UE

Bruselas propone una nueva ronda de sanciones contra Rusia

Von der Leyen planea fijar un precio máximo al petróleo y prohibir a los europeos sentarse en consejo de administración de empresas rusas

La Comisión Europea presentó este miércoles una nueva batería de sanciones contra Moscú por su invasión de Ucrania, que incluye un tope al precio del gas y la prohibición a los ciudadanos europeos de acceder a los consejos de administración de las empresas públicas rusas, una forma de evitar que se repitan episodios tan poco edificantes como los protagonizados por el ex canciller alemán Gerhard Schröder, vinculado con la gasística Gazprom y la petrolera Rosneft.

“Rusia ha escalado la invasión de Ucrania a un nuevo nivel. Y estamos decididos a hacer que el Kremlin pague el precio de esta nueva escalada. Hoy, estamos proponiendo un nuevo paquete de hirientes sanciones contra Rusia”, aseguró ayer la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en declaraciones a la prensa.

A principios de septiembre, las 7 economías más industrializadas del planeta (el denominado G,7, que incluye a Francia, Alemania e Italia) acordaron poner un límite al precio del crudo con el objetivo de que Moscú no siga financiando con estos recursos su mortífera maquinaria de guerra. A pesar de esto, en las últimas semanas no se han producido avances en este terreno y todavía no se han pactado los detalles técnicos.

En el mes de junio, los Veintisiete acordaron el embargo al petróleo ruso en un 90% a partir del 5 de diciembre, tanto en barriles de crudo como en productos refinados que llegan por vía marítima, si bien se seguirá permitiendo la llegada de este hidrocarburo a través del oleoducto de Druzhba. Esta tubería fue eximida de las sanciones, para que Hungría y otros países sin salida al mar acabaran levantando su veto tras un mes de duras negociaciones. A pesar de que la imposición de un tope al precio, puede tener pocas repercusiones prácticas para los países europeos, von der Leyen ha justificado la necesidad de dar este paso, ya que los países en vías de desarrollo siguen necesitando el petróleo ruso a precios asequibles. “El tope al precio del crudo ayudará a reducir los ingresos de Rusia por una parte y , por otra, mantendrá los mercados de energía estables”, explicó la política alemana.

Además, la nueva ronda presentada este miércoles también extenderá la lista de productos que no pueden ser exportados a Rusia y que incluyen bienes relacionados con la aviación, componentes electrónicos y sustancias químicas específicas, con el objetivo de que el Kremlin no se siga beneficiando de tecnologías punta europeas. También se añadirán nuevos productos a la lista de importaciones rusas por valor de 7.000 millones de euros.

Esta vuelta de tuerca de los castigos europeos supondrá añadir a más personalidades vinculadas con el Kremlin (actualmente hay 1.300 individuos y empresas) para  sancionar a altos oficiales rusos y aquellos involucrados en la movilización de reservistas o que están ayudando militarmente a Moscú, además de aquellas autoridades rusas que se han hecho con el poder en las regiones ocupadas de Donetsk, Lugansk, Jersón, y zaporiya- y que han organizado referendos ilegales para proclamar la anexión a Moscú.

Para que este nuevo paquete de sanciones –el octavo desde que comenzó la contienda- pueda convertirse en una realidad, se necesita la unanimidad de todas las cancillerías europeas. Todo indica que el gran obstáculo puede ser Hungría, el país por otra parte que se vería más afectado por esta medida ya que seguirá importando crudo a través de oleoducto más allá de diciembre. El primer ministro  del país, Viktor Orban, ha anunciado la puesta en marcha de una consulta pública en la población sobre las sanciones europeas, ya que, para el mandatario, la UE se está “pegando un tiro en el pie” y perjudicando su economía

Además, tanto la OTAN como la UE han calificado de sabotajes”, las fugas en los gasoductos Norf Stream 1 y 2 y han anunciado que protegerán las infraestructuras críticas.

En un comunicado publicado en nombre  de los Veintisiete, el máximo representante de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, segura que “toda la información disponible indica que estas fugas son el resultado de un acto deliberado” y que los socios europeos actuarán ante cualquier “interrupción deliberada de la infraestructura energética europea”.