África

La «mano rusa» en el golpe de Estado de Burkina Faso

El país africano ha sufrido la segunda asonada de 2022 y partidarios de Traoré piden una asociación con Moscú

Un ciudadano burkinés ondea la bandera rusa durante el golpe de Estado de este fin de semana.
Un ciudadano burkinés ondea la bandera rusa durante el golpe de Estado de este fin de semana.ASSANE OUEDRAOGOAgencia EFE

Noticias desde Uagadugú: todo ha cambiado. En el último fin de semana, un golpe de Estado (el segundo en lo que va de año) ha sacudido la capital burkinesa, multitudes eufóricas han prendido fuego a la fachada de la embajada francesa y han amagado incluso con atacar la sede de Air France, todo esto mientras sacaban la bandera rusa cada cuando en cuando; tras el abrupto triunfo del golpe del capitán de artillería Ibrahim Traoré, el ex presidente Paul-Henri Damiba se encontraría en Lomé, capital de Togo. Tanto en Burkina Faso como en los países próximos se rumorea que los franceses le ayudaron a salir del país. Maldicen. Siempre está Francia metida. Y sacan otra vez las banderas rusas.

Francia versus Rusia

El segundo campo de batalla de Putin está en África. Mientras el viernes se “anexionó” algunas regiones de Ucrania mediante el referéndum ilegal, con la mano izquierda se diría estaba trasteando con algo que le ha salido redondo. Burkina Faso: el cuarto país de África con más reservas de oro. Putin no ha hecho declaraciones sobre el incidente y no parece siquiera que se haya dado cuenta. Algo raro, cuando pueden observarse imágenes en Uagadugú como la de un militar golpista enarbolando una bandera rusa... encima de un blindado de la ONU. Son imágenes similares a las ocurridas tras el golpe de Estado en Mali, imágenes que todavía hoy se repiten en Bamako con una habitualidad alarmante. Y los franceses fueron expulsados de Bamako mientras algunas estimaciones consideran que en torno a 3.000 mercenarios de Wagner patrullan Mali.

Mali es el tercer país africano con mayores reservas de oro y se tiene parte de nuevas minas que abrirá el partenariado ruso en el sur del país. Aparte de los intereses económicos, se debe considerar un claro indicio expansionista de Rusia en la región. Diversas fuentes apuntan a Níger como próxima víctima del Kremlin, y los más arriesgados dibujan una estrategia de Putin en las cada vez más frecuentes manifestaciones pro rusas en Niamey y tras lo sucedido en Burkina.

Manifestantes burkineses muestran su descontento con Francia.
Manifestantes burkineses muestran su descontento con Francia.Kilaye BationoAgencia AP

Un detalle a destacar del nuevo presidente de Burkina Faso se encuentra en su primer nombre, de origen tan diferente al del presidente anterior. Mientras el fugado se llamaba Paul-Henri, al nuevo líder del país le pusieron Ibrahim, un nombre musulmán que revela el fondo religioso de cada uno de estos dos hombres. El 57% de los burkineses y otros musulmanes de África Occidental (cuya religión mayoritaria es la musulmana) se alegran de que vaya a haber un presidente musulmán por primera vez en la Historia de Burkina Faso, y esto hace ganar apoyos al golpista. “Ves”, dice Abdoulaye, un agricultor del sur de Malí que vive muy próximo a la frontera con Burkina, “con los franceses eso no habría sido posible”. Muchos de los que viven en los países más afectados por la propaganda rusa dicen este tipo de comentarios, culpando al petit Napoleón a la que alaban el modo de hacer negocios de los rusos.

El Día de la Independencia en Malí también estuvo moteado por enseñas rusas que acompañaban a los símbolos del país africano. Tantas banderas han llevado a los detractores de Putin y de Assimi Goita a decir que Mali ha cambiado a una potencia colonizadora (Francia) por otra (Rusia). Está por ver si Traoré hará lo mismo o si los expertos se equivocan. En cualquier caso, una retirada francesa llevaría tiempo por puras cuestiones logísticas, como ocurrió en Mali y como ocurre en cualquier operación de envergadura, y todavía le daría tiempo a Macron a que le toque a él el siguiente golpe de Estado, si ocurre.

Los ciudadanos de las naciones africanas apoyan su presencia porque la Unión Soviética fue un aliado crucial para África durante el periodo de la descolonización, y nadie lo ha olvidado por aquí. A la hora de elegir asociarse con una nación que les colonizó (Francia) prefieren compartir mesa con una nación que contribuyó en su independencia y que formó a algunos de sus políticos más representativos (Rusia), aunque esta nueva alianza termine en desastre. El capitán Traoré ya ha advertido en la televisión pública que pedirá a su camarilla que elijan a un presidente de transición pero ya han salido cientos de personas a la calle para pedir que lo sea él. A falta de saber el futuro, se puede tantearlo, y se tantea que Traoré hará caso de lo que pida el pueblo, que también pide la salida de Francia y la entrada de Wagner en las bases que dejen los galos.