Chad

Al menos 60 muertos y 300 heridos durante las mayores protestas contra el gobierno de Chad

Las fuerzas de seguridad dispararon contra la población civil creando el caos en las principales ciudades del país

Un manifestante herido es ayudado por sus compañeros.
Un manifestante herido es ayudado por sus compañeros.larazonAgencia AP

Al menos 60 personas murieron este jueves y 300 han resultado heridas durante las protestas organizadas en Chad. Los manifestantes se reunieron en las principales ciudades del país (Yamena, Mondou, Doba y Sarh) para expresar su descontento por el mantenimiento en el poder de los militares. Las fuerzas de seguridad comenzaron disparando gases lacrimógenos contra la población civil, aunque poco después utilizaron munición real para dispersar a los manifestantes. Treinta personas han muerto en la capital, Yamena, mientras el resto de víctimas se distribuyen entre las ciudades más importantes de Chad.

La mecha se prendió después de que pasaran los 18 meses prometidos por el actual Presidente del país, Mahamat Déby Itno, para convocar unas elecciones democráticas que permitieran a la ciudadanía escoger a su líder. Mahamat Déby es el hijo de Idriss Déby, militar y político chadiano que gobernó el país con mano de hierro desde 1990 hasta su muerte en combate en 2021, momento en que su hijo tomó el poder. A principios de este mes de octubre, Mahamat se retractó de su promesa y prolongó hasta 2024 el plazo para convocar elecciones, algo que ha enfurecido, comprensiblemente, a los esperanzados chadianos que sueñan con una democracia plena. Chad lleva sufriendo una concatenación de dictaduras, golpes de Estado y guerras civiles desde su independencia, hechos todos estos que ha aprovechado el Gobierno para calificar las manifestaciones de “ilegales” y posteriormente de “insurrección”. Sin embargo, las imágenes facilitadas apenas si muestran cómo los manifestantes queman algunas barricadas para protegerse de los disparos, mientras son las fuerzas de seguridad las que hacen un uso desproporcionado de la fuerza.

El Gobierno de Chad no está acostumbrado a las protestas en su contra. En los tiempos en que gobernaba Idriss Déby apenas si hubo manifestantes que pusieran en entredicho su poder, aunque hace meses que quedó claro que no ocurriría lo mismo con su hijo. Estados Unidos, Francia y la Unión Europea ya han condenado las acciones del Ejecutivo chadiano, mientras la ONU ha manifestado su “pesar” por las víctimas mortales a la que hacía un alegato para terminar con la violencia. En unas declaraciones recientes, Josep Borrell aseguró tras conocer lo sucedido que “la represión de las manifestaciones y el uso excesivo de la fuerza constituyen graves atentados a las libertades de expresión y manifestación que socavan el proceso de transición en curso”.

Cuatro muertos en la embajada de Estados Unidos

Durante la confusión generada por las protestas, un grupo de individuos vestidos de civil burlaron al personal de seguridad de la embajada de Estados Unidos en Yamena y asesinaron a tiros a cuatro personas. El portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Ned Price, informó sobre lo sucedido y añadió que su país condena “el uso no autorizado de propiedades de la embajada por manifestantes involucrados en la protesta”. Pocas horas después, el embajador estadounidense se hizo fotografiar junto a un manchurrón de sangre y publicó un tweet donde condenaba el uso de la violencia.

Como respuesta a las protestas, el Gobierno chadiano ha impuesto un toque de queda de doce horas y que dio comienzo ayer a las 6 de la tarde, además de decretar la prohibición de las actividades de Wakit Tamma, una coalición compuesta por diversos partidos de la oposición y organizaciones de la sociedad civil. Por otro lado, se han clausurado las oficinas de siete partidos políticos hasta dentro de tres meses.

Esta no es la primera vez que el Gobierno chadiano utiliza la fuerza letal para sofocar una manifestación. Amnistía Internacional ha recordado que ya ocurrió algo similar durante otras protestas de este mismo año y de 2021. Entre febrero y mayo del año pasado, unas 100 personas murieron y 50 resultaron heridas a lo largo de una serie de manifestaciones convocadas para exigir la retirada de Mahamat Déby del poder.