Sangre, ron y dos muertos en una fiesta en el Caribe colombiano vinculada al narco

La fiesta para celebrar el cumpleaños del joven Jonathan Ospino tenía todos los ingredientes de los grandes momentos. Hombres poderosos, música en directo, regalos de lujo y mucho ron. Sin embargo, algo salió mal y la reunión terminó con sangre y escenas de miedo en medio de disparos de fusiles y pistolas. Ocurrió en el Salgar (Puerto Colombia), en La Guajira, en el Caribe colombiano, y el incidente dejó dos muertos y varios heridos, algunos de ellos grabados por los invitados en una serie de vídeos que han impactado a los colombianos por su crudeza.

El tiroteo se originó, según la policía de Barranquilla, tras una discusión iniciada por uno de los asistentes cuando intentó sobrepasarse con una mujer en un presunto episodio de acoso sexual, según explican medios colombianos. Uno de los vídeos muestra el momento en que unos hombres se dirigen a la mesa principal de la fiesta armados con un rifle.

Los músicos contratados para tocar en la fiesta, celebrada en una finca alquilada para grandes eventos junto al mar, se esconden cuando comienzan a escucharse tiros con armas de fuego. En un video de seguridad se observa como una furgoneta blindada que llevaba a uno de los heridos, identificado después como Jonathan Ospino Montero, de 21 años, -quien había recibido seis disparos-, invadió el carril contrario y se estrelló contra un taxi que transportaba a una familia.

Jonathan Ospino era un universitario venezolano y probablemente tenía vínculos con Álvaro Luis Ospino Illera, conocido con el alias de “Negro Dominga”. Según el diario El Tiempo, “su nombre apareció en 2018 relacionado con el narcotraficante venezolano Walid Makled, extraditado a Estados Unidos en 2011″.

Entre las hipótesis que manejan las autoridades se baraja que haya podido ser una banda mafiosa de venezolanos la que se enfrentó con otra de La Guajira y de Santa Marta.

En un audio grabado por uno de los asistentes, se escucha cómo relata los hechos e incluso describe cuando una persona que había sido disparada es degollada con “un pico de botella”.

Otro vídeo revela una escena en la que los invitados se esconden detrás de una tarima donde actuaba una orquesta en la fiesta de cumpleaños. Incluso en las imágenes se observa a un hombre con su camisa ensangrentada y portando un fusil. “Cállate”, le gritaba el hombre con el fusil a otra persona, quien al parecer intentaba calmarlo. Una tercera persona, Sebastián Escorcia Pérez, de 20 años, quedó herida y recibió atención médica en la Clínica Portoazul.

La prensa local informa de que las autoridades se han puesto en alerta porque la mafia del lugar planea vengar a los muertos del tiroteo en Salgar.

Jorge Urquijo, comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, dijo después del incidente que todo ocurrió por una vendetta entre bandas traficantes. “Algunos de los que estaban allí pueden ser familiares o tienen relación con personas que en épocas pasadas tuvieron investigaciones o deudas pendientes con la justicia por vínculos con el narcotráfico. Esto lo tenemos nosotros en nuestro radar y es una de nuestras hipótesis”, indicó.