Oriente Medio

El bombardero que Israel quiere para frenar al avance nuclear de Irán

La posible firma del pacto atómico y la captura de barcos no tripulados estadounidenses en el Mar Rojo avivan la tensión en la región

Foto de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en la que se muestra un B-52H Stratofortress asignado al 5º Ala de Bombas, Base de la Fuerza Aérea de Minot, Dakota del Norte, volando sobre Oriente Medio el domingo 4 de septiembre
Foto de la Fuerza Aérea de Estados Unidos en la que se muestra un B-52H Stratofortress asignado al 5º Ala de Bombas, Base de la Fuerza Aérea de Minot, Dakota del Norte, volando sobre Oriente Medio el domingo 4 de septiembreStaff Sgt. Charles FultzAgencia AP

Israel está dispuesto a intentarlo todo para frenar la firma del inminente acuerdo nuclear entre Irán y las grandes potencias, una reedición del histórico pacto atómicoalcanzado en 2015 por Barack Obama que Donald Trump frustró en 2018 al retirar a Estados Unidos del acuerdo que trataba de frenar las aspiraciones iraníes para hacerse con su propia bomba atómica.

La Fuerza Aérea israelí decidió enviar tres cazas de combate F-16 para escoltar a dos bombarderos B-52 estadounidenses con capacidad nuclear durante su paso por el espacio aéreo israelí. Una operación de disuasión y advertencia norteamericana en un momento muy delicado para los principales actores regionales, dado que el pacto nuclear aparentemente está cada vez más cerca. Para Israel dicho acuerdo supone una amenaza porque cree que Teherán conseguirá más tiempo y dinero para desarrollar su propia bomba nuclear en un futuro próximo. Para la administración de Joe Biden, un pacto con Irán sería la mejor manera de calmar al régimen de los ayatolás y posponer un posible ataque para destruir las instalaciones nucleares persas.

Los dos B-52H Stratofortresses llevaron a cabo operaciones de integración con varios aviones de la Fuerza Aérea de EEUU, y de países socios y aliados, incluidos F-15/18, RJ-135, E-3, KC-135/10/46, FGR-4 y A-330. “El vuelo se realizó en el marco de una estrecha cooperación con el ejército estadounidense, que representa un elemento importante para garantizar la seguridad del espacio aéreo del Estado de Israel y de Oriente Medio”, explicaron las Fuerzas de Defensa de Israel en un comunicado.

Foto de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, en la que se muestra un B-52H Stratofortress asignado al 5º Ala de Bombas, Base de la Fuerza Aérea de Minot, Dakota del Norte, acercándose a un KC-10 Extender para repostar sobre Oriente Medio
Foto de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, en la que se muestra un B-52H Stratofortress asignado al 5º Ala de Bombas, Base de la Fuerza Aérea de Minot, Dakota del Norte, acercándose a un KC-10 Extender para repostar sobre Oriente MedioStaff Sgt. Collette BrooksAgencia AP

Los bombarderos B-52 de EEUU despegaron de la base de la Real Fuerza Aérea en Fairford, en Inglaterra, y sobrevolaron el Mediterráneo oriental, la Península Arábiga y el mar Rojo en misiones de entrenamiento junto con aviones de guerra kuwaitíes y saudíes, lanzando un claro mensaje a Teherán de que Estados Unidos está presente en la zona y goza de la cooperación militar de varios países.

Estados Unidos ha desplegado en los últimos años bombarderos en Oriente Medio para lanzar señales de presión al régimen iraní. Los analistas israelíes habían confiado en el pasado en que si no prospera el pacto nuclear, EEUU intervenga de otra manera para neutralizar el programa nuclear iraní, que ya enriquece uranio por encima del 60%, un nivel crítico para muchos expertos ya que se acerca al 90% necesario para producir una bomba nuclear.

En esta ocasión, el vuelo de los B-52 se relaciona con los últimos movimientos iraníes en la región que acabaron con la captura de dos veleros no tripulados estadounidenses Saildrone Explorers en el Mar Rojo. Ambos barcos se pueden utilizar con fines científicos, pero el régimen de los ayatolás cree que son “barcos espía”. Pueden ir equipados con sensores, radares y cámaras, una tecnología para la navegación y la recopilación de datos disponible en el mercado. Pese a ello, Teherán justificó la captura de los Saildrones al argumentar que éstos ponían en peligro la navegación en la zona.

Un bombardero B-52H Stratofortress y escoltado por tres F-16 israelíes volando sobre un petrolero en Oriente Medio el domingo 4 de septiembre de 2022.
Un bombardero B-52H Stratofortress y escoltado por tres F-16 israelíes volando sobre un petrolero en Oriente Medio el domingo 4 de septiembre de 2022.Staff Sgt. Charles FultzAgencia AP

El incidente acabó cuando dos destructores estadounidenses que navegaban en aguas contiguas con helicópteros de la Marina reaccionaron avisando al destructor iraní que había capturado los drones americanos, que finalmente fueron liberados. No ha sido el único roce entre ambos países en los últimos días. EEUU denunció la pasada semana que la Guardia Revolucionaria había tratado de capturar un buque no tripulado de la Quinta Flota estadounidense, con sede en Bahrein. La operación de acoso iraní fracasó al intervenir la Marina estadounidense.

Las aspiraciones de Israel

Israel persigue desde hace tiempo fortalecer su arsenal para disuadir a Irán. A fines de 2020, hubo un proyecto de ley bipartidista en el Congreso de EEUU para suministrar a su socio israelí una bomba con capacidad para destruir los búnkeres en los que Irán desarrolla su programa nuclear. Una de las bombas más útiles para este propósito sería la Massive Ordnance Penetrator (MOP) GBU-57, fabricada en Estados Unidos y con un peso de casi 14.000 kilos. Estas bombas requieren de bombarderos como el B-52 para ser transportadas, si bien también podrían ser lanzadas desde un C-130. Es por ello que Tel Aviv ha puesto en el punto de mira desde hace tiempo en este bombardero pesado que supla las carencias de la flota israelí en este campo.

El problema central de una hipotética intervención militar israelí en territorio iraní es cómo penetrar en los sitios nucleares altamente protegidos en Irán, como el de Fordow. Otro elemento clave es la capacidad de repostaje de sus cazas ante una operación en territorio iraní, lo que supone más de 2.000 kilómetros de vuelo. Con miras a solventar esta laguna, la Fuerza Aérea de Israel ha firmado un contrato con Boeing para comprar cuatro aviones cisterna de reabastecimiento de combustible KC-46, que comenzarán a llegar en 2025, según publica el diario Jerusalem Post, para reemplazar así a la antigua flota de aviones cisterna Re’em Boeing 707.