Tensión

Putin hace una demostración de fuerza cerca de EE UU con 30 buques de guerra y varios submarinos nucleares

A principios de este mes ya realizó pruebas militares conjuntas con China, en las que se movilizaron a más de 50.000 soldados y 60 buques

Apenas unos días después de sufrir una dura derrota en Ucrania, que le ha obligado a retroceder, Vladimir Putin ha ordenado el despliegue de más de 30 buques de guerra, con algunos submarinos nucleares, cerca de la costa de Estados Unidos.

La “escalofriante” demostración de fuerza rusa se produjo el pasado viernes en Alaska, en los mares de Barents y Laptev -un área donde Rusia tiene importantes activos militares-. donde realizaron una serie de maniobras que incluía el uso de artillería.

Uno de los ejercicios consistió en el lanzamiento de misiles Granit y Oniks desde la Ruta del Mar del Norte, un paso estratégico para el transporte marítimo que conecta Europa y el Pacífico.

El Ministerio de Defensa ruso explicó que los misiles “alcanzaron un objetivo marítimo complejo, imitando un destacamento de buques de guerra de un enemigo simulado, a una distancia de más de 400 kilómetros”.

Esta noticia viene a aumentar los temores de que Rusia haya “aumentado significativamente” su presencia militar en el Ártico, con la intención de poder controlar tanto las rutas comerciales como los recursos naturales de la zona.

Como si de una película de Jame Bond se tratara, Putin ha reabierto varias bases militares en el Círculo Polar Ártico para reforzar su control sobre los páramos congelados ricos en recursos.

Una de las posibilidades apuntadas por los expertos es que estas maniobras son parte de la estrategia rusa de advertir a EE UU para que no arme a Ucrania con misiles de largo alcance. De hecho, Putin ya había advertido al gobierno de Biden que de hacerlo, podría suponer el inicio de una tercera guerra mundial.

“Estados Unidos y sus aliados, que suministran armas al régimen de Kyiv, en realidad se están convirtiendo en cómplices de sus crímenes de guerra”, dijo la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova.

“Si Washington decide suministrar a Kyiv misiles de mayor alcance, cruzará la línea roja y se convertirá en una parte involucrada en el conflicto”. Por ello, advirtió, “nos reservamos el derecho de defender nuestro territorio con todo lo que esté disponible para nosotros”.

Esta advertencia se produjo después de que Putin y el presidente de China, Xi Jinping, se reunieran esta semana al margen de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái en Uzbekistán. Fue el primer encuentro entre ambos mandatarios desde el inicio de la invasión de Ucrania el pasado mes de febrero y que ya dura más de 200 días.

Este simulacro de Alaska es uno más de los que Rusia hace de forma habitual. A principios de este mes, Rusia y China colaboraron en una operación que implicó a 50.000 soldados, 60 buques de guerra y 140 aviones.

El presidente ruso voló al extremo este de su país para presenciar el ejercicio de tiro en el Mar de Japón. El contingente de China estuvo encabezado por el destructor Tipo 055 Nanchang, el barco más grande de su tipo en la armada china.

Beijing aportó 2.000 soldados y unos 300 vehículos blindados, 21 aviones de combate y tres buques de guerra, según recogieron los medios de comunicación chinos.

El “Global Times”, diario oficial del gobierno chino, informó que era la primera vez que el país enviaba a soldados de los tres ejércitos a participar en unos ejercicios conjuntos con Rusia. Un simulacro calificado como una muestra de la “amplitud y profundidad” de la cooperación militar entre los dos países.

Otro de los encontronazos entre las fuerzas norteamericanas y rusas se produjo en el aniversario del 11-S cuando la fuerza aérea n norteamericana intercepto a dos aviones rusos en espacio aéreo de Alaska.

Según un tuit publicado el lunes, “El 11 de septiembre, NORAD detectó, rastreó e identificó positivamente 2 aviones de patrulla marítima rusos que ingresaban y operaban en las Zonas de Identificación de Defensa Aérea de Alaska y CDN. La aeronave permaneció en el espacio aéreo internacional, sin ingresar al espacio aéreo soberano. #TenemosElReloj”, tuiteó el Comando NORAD.

NORAD dijo en un comunicado que “la actividad rusa en la ADIZ de América del Norte no se ve como una amenaza ni como una provocación”.

La portavoz de NORAD y capitana de las Fuerzas Armadas canadienses, Alexandra Hejduk , dijo al Washington Times que el comando envió dos aviones para escoltar a las aeronaves rusas fuera del área. No dio más detalles sobre la respuesta “para preservar la seguridad operativa”.

“NORAD emplea una red de defensa de satélites, radares terrestres, aerotransportados y aviones de combate para rastrear e identificar aviones e informar las acciones apropiadas”, dijo el comando. “Seguimos listos para emplear una serie de opciones de respuesta en la defensa de América del Norte y la soberanía ártica”.

El año pasado, el general de la Fuerza Aérea de EE UU Glen D. VanHerck, comandante de NORAD y del Comando Norte, le dijo al Comité de Servicios Armados del Senado que en 2020, que NORAD “respondió a más vuelos militares rusos frente a la costa de Alaska de los que hemos visto en cualquier año desde el final de la Guerra Fría”.

“Estamos de nuevo en una competencia entre iguales”, dijo. “Claramente, Rusia está tratando de reafirmar en un escenario global su influencia y sus capacidades”.

“Estas operaciones militares rusas incluyen múltiples vuelos de bombarderos pesados, aviones antisubmarinos y plataformas de recopilación de inteligencia cerca de Alaska”, agregó. “Estos esfuerzos muestran el alcance militar de Rusia y cómo ensayan ataques potenciales en nuestra patria”.

Alejamiento de la costa ucraniana

Sin embargo, en contraposición a esta demostración de poderío, está lo ocurrido en Ucrania. Tras la contraofensiva de las fuerzas de Volodimir Zelensky, que ha logrado recuperar una gran parte del territorio perdido en el sur del país y se hayan acercado a la frontera de Crimea, territorio ucraniano ocupado por Rusia desde 2014, el Kremlim ha optado por alejar sus submarinos clase Kilo de la costa, por temor a posibles ataques con misiles.

Según distintos observadores, al comienzo de la invasión de Ucrania en febrero, cuatro submarinos de la clase Kilo mejorada de la Armada rusa en el Mar Negro se habían situado en Sebastopol, capital de la Crimea ocupada, cuya base naval ha sido el punto de partida de muchos ataques contra Ucrania. Los submarinos rusos tienen en dichas instalaciones militares su base y allí se rearman con misiles de crucero de ataque terrestre Kalibr, muy utilizados por Rusia contra objetivos en territorio ucraniano. .

Sin embargo, durante las últimas semanas estos sumergibles se han podido ver en la base militar de Novorossiysk, en Rusia en este caso, al otro lado del estrecho de Kerch y mucho más alejada de Ucrania.

El objetivo de este traslado es proteger dichos submarinos después de que Ucrania intensificara los ataques con aviones no tripulados en Sebastopol, apuntando a la sede de la Flota del Mar Negro. El edificio del cuartel general en dicha ciudad fue atacado por drones que volaban desde el este.