Reacciones

El presidente de Colombia cree que “Pinochet ha vuelto” con la derrota de la nueva Constitución chilena

Gustavo Petro considera que el pasado pinochetista “mancha a toda América Latina”

El presidente de Colombia, Gustavo Petro
El presidente de Colombia, Gustavo PetroRICARDO MALDONADO ROZOAgencia EFE

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha reaccionado en la noche del domingo al rechazo de la nueva Constitución de Chile y ha estimado que el resultado, con una amplia mayoría por parte de los detractores de la nueva Carta Magna elaborada, supone una vuelta del Exdictador del país, Augusto Pinochet. “Revivió Pinochet”, ha publicado Petro en su cuenta de Twitter, en un mensaje en el que citaba que se impuso el rechazo a la nueva Constitución.

“Sólo si las fuerzas democráticas y sociales se unen será posible dejar atrás un pasado que mancha a toda América Latina y abrir las alamedas democráticas”, ha expresado posteriormente. A diferencia de Petro, su predecesor, el expresidente colombiano Iván Duque, ha celebrado el resultado. “Habló el pueblo chileno en una bella jornada democrática”, ha afirmado en su cuenta de la misma red social.

“Triunfó la sensatez sobre las imposiciones ideologizadas que fracturarían para siempre una sociedad que ha alcanzado importantes logros sociales y económicos”, ha agregado Duque.

La votación que se ha producido este domingo 4 de septiembre en Chile tenía como objetivo aprobar una nueva Constitución que reemplazase la elaborada por Pinochet, texto que se encuentra actualmente en vigor. Sin embargo, con el 99.95 de las mesas escrutadas, el ‘rechazo’ ha obtenido el 61.86 por ciento de los votos --casi 7.9 millones--, mientras que el ‘apruebo’ ha conseguido el 38.14 por ciento de las papeletas --poco más de 4.8 millones--.

En 2020, los chilenos se mostraron a favor de desarrollar una nueva constitución, pero los resultados de este plebiscito muestran que no están conformes con la diseñada.

Entre los partidos políticos de Chile, ya sean de izquierdas o derechas, existe un consenso político de que hay que llevar a cabo una nueva Carta Magna, que sea aprobada por la ciudadanía.