Desafío

Putin: “Occidente quiere exterminarnos, pero su dominación ha terminado”

El mandatario ruso realiza un agresivo discurso durante el club de debate Valdai sobre seguridad internacional

El presidente ruso, Vladimir Putin, ha hablado en contadas ocasiones desde aquel fatídico 24 de febrero, día en que las tropas de su país invadieron la vecina Ucrania. Este jueves tuvo lugar la reunión del club de debate Valdai, un encuentro que se celebra cada año a las afueras de Moscú y que reúne a expertos en política nacional e internacional para tratar los temas más candentes de la actualidad. La intervención del presidente ruso en dicho foro congregó hoy a un enorme contingente de periodistas, deseosos de escuchar en boca del jefe del Kremlin las novedades de esta nueva situación mundial provocada por el conflicto de Ucrania. Putin, como suele ocurrir en este tipo de eventos, no defraudó y tocó todos los temas propuestos, incluyendo los más espinosos, sabedor de que se encuentra en el centro de la escena internacional por la invasión ucraniana.

El jefe del Kremlin no dejó de hablar de la relación de Rusia con Occidente, convirtiéndose en el tema estrella de su intervención. Su dedo acusador volvió a dirigirse a aquellos países que, según él, no quieren la estabilidad de su país. Para Putin, Occidente está jugando un «juego peligroso, sangriento y sucio», con todo lo relacionado con Ucrania, dando por hecho que tarde o temprano Estados Unidos y sus aliados deberán hablar con Rusia. «El diálogo entre Rusia, Occidente y otros centros de desarrollo se volverá más importante en el nuevo orden mundial», aseguró el líder ruso, quien aprovechó la ocasión para afirmar que Occidente está cegado por el colonialismo y está tratando de contener al resto del mundo.

Aunque quiso dar muchos detalles sobre el plan trazado por su país en lo referente a la campaña militar ucraniana, el presidente ruso afirmó que la operación especial puesta en marcha el pasado mes de febrero sigue «su curso», aunque no quiso dar más detalles. «No considero necesario revelar los planes del Estado Mayor de la Federación de Rusia», apostilló el presidente ruso, insistiendo en que Ucrania es un «Estado artificial creado por los bolcheviques» y que es «un hecho histórico» que siempre ha sido el mismo pueblo que Rusia, una teoría que nunca ha dejado de defender.

«En Ucrania, los nacionalistas se están fusionando con los neonazis», y los representantes del régimen de Kyiv están listos para luchar contra Rusia hasta el último ucraniano, pero protegen sus miles de millones robados en los bancos occidentales.

Los augurios de Putin para el mundo no parecen ser los más halagüeños, considerando que el mundo se encuentra ante «una frontera histórica, la década más peligrosa desde la Segunda Guerra Mundial», en palabras del jefe del Kremlin. «Mientras existan las armas nucleares siempre existirá el peligro de su uso», avisó Putin, que amenaza con usar armas nucleares tácticas en Ucrania.

La pregunta que todos estaban esperando, finalmente fue formulada. Todos querían saber cuándo puede terminar la guerra en Ucrania y si Rusia está dispuesta a sentarse a negociar para acercar posturas para poner fin al conflicto armado. Putin afirmó que «Rusia ha dicho muchas veces que está lista para negociar con Ucrania, pero el régimen de Kyiv ha decidido no continuar con las negociaciones». «Aquellos que implementan la política en Washington pueden resolver muy rápidamente el problema de Ucrania con la ayuda de la diplomacia, solo necesitan enviar una señal», agregó el mandatario ruso, abierto a terminar lo antes posible con la guerra bajo sus condiciones, claro.

Consciente de que el mundo entero le acusa de ser el causante de los males actuales, el presidente ruso quiso dar un consejo a europeos y estadounidenses: «Luchen por salarios más altos, no crean que Rusia es su enemigo».

Además de sus diatribas contra Occidente, Putin abordó otros temas de la actualidad internacional, como su relación con China o el conflicto que Pekín mantiene con Taiwán por su deseo de desvincularse del gigante asiático. Para el jefe del Kremlin «Taiwán es una parte integral de China continental, todos los gestos de los representantes estadounidenses que visitan allí son una provocación», cuestionando la normalidad de Estados Unidos, que, en el contexto de la oposición de Rusia, está dañando las relaciones con China. «No hay ni una pizca de idea, tontería y desparpajo», expresó el líder ruso.

Por último, y entre otro orden de cosas, el mandatario ruso quiso comentar la polémica surgida tras la publicación de las conversaciones mantenidas con su homólogo francés, Emmanuel Macron. Putin que condenó lo ocurrido, quiso denunciar que las llamadas telefónicas entre muchos de los líderes mundiales son escuchadas por poderes interesados recalcando que «se deben respetar los formatos de comunicación entre los jefes de Estado mundiales, de lo contrario se pierde la confianza y es indecente».

Antes de despedirse de los asistentes, Putin quiso agradecer la invitación del presidente de Indonesia para participar en la próxima cumbre del G-20, que se celebrará los próximos 15 y 16 de noviembre en Bali, sin confirmar su presencia, aunque garantizando que su país estará representado a un alto nivel político.