general Mark A. Milley y presidente del Estado Mayor Conjunto del país. Estados Unidos descubría, así, que Putin aumentaban drásticamente los fondos de sus operaciones militares a la vez que disminuía los de respuesta a la pandemia de COVID19, que por entonces todavía acechaba con fuerza a toda la población mundial.
Noviembre de 2021
El pronóstico de inteligencia se filtró a los medios de comunicación, mientras el presidente de Estados Unidos intentaba reunir la información adecuada para ofrecer pruebas contundentes al resto de los aliados de la OTAN. La decisión de Biden de empezar a apoyar a Ucrania con armamento militar y reunir a sus socios y aliados mundiales para hacer frente a lo que parecía una inminente invasión se basó en hacer todo lo posible por evitar, a la vez, que Rusia lo utilizara como excusa para escalar el conflicto y extenderlo más allá de su territorio fronterizo.
Siendo Rusia un país con capacidad de respuesta militar, el objetivo estratégico de Estados Unidos se centró en defender a Ucrania sin querer provocar un enfrentamiento a gran escala con Rusia, causando incluso en algunos momentos frustración entre funcionarios ucranianos. “No me disculpo por el hecho de que uno de nuestros objetivos aquí es evitar un conflicto directo con Rusia”, reconoció Jake Sullivan, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
“¡Chicos, caven las fronteras!”, alertó en el Departamento de Estado, en Washington, un funcionario estadounidense sonriendo, taza de café en mano, al jefe de gabinete de Zelenski y al ministro de Relaciones Exteriores ucraniano. Dmytro Kuleva criticó que no recibieron detalles concretos de inteligencia, pero recordó que al devolverle la sonrisa el otro insistió: “Hablo en serio. Empieza a cavar trincheras. Serás atacado. Un ataque a gran escala y tienes que prepararte”.
Diciembre de 2021
A pesar de negarlo encarecidamente, Rusia había desplegado ya cerca de 100.000 efectivos militares en la frontera con Ucrania, según la información de las agencias de inteligencia estadounidenses. Putin ya había reunido a la misma cantidad de soldados en marzo y abril de ese mismo año, lo que representó la mayor movilización de las fuerzas rusas desde la anexión de Crimea en 2014. La crisis internacional por el despliegue generó grandes preocupaciones ante una posible invasión, aunque se retiraron parcialmente en junio. Pero las imágenes satélites que habían mostrado movimientos de tropas, misiles y otras armas de guerra pesadas se reanudaron en octubre y noviembre de 2021, concentrándose nuevamente en diciembre, cerca de frontera de Rusia con Ucrania, un total de 100.000 efectivos militares rusos.
Enero de 2022
El año empezó con el anuncio inminente de lo que parecía ser un secreto a voces: la inteligencia estadounidense no tenían ninguna duda de que los planes bélicos de Putin se harían realidad en cualquier momento. Pero otros asuntos de interés general como la pandemia de coronavirus o la retirada definitiva de las tropas de Estados Unidos y la OTAN en Afganistán - la presencia militar en otro país más larga de toda su historia - precipitaron los planes del presidente ruso a sabiendas que el mundo no estaría tan pendiente de las consecuencias de sus decisiones. Aquí es donde falló su pronóstico, cuya maniobra militar se prolongó mucho más tiempo del que nunca hubiera imaginado.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, se mantuvo firme en los intentos de otros para que abandonara el país. “Los socios occidentales estaban preocupados por lo que me sucediera a mí y a mi familia, pero alguien quería terminar las cosas más rápido y no tenían fe en que Ucrania pudiera hacer frente a esto y preservar”, afirmó al explicar su decisión de luchar con todo contra Rusia.
Febrero de 2022
Los esfuerzos de Biden de enviar a Moscú a su director de la CIA, William J. Burns, para entregarle a Putin una carta en mano advirtiéndole de las “graves consecuencias” de una posible invasión en Ucrania fueron en vano. “Mi nivel de preocupación ha aumentado, no disminuido”, informó Burns al presidente Joe Biden tras la reunión. Putin le había trasladado su malestar por la expansión de la OTAN y la ilegitimidad del gobierno ucraniano.
“Rusia no puede sentirse segura ante la amenaza ucraniana” fue el mensaje que Putin dirigió a la nación a las 6 de la mañana del 24 de febrero de 2022, distribuido por los canales rusos para justificar su decisión de lanzar la que calificó como “operación militar especial” en el este de Ucrania. Fue el comienzo de la guerra.
La nueva fase de años de conflicto constituyó el mayor ataque militar en suelo europeo desde las guerras yugoslavas, dejando tras de sí un trágico balance de miles de víctimas mortales y la crisis de refugiados más grande del conteniendo desde la Segunda Guerra Mundial, con cerca de cuatro millones de ucranianos obligados a abandonar su país y otros siete millones de desplazados internos.
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