Bruselas
La UE da luz verde a la misión para entrenar a 15.000 soldados de Ucrania
Los Veintisiete abren al puerta a más sanciones a Irán, si se demuestra que está enviando drones kamikazes a Moscú
Mientras la ofensiva de las tropas de Vladimir Putin en Ucrania se recrudece con ataques indiscriminados a la población civil, los Veintisiete continúan con su apoyo al país invadido. Este lunes, los ministros de Exteriores de los Veintisiete han dado luz verde a una misión de entrenamiento que tiene como objetivo adiestrar a 15.000 soldados ucranianos durante los dos próximos años y que comenzará su andadura a mediados del mes de noviembre. Aunque varios países llevan ya tiempo poniendo en marcha este tipo de misiones, en esta ocasión se pretende que este paraguas común ayude a mejorar la coordinación.
Esta iniciativa estará dirigida desde Bruselas por el director general del Estado Mayor de la UE, el almirante Herve Bejlean, y el presupuesto para estos dos próximos años asciende a 106,7 millones de euros. Se calcula de de los 15.000 efectivos que serán adiestrados, unos 12.000 recibirán instrucción básica. A pesar de esto, uno de los propósitos de la misión reside en que los ucranianos sean capaces de manejar con soltura el armamento cada vez más sofisticado que están recibiendo por parte de los países europeos. El entrenamiento estará dirigido tanto a nuevos reclutas como a soldados con experiencia en el combate.
De momento, se sabe que esta misión estará establecida en suelo europeo y que Polonia será uno de los países anfitriones, pero aún no se ha definido completamente la contribución de los países europeos ni algunos detalles técnicos. España tiene intención de aportar efectivos a esta misión bajo el paraguas europeo. De momento, un total de 19 ucranianos están recibiendo instrucción militar en la Base Aérea de Zaragoza. Además, hoy los Veintisiete también ha aprobado un nuevo tramo de ayuda a Ucrania por valor de 500 millones de euros en armamento, lo que eleva la cantidad recibida desde el comienzo de la guerra a 3.100 millones de euros.
En la reunión de este lunes celebrada en Luxemburgo ha participado también el ministro de Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba, quien ha tenido que dirigirse a un refugio antibombas en Kyiv mientras pedía a sus colegas europeos la imposición de sanciones a Irán por haber suministrado a Rusia drones kamikazes que están sembrando el terror en el país, al atacar tanto a infraestructuras clave como a civiles.
A principios del mes de septiembre, EE UU ya dio un paso al frente y sancionó a cuatro empresas iraníes y un individuo por estar colaborando en el suministro de drones a Rusia. A pesar de que los ataques han ido “in crescendo” en los últimos días y de que cada vez parecen existir más evidencias sobre la utilización de este tipo de armamento, los países europeos prefieren no precipitarse y están llevando a cabo su propia investigación antes de poner en marcha sanciones.
Ucrania no tiene ninguna duda de que el régimen de los ayatolás está ayudando a Moscú con estos drones de pequeño tamaño, difíciles de detectar, que se pueden disparar a distancia y que se destruyen en el ataque. Según el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, el Kremlin ha adquirido 2.400 drones Shahed-136, aunque Rusia ha cambiado su nombre por “Geran”.
“Irán lo niega categóricamente. Su ministro me ha negado en persona de manera categórica que no han enviado ningún dron para ser utilizado en la guerra en Ucrania. Sin embargo, los Estados nos han pedido que recolectemos evidencias, todas las que estén disponibles y es trabajo continuará tal y como está establecido”, ha asegurado el máximo representante de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, quien ha abierto la puerta a sanciones si estas informaciones resultan ser ciertas. Algunos países como Francia, Alemania, Luxemburgo, Dinamarca y Estonia se han mostrado a favor de castigar a Teherán en caso de que se demuestre la transferencia de drones.
Este debate ha coincidido precisamente con la imposición de una nueva ronda de sanciones contra Irán por el asesinato de Mahsa Amiri, de tan solo 22 años. Amiri fue encarcelada por la policía de la moral iraní por no llevar de manera adecuada el velo islámico y acabó muriendo tres días después. Los Veintisiete han decidido castigar al jefe de la Policía de la Moral iraní y otras diez personalidades del régimen involucradas en estos hechos y la posterior represión contra los manifestantes, además de cuatro entidades. Los sancionados no podrán viajar a la UE, ya que no dispondrán de visado, y sus bienes en territorio europeo les serán congelados.
Uno de los grandes interrogantes reside en si este nuevo paquete de sanciones puede obstaculizar las negociaciones sobre el acuerdo nuclear con Irán.
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