Italia

Meloni promete no sabotear la UE “sino a hacerla más eficaz” y niega simpatías con el “fascismo”

La jefa de gobierno asegura en el Parlamento que Italia seguirá siendo un socio leal de la OTAN

Giorgia Meloni en el parlamento italiano
Giorgia Meloni en el parlamento italianoFABIO FRUSTACIAgencia EFE

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, aseguró que Italia mantendrá su compromiso con la Unión Europea y la OTAN, pero trabajará para “cambiar las reglas que no funcionan”. Durante su discurso ante la Cámara de los Diputados, la jefa de Hermanos de Italia confirmó que mantendrá su apoyo a Ucrania frente a la invasión rusa, a pesar de la ambigüedad de sus socios en la coalición de Gobierno, la Liga de Matteo Salvini y Forza Italia de Silvio Berlusconi.Tras su discurso, Meloni se sometió a una cuestión de confianza, que es el primer paso para lograr su investidura, que se saldó con 235 votos a favor, 154 en contra y cinco abstenciones. Un requisito que se repetirá este miércoles en el Senado.

La primera ministra italiana arrancó su intervención ante la Cámara de los Diputados lamentando las declaraciones de la ministra francesa de Asuntos Europeos, Laurence Boone, quien afirmó que París “vigilará” al nuevo Gobierno italiano. “Una falta de respeto hacia el pueblo italiano”, denunció Meloni. Consciente de la inquietud que su victoria en las urnas despertó en las cancillerías europeas, la líder de Hermanos de Italia no tardó en confirmar la posición internacional del nuevo Ejecutivo italiano y reivindicó su compromiso con las instituciones europeas, que incluye el respeto de las “normas en vigor” en materia presupuestaria.

En su primera intervención ante la Cámara de los Diputados y visiblemente nerviosa, Meloni aseguró que su Gobierno no pretende “sabotear la Unión Europea”, sino favorecer una “integración más eficaz” que permita “afrontar los desafíos” a los que se enfrenta “con espíritu constructivo, pero sin complejos de inferioridad”. Y respecto a la posición de Roma frente a la invasión rusa de Ucrania, Meloni confirmó que mantendrá su apoyo al “valiente pueblo ucraniano” y no cederá “a la extorsión” del presidente ruso Vladimir Putin, uno de los mejores amigos de Berlusconi, socio en la coalición de Gobierno.

Arropada por sus dos vicepresidentes, Matteo Salvini y Antonio Tajani, Meloni respondió a los ataques de la oposición, que la recordaron su cambio de postura frente a la UE y la moneda única, y criticó los movimientos de Alemania durante la crisis energética. “Siempre citan a Orban, pero ¿lo que ha hecho Alemania en las últimas semanas es europeísmo? “Han construido la imagen del monstruo. “Han construido la imagen del monstruo y cuando es difícil demostrar que el monstruo existe, se dice que el monstruo retrocede o da un bandazo”, zanjó.

Durante más de una hora de discurso, interrumpido por los aplausos de los diputados del bloque conservador, Meloni esbozó la hoja de ruta con la que aspira a gobernar los próximos cinco años, que incluye una amnistía fiscal, incentivos para el empleo femenino y aumentar la búsqueda de gas en su mar territorial. La primera ministra italiana propuso, además, una reforma Constitucional para introducir un sistema presidencialista, inspirado en el semipresidencialismo francés, que garantice estabilidad política. “En los últimos años, Italia ha tenido un gobierno cada dos años”, recordó la líder de Hermanos de Italia, que responsabilizó a esa inestabilidad de la “débil” capacidad negociadora del país a nivel internacional, que perjudica las inversiones extranjeras.

A sus 45 años, el nuevo presidente del Consejo de Ministros italiano –declinado en masculino por expreso deseo de la interesada- es la primera mujer en encabezar un Ejecutivo en el país transalpino. “Con una mujer ‘premier’ se ha roto el pesado techo de cristal”, lanzó con orgullo Meloni. Y citó –sólo con el nombre- a algunas de las mujeres que “por impulso o por amor” abrieron las puertas a otras mujeres en Italia, como la educadora Maria Montessori, la Premio Nobel Grazia Deledda o Tina Anselmi, primera mujer en ocupar el cargo de ministro.

La llegada de Meloni al poder, después de que su partido fuera el más votado dentro de la coalición de derechas que ganó las elecciones el pasado 25 de septiembre, llevó por primera vez a Palacio Chigi al líder de un partido postfascista. Un tabú histórico que, como el techo de cristal, Meloni trató de romper este martes.

La líder de Hermanos de Italia, que inició su carrera en las juventudes del postfascista partido Movimiento Social Italiano, quiso acabar con la ambigüedad que ha rodeado siempre su figura política y la de su formación, donde algunos de sus miembros no ocultan su admiración por la figura de Benito Mussolini -entre ellos el actual presidente del Senado, Ignazio La Russa-, y aseguró que “nunca” había “sentido simpatía por ningún régimen anti-democrático, incluido el fascismo”, y condenó las leyes raciales aprobadas durante la dictadura del Duce.