Isabel II
La familia real británica, más unida que nunca
Todos los hijos de la Reina, así como William y Harry, viajaron a Escocia para arroparla en sus últimas horas
La preocupación ante un empeoramiento del estado de salud de Isabel II era máxima. La soberana británica se encontraba bajo supervisión médica por lo que sus familiares viajaron hasta allí para pasar sus últimos minutos junto a la reina.
El príncipe Carlos, heredero de la corona británica, y su esposa, la duquesa de Cornualles, aterrizaron en Balmoral ayer por la mañana en un helicóptero, según confirmó Clarence House. Camilla Parker-Bowles tenía programada la inauguración de un nuevo centro de visitantes en tierras escocesas. Sin embargo, un portavoz real informó de que tanto ella como el príncipe de Gales habían viajado a Balmoral y «lo más probable» es que el compromiso tuviera que ser cancelado. La princesa Ana ya se encontraba en Escocia cumpliendo varios compromisos oficiales y un portavoz confirmó que se encuentra ya en el castillo con su familia.
A primera hora de la tarde, llegaban al aeropuerto más cercano a Balmoral el duque de Cambridge, segundo en la línea de sucesión al trono y que horas antes había acudido junto a su esposa, Kate Middleton, a acompañar a sus hijos, los príncipes George, Charlotte y Louis, en su primer día de colegio. Al cierre de esta edición, la duquesa de Cambridge permanecía en su casa en Windsor, a donde se han mudado hace apenas unas semanas. Por su parte, el príncipe Andrés y el príncipe Eduardo, acompañado de su esposa, Sofía de Wessex, acudían ayer por la tarde a visitar a su madre, antes de su deceso.
Aunque el parte médico emitido por el Palacio de Buckingham informaba de que «la reina estaba tranquila», la familia era consciente de la edad de la soberana, 96 años, y de su empeoramiento progresivo, así como de su pérdida de movilidad, agravado desde que padeció covid-19 así como tras el fallecimiento de su esposo, el príncipe Felipe de Edimburgo. Isabel II estaba muy delicada y así se ha venido manifestando durante las últimas semanas en las que ha permanecido en su finca escocesa, donde se encontraba descansando y cuya residencia se llegó a adaptar a sus problemas de movilidad.
Los duques de Sussex, que la semana pasada iniciaron una mini-gira que les ha llevado a Reino Unido y Alemania tenían previsto terminar su «tour» en los Premios WellChild, pero la muerte de Isabel II les ha obligado a cambiar sus planes.
Sin rastro de Meghan
El príncipe Harry se dirigía ayer en avión a Aberdeen, mientras que Meghan Markle se habría quedado en Londres al cuidado de sus dos hijos, Archie y Lilibet Diana. A pesar del distanciamiento familiar del príncipe y de su esposa, que motivaron su salida de la familia real británica, el estado de salud de Isabel II y su posterior fallecimiento eran motivo suficientemente importante, y grave, como para no estar junto a la familia. Los Sussex habían rechazado hace unos días la invitación del príncipe Carlos para que se alojaran precisamente en Balmoral. Una decisión muy criticada por la prensa británica.
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