Fin de una era
Los británicos entierran hoy la era isabelina
Los jefes de Estado de decenas de países, entre ellos el presidente de EE UU, Joe Biden, despiden de forma privada a Isabel II en su capilla ardiente horas antes del funeral de Estado
Reino Unido cierra hoy la era isabelina con el último adiós a Isabel II, una monarca que pasará a la historia como una figura clave para garantizar la continuidad de un país durante los 70 años que ha durado su reinado. Isabel II falleció el 8 de septiembre a los 96 años en el castillo de Balmoral (Escocia), el lugar donde siempre fue más feliz. Apenas dos días antes había nombrado a la nueva primera ministra Liz Truss. La reunión entre ambas fue su última imagen pública.
Se la consideraba la última reina global, una figura reconocida a ambos lados del Atlántico. Alrededor de 500 mandatarios y Casas Reales de todo el mundo acudirán al funeral de Estado en una ciudad que ha quedado completamente blindada en la operación de seguridad más compleja para Scotland Yard.
Se trata del primer funeral de Estado que celebra Reino Unido desde la muerte de Winston Churchill en 1965. El de Lady Di (1998), la Reina madre (2002) o incluso el Duque de Edimburgo (2021) fueron sólo ceremoniales. Será una oportunidad histórica para que el pueblo pueda despedirse de Isabel II. Desde que el miércoles se abriera la capilla ardiente en el gran salón de Westminster hasta hoy por la mañana que se cerrará ya al público, la marea humana no ha cesado. Se calcula que alrededor de 800.000 han pasado estos días para rendirle tributo.Las colas se llegaron a extender por hasta 14 kilómetros con hasta 24 horas de espera.
Pero al mismo tiempo, el funeral de hoy marca una oportunidad diplomática sin igual para una nueva «Global Britain» que busca posicionarse tras el Brexit. Prueba de ello es que ayer se ofreció una recepción en el Palacio de Buckingham con los representantes de todos los países, entre ellos, el rey Felipe VI y la reina Letizia, donde Carlos III y Camila actuaron como anfitriones. Antes de la recepción, el presidente de EE UU, Joe Biden, visitó la capilla ardiente de Isabel II y destacó que había sido «un honor» conocer a la monarca, que le recordaba a su madre. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, el de Brasil, Jair Bolsonaro, también acudieron al Palacio. Tampoco faltaron los reyes de Noruega, los de Países Bajos, los de Bélgica o la reina de Dinamarca, así como el emperador de Japón o los soberanos de varios países del Golfo.
La reina consorte, Camila, afirmó en una entrevista divulgada ayer por la BBC que Isabel II tuvo que «crear su propio rol» en un mundo en el que el poder estaba dominado por hombres cuando llegó al trono en 1952, con tan solo 25 años. «Debió de ser muy difícil para ella, siendo una mujer en solitario», señala en una entrevista, que forma parte de un documental más extenso. «Ha sido parte de nuestras vidas desde siempre, tengo 75 años y no puedo recordar a nadie más en esa posición excepto a la reina. Tiene esos maravillosos ojos azules que cuando sonríe iluminan todo su rostro. Siempre recordaré su sonrisa, es inolvidable», rememoró Camila. Ni el Gobierno ni el nuevo rey, Carlos III, se han salido estos días del guión que marcaba la «Operación caída del puente de Londres», lo que ha permitido ver al monarca hacer una gira por todos los territorios que conforman Reino Unido. El protocolo concluye hoy con un funeral donde está previsto a las 10:35 hora local, miembros de la guardia real cojan el féretro para trasladarlo, a bordo un carro de armas, hasta la abadía de Westminster, en el inicio de un breve cortejo fúnebre, liderado por Carlos III. La elección de la Abadía de Westminster como escenario ya es en sí mismo un símbolo, puesto que el templo no acoge un acto de este tipo desde 1760, tras el fallecimiento de Jorge II. La propia Isabel II habría elegido esta abadía, que ya fue testigo de su boda y de su coronación, para facilitar una asistencia masiva.
Así será el funeral
El funeral del marido de la reina, el príncipe Felipe, se celebró en la capilla de San Jorge, en Windsor, en un ambiente íntimo, aunque sí se organizó una misa posterior en la Abadía de Westminster a la que asistió la entonces reina. Su imagen solitaria por las restricciones de la pandemia dio la vuelta al mundo.
El funeral de Isabel II concluirá con dos minutos de silencio que se hacen extensibles a todo el país, como un último acto antes de que se inicie un nuevo cortejo fúnebre a la salida de la Abadía de Westminster. Los miembros de la familia real acompañarán de nuevo el féretro, en este caso hasta el Arco de Wellington, donde estará esperando el coche fúnebre.
Pasadas las 15:00 horas, el convoy llegará a Windsor y, poco antes de las 16:00, el féretro será aupado de nuevo para introducirlo en la capilla de San Jorge donde tendrá lugar el entierro en una ceremonia privada donde los restos de Isabel II reposarán junto a los de su marido, el príncipe Felipe, y sus padres, Jorge VI y la reina madre.
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