Acusaciones

Rusia culpa a la Marina británica de destruir el Nord Stream, cuya voladura pudo liberar armas químicas de la Segunda Guerra Mundial

Moscú asegura que Reino Unido planeó el ataque para evitar que llegue gas ruso a Alemania

La fuga de gas del gasoducto Nord Stream 2 en el mar Báltico, en la isla danesa de Bornholm, el pasado 27 de septiembre
La fuga de gas del gasoducto Nord Stream 2 en el mar Báltico, en la isla danesa de Bornholm, el pasado 27 de septiembreDPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

Las explosiones que presuntamente causaron los daños a los gaseoductos Nord Stream 1 y 2 pueden haber liberado armas químicas enterradas en el lecho marino, según expertos citados por el diario sueco “Dagens Nyheter”. Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, los Aliados hundieron en varios emplazamientos del mar Báltico municiones fabricadas por la Alemania nazi, señala el diario.

Precisamente hoy Moscú ha señalado a la Marina británica como responsable de las explosiones que provocaron sendas fugas en los gasoductos Nord Stream 1 y 2 a finales de septiembre. “Según la información disponible, fueron representantes de esta unidad de la Marina británica los que participaron en la planificación, preparación y ejecución de un ataque terrorista en el mar Báltico el 26 de septiembre de este año”, ha apuntado el Ministerio de Defensa ruso en un comunicado.

Un antiguo oficial de la Marina británica ha respondido que se trata de “una pura mentira”. “Todos sabemos que lo hicieron los rusos”, ha declarado el antiguo vicealmirante Chris Parry en declaraciones a Sky News. “Siempre hay que sospechar de lo que dice el Ministerio de Defensa. Difícilmente se puede considerar que sea el Ministerio de la Verdad”, ha indicado.

“La propaganda rusa siempre acusa a todo el mundo de hacer lo que han hecho ellos en realidad. Ni la Marina Real ni nadie de la industria marítima británica tiene capacidad para volar esos conductos”, ha añadido.

Se cree que al menos 50 metros de conducto fueron destruidos por “explosiones potentes” que causaron hasta cuatro hendiduras, según la investigación de la Policía danesa. Las autoridades danesas, alemanas y suecas trabajan para esclarecer lo ocurrido, pero por el momento no hay ningún resultado concreto que se haya publicado.

Los dirigentes occidentales no han acusado directamente a Rusia por este incidente, la UE recurrentemente reprocha a Moscú que utilice el gas y su suministro como un arma.

Armas químicas dentro del mar

Las explosiones para destruir el gasoducto se produjeron en un lugar donde los aliados de la Segunda Guerra Mundial hundieron en varios emplazamientos del mar Báltico municiones fabricadas por la Alemania nazi, señala el diario sueco “Dagens Nyheter”.

Entre ellas se cuentan 30.000 toneladas de proyectiles rellenos de gas mostaza y otras sustancias tóxicas que fueron arrojadas cerca de la isla de danesa de Bornholm, en la zona donde se detectaron las fugas en los gaseoductos a finales de septiembre.

Las ondas de la explosión pueden haber destruido contenedores de munición, mientras que otros se han oxidado con el paso del tiempo, liberando toxinas al lecho marino que probablemente han sido desplazadas por las fugas de gas, según el experto Jacek Beldowski.

El profesor del Instituto de Oceanografía de la Academia de las Ciencias Polaca explicó que han sido tomadas varias muestras de la zona que serán analizadas por el Instituto de Investigación Militar de Varsovia en busca de agentes químicos.

Los investigadores subrayan que la liberación de las toxinas no supondría un riesgo directo para los seres humanos pero que si, en lugar de permanecer en los sedimentos del fondo, se desplazan por el agua, pueden causar mutaciones y desórdenes varios en los organismos marinos.

La marina sueca anunció el pasado miércoles que está examinando la zona del siniestro con independencia del proceso penal, mientras que la fiscalía informó el viernes de la apertura de una investigación complementaria en la escena de los hechos.

Ninguna de dichas instituciones detalló qué clase de indicios están buscando, después de que las investigaciones preliminares danesas y suecas reforzaran la hipótesis de un acto de sabotaje, aunque sin arrojar luz sobre la autoría.

El ministro de Defensa danés, Morten Bodskov, ya advirtió a mediados de mes de la presencia de abundante munición de la II Guerra mundial en el lecho marino, algo que según dijo ralentizaría las investigaciones.

A finales de septiembre se detectaron cuatro fugas en los dos gaseoductos fuera de servicio, dos de ellas en la zona económica exclusiva danesa y dos en la sueca. Este sábado Moscú acusó a Gran Bretaña de estar detrás del sabotaje de los conductos, aunque sin aportar ninguna evidencia, mientras que en Occidente impera la sospecha de que fueron dañados por iniciativa rusa para desestabilizar a Europa en el contexto de la crisis energética.