Intercambio de presos entre Kyiv y Moscú: 215 ucranianos por 54 rusos y un confidente de Putin

Ucrania celebró este juevesla liberación de 215 soldados, incluidas algunas de las figuras más emblemáticas de esta guerra, del cautiverio ruso. Cinco oficiales de alto rango y líderes de varias fuerzas de defensa que protegían la planta “Azovstal” en Mariupol durante casi tres meses fueron canjeados por 55 prisioneros de guerra rusos. Permanecerán en Turquía hasta el final de la guerra, según el presidente Volodimir Zelenski, quien agradeció al presidente turco Erdogan por “su papel protagonista” al hacer posible el intercambio.

Otros 200 soldados ucranianos y 10 extranjeros fueron liberados a cambio de Viktor Medvedchuk, un oligarca prorruso y político cercano a Vladimir Putin, que fue detenido en abril tras un intento fallido de huir mientras estaba en arresto domiciliario en Ucrania. Medvedchuk es un confidente de Putin, bien posicionado en la política ucraniana hasta la llegada de Zelenski que le acusó de “financiar el terrorismo”.

El hecho de que entre los liberados estuvieran 108 soldados del regimiento “Azov” y los líderes de los defensores de la planta de Mariupol, que se esperaba fueran condenados a duras penas por cargos de terrorismo en Rusia, provocó dos reacciones diametralmente opuestos en Ucrania y Rusia.

En Rusia, se convirtió en motivo para que algunos blogueros militares, partidarios de línea dura en la guerra en Ucrania, cuestionaran las decisiones de sus líderes. El Batallón de “Azov” ha sido demonizado por Rusia. Estuvo en el centro de las acusaciones infundadas de “nazismo” por parte de Rusia contra los ucranianos debido a sus vínculos supuestos con la extrema derecha y los supuestos ataques a los civiles en Mariupol.

Uno de los objetivos de la invasión rusa, en palabras del presidente ruso, ha sido la “desnazificación” de Ucrania. La liberación de algunos de los soldados “Azov” como parte del intercambio de prisioneros parece mostrar que la “desnazificación” no se toma en serio ni siquiera en el Kremlin. Moscú podría haber elegido este momento preciso para hacer un intercambio de prisioneros impopular entre porque se suponía que la movilización calmaría la ira de los partidarios de la línea dura.

En Ucrania, la noticia fue recibida con una aclamación casi universal. Los líderes y soldados de los defensores se habían convertido en símbolos de la inquebrantable resistencia y profesionalidad de los soldados ucranianos. Durante meses después de que se les ordenara deponer las armas y rendirse a las fuerzas rusas tras casi 90 meses de asedio, se había sabido poco sobre su paradero y condiciones. No les habían permitido ponerse el contacto con los familiares y no se había permitido que los representantes de la Cruz Roja o de la ONU se reunieran con ellos, lo que provocó protestas de sus familiares en toda Ucrania y el resto del mundo.

Los temores culminaron con el asesinato masivo de unos 50 de los más de 2.000 prisioneros de guerra que estaban retenidos en Olenivka, en el campo de prisioneros controlado por Rusia. El atentado, del que Ucrania acusó a Rusia, pareció acabar con las esperanzas de liberación de los presos, lo que hizo más inesperada la noticia que llegó el jueves.

Un representante de la inteligencia militar ucraniana, involucrada en el canje, Andriy Yusov, indicó que los soldados liberados no fueron tratados bien por Rusia, en base a su apariencia física y vestimenta. Dijo que las condiciones en las que fueron devueltos los soldados “hablaban mucho de la cultura rusa”. Los soldados ahora están siendo trasladados a hospitales en toda Ucrania para comenzar la rehabilitación y disfrutar de un tiempo con sus familias.

Yusov subrayó que Ucrania trata a los prisioneros de guerra rusos con dignidad y de conformid ad con la Convención de Ginebra. Pidió a los soldados rusos que se rindieran a las tropas ucranianas. 805 prisioneros de guerra ucranianos han sido devueltos a Ucrania en 20 intercambios hasta el momento.

Mientras que algunos en Ucrania esperan que los rusos reaccionen a la orden de movilización, que podría implicar el reclutamiento de hasta 1 millón de personas para servir en el Ejército ruso.

Rusia ha seguido realizando ataques en Ucrania durante todo el jueves. Una serie de ataques con misiles dañó algunos objetos de infraestructura en la ciudad sureña de Zaporiyia, incluida una torre de televisión, pero también destruyó un hotel en el centro de la ciudad y algunas casas privadas en los suburbios. Al menos una persona murió y cinco resultaron heridas. Los asentamientos en las regiones de Járkiv y Donetsk también fueron atacados.

El combate ha continuado a lo largo de la línea del frente con Ucrania. Fuentes militares ucranianas aseguran que 400 soldados rusos murieron en el último día, mientras que nueve drones, nueve tanques y 28 vehículos blindados de infantería fueron destruidos.