Así es la carrera armamentística entre Argelia y Marruecos que puede desestabilizar el Mediterráneo y arrastrar a España

El pasado mes de octubre Argelia daba a conocer su presupuesto de Defensa para el próximo año 2023: 23.300 millones de euros, un 130% por encima del de este ejercicio, una cantidad que representa más del 15% del PIB argelino frente al 5,5% en 2022. Esta cantidad incluye por primera vez algo más 5.000 millones para financiar operaciones militares fuera del territorio argelino. después de que una reforma constitucional en 2020 diera “permiso” al despliegue de unidades del ejército argelino fuera de sus fronteras. Argelia también ha asignado 8.500 millones para financiar nuevas adquisiciones de proveedores internacionales.

Según medios marroquíes, “la subida del gasto militar hace que más del 15,6% del PIB de Argelia se dedique a las Fuerzas Armadas, “un porcentaje estratosférico, que distingue a Argelia del resto del mundo: ningún país dedica el 15% de su PIB al presupuesto de su ejército”, asegura Le360. Según decidió el presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune , el presupuesto del ejército (y la diplomacia) quedan excluidos de cualquier debate en el seno del parlamento.

“Es una prueba de que son los generales quienes marcan las prioridades del Estado argelino y quienes determinan, no solo las políticas sino también el desglose del presupuesto”, comenta Mohamed Bouden, politólogo, presidente del Atlas Center para el análisis de indicadores políticos e institucionales. La visita prevista del presidente Tebboune a Rusia y los contratos de compra de armas que se firmarán podrían explicar este aumento.

Para Mohamed Chiker, profesor universitario y especialista en asuntos militares, el régimen argelino pretende con esta fuerte inversión compensar su gran retraso tecnológico en el campo del armamento. “Hasta ahora, el ejército argelino siempre se ha decantado por la artillería pesada rusa, que ha demostrado su ineficacia en el conflicto con Ucrania. El régimen ve que Marruecos está invirtiendo en equipos modernos, como F-16 o drones turcos o israelíes, en alianzas sólidas, basadas en transferencias de tecnología, y en equipos de última generación en materia de vigilancia e inteligencia militar”.

Presupuesto marroquí

Por lo que se refiere a Marruecos, el Gobierno alauíta también incrementa ligeramente su presupuesto para 2023, pero en una cuantía muy inferior: el proyecto de ley de finanzas asignó a Defensa unos 12.000 millones euros, unos 400 millones más que en 2022. Este incremento permitirá a las Fuerzas Armadas Reales (FAR) marroquíes seguir con los programas de modernización, que se vienen incrementando en los últimos años y que han llevado también a la monarquía magrebí a un fuerte rearme.

En 2022, Marruecos dedicó 4.800 millones de dólares a armamento (esto es el equivalente al 4% de su PIB). Lejos de las previsiones argelinas.

Si comparamos ambos países árabes con España, Argelia gasta casi el doble de los 12.825 de España, incluidos los programas especiales de modernizaciónes (sin ellos sería apenas 7.752 millones), a pesar del fuerte incremento que ha dado el Gobierno de Sánchez a esta partida, y Marruecos algo menos, pero casi a la par que España.

Argelia quiere depender no solo de Rusia

En Argelia, buena parte del incremento del presupuesto militar lo genera, directa o indirectamente, la propia guerra en Ucrania, pues ha sido sobre todo la subida del petróleo y del gas lo que aumentado los ingresos del Gobierno.

¿Realmente tiene necesidad Argelia de incrementar tanto su presupuesto militar? Según el analista de temas de defensa Timothy Arsh, en un artículo publicado en el medio digital Defense-Aerospace, además de la obsolescencia que amenaza a muchos sectores de las fuerzas armadas argelinas (electrónica de defensa, control de incendios, munición compleja, etc.); la razón más importante es que el 80% de sus armas provienen de Rusia y el Gobierno argelino está preocupado por la superioridad tecnológica occidental que se está viendo en Ucrania.

Por lo tanto, parte de este aumento presupuestario debería dedicarse a la adquisición de equipos fuera de Rusia, barajándose opciones como Turquía, Irán, China o, incluso, algún país occidental. Esta decisión debería tomarse rápidamente pues las sanciones a Rusia podrían bloquear determinadas compras ya realizadas e, incluso, afectar a la propia Argelia por su “asociación” con Moscú.

Argelia compra drones chinos, emiratíes y turcos

Un ejemplo claro es el caso de los drones, tanto para misiones de vigilancia como los de combate: Argelia ha optado casi exclusivamente por las aeronaves no tripuladas de origen chino y emiratí. Para su fuerza de drones de ataque, la fuerza aérea argelina utiliza una flotilla de CH-3A y CH-4B Rainbow CASC chinos y los drones emiratíes Adcom Yabhon Flash 20 y United 40, rebautizados como El-Djazair-54 y 55 para sus versiones argelinas. Además, y para aumentar esa diversificación, se han adquirido también seis drones Aksungur de Turkish Aerospace Industries (TAI). Argelia es así el primer comprador internacional de este MALE UAV.

En cualquier caso, la “alianza” de Argelia con Rusia le deja joyas como los seis submarinos de su Armada: cuatro 636 de fabricación rusa, más otros dos que deberían llegar en breve si se cumplen los plazos previstos, aunque la guerra en Ucrania podría retrasarlo. Los dos de la clase Kilo, en concreto el modelo 877EKM, están entre los más silenciosos del mundo de propulsión diésel-eléctrica. A estos habría que sumar los dos modernizados de la clase 877, también de diseño soviético.

Los de la clase Kilo, con muy escasa señal, son capaces de permanecer bajo superficie 45 días; transportan una dotación de 52 personas e incorporan 6 tubos lanzatorpedos de 553 mm; 18 torpedos o 24 minas; ocho misiles Strela 3M y cuatro Kalibr 3M54K. e incorporan cuatro misiles Kalibr. Este arma es sin duda la mayor amenaza a la seguridad de España y a la del resto de Europa occidental.

Esto supone un salto cualitativo al situarse como el único país del Mediterráneo, junto a Israel, con capacidad de lanzar misiles de ataque a tierra desde un submarino. Ni los países árabes del Mediterráneo ni los de la orilla europea tienen en estos momentos esta capacidad de lanzar misiles tácticos desde sus submarinos a tierra firme, ni siquiera Francia, mientras no entren en servicio los misiles tácticos SCALP en sus nuevos sumergibles de la clase Barracuda o España dote a sus S-80 con misiles de crucero UGM-109S Tomahawk o similares, lo que permitiría un cierto equilibrio estratégico y disuasorio en la zona con esta delicada materia, aunque por el momento no está previsto, aunque la capacidad la tienen. De hecho, según confirmó la Armada el pasado año, “en estos momentos no está previsto (comprarlos), aunque no está descartado en el futuro disponer de ellos”, y reiteraron que, “de hecho, el submarino se ha construido con la reserva de espacio y peso para poder embarcarlo”.

En el mundo sólo EE.UU., Rusia, China, Corea del Norte y Reino Unido tienen esa capacidad para lanzar el misil desde un submarino y destruir objetivos terrestres.

Misiles Kalibr con 2.400 km. de alcance. El Kalibr es un misil de crucero subsónico de seis metros de largo diseñado para volar bajo a través del espacio aéreo enemigo. La versión de ataque terrestre tiene un alcance de hasta 2.400 kilómetros a mach 3 y una ojiva explosiva que pesa media tonelada. También puede transportar una cabeza nuclear a 1.500 kilómetros de distancia. Según los expertos equivaldría al misil Tomahawk estadounidense. Las fuerzas rusas han utilizado misiles Kalibr contra objetivos contrarios al régimen en Siria y en los últimos meses también en Ucrania. Esto supone que tenemos un potencial enemigo en el flanco sur que podría poner un misil de crucero desde uno de sus submarinos en cualquier punto de España sin la más mínima capacidad de respuesta.

A ello se une una potente flota de helicópteros de combate, aviones de transporte y de patrulla marítima, helicópteros navales EH-101, seis corbetas de reciente adquisición en China y Rusia y dos fragatas Meko A-200, y una flota de carros de combate que supera el millar.

Posible base naval de Rusia en Argelia. A todo esto, hay otro factor más añadido y es el deseo de Rusia de instalar una base naval en Argelia, a apenas 200 kilómetros de España, lo que cobraría sentido tras las amenazas de Putin por la posible ampliación de la OTAN a Ucrania, Finlandia y Suecia.

El presupuesto de Marruecos

En cuanto a Marruecos, también continúa el aumento en el gasto militar iniciado hace unos años. De cara a 2023, el artículo 38 de la Ley de Finanzas asegura que el monto de los gastos que la Defensa Nacional está autorizadao a realizar durante dicho ejercicio presupuestario, con cargo a la cuenta de gastos de dotación denominada “Adquisición y reparación de equipos de las Reales Fuerzas Armadas y apoyo al desarrollo de la industria de defensa”, se fija en 119.766 millones de dirhams. En total, unos 12.000 millones de euros, un 10% del gasto total de inversión del Reino.

Al respecto, cabe señalar que la modificación del artículo 43 de la ley de finanzas de 1969 incluye como objetivo el desarrollo de la industria de defensa. Aquí también, la diversificación es la palabra clave y, si Turquía puede disfrutar de los dinares argelinos, Israel ya está trabajando para suministrar algunos de sus sistemas más avanzados a Marruecos.

En octubre de 2021 se elaboró una hoja de ruta en materia de defensa que incluía, en matería de drones de vigilancia tres ISR Heron (por 48 millones de dólares), 150 UAS pequeños de Blue Bird (IAI) por 50 millones, y probablemente el Hermes 900 (5 uniadades); además, también aeronaves no tripuladas de ataque como los drones suicidas Harop-2, de 2,5 metros de largo y tres de anchura que puede volar hasta siete horas y más de 1.000 kilómetros con una carga de 20 kilógramos de explosivos; sistemas de defensa aérea y antimisiles Barak-MX (cuatro baterías de la israelí IAI por 500 millones de dólares).

Según el diario israelí Globes , que citaba fuentes internacionales involucradas en el comercio de sistemas de defensa, Israel Aerospace Industries, una empresa de construcción aeronáutica israelí encabezada por Amir Peretz, exministro de Defensa del Estado hebreo, ha llegado a un acuerdo con Marruecos para suministrar este sistema de defensa, “flexible y modular y que puede proteger contra una variedad de amenazas de misiles y vehículos aéreos no tripulados o drones”.

El sistema permite la gestión de tres tipos de interceptores de la familia Barak de IAI: Barak-MRAD, un motor de cohete de un solo pulso, que intercepta misiles a distancias de hasta 35 kilómetros; Barak-LRAD, un motor de cohete de doble pulso, que intercepta misiles hasta rangos de 70 kilómetros; y el motor cohete de doble pulso Barak-ER, así como un refuerzo adicional para un alcance de 150 kilómetros.

Barak-MX cuenta además con el apoyo de radar y varios lanzadores para la mejor cobertura de aviones de combate, helicópteros, drones, misiles de crucero, misiles tierra-aire y misiles tierra-tierra.

Otra de las armas que quiere Marruecos es el misil de precisión Spike-NLOS, lanzados desde vehículos o aerotransportados con hasta 50 kilómetros de alcance, también de la israelí Rafael Advance Defense Systems; o misiles de crucero Delilah, de la empresa Israel Military Industries (IMI) que actualmente fabrica Elbit Systems, en la que está integrada, y que tiene la capacidad de alcanzar objetivos terrestres y marítimos, tanto estacionarios como en movimiento, a 250 kilómetros de distancia del punto de lanzamiento.

Marruecos confía en lograr la aprobación de las autoridades israelíes con la ayuda del lobby formado por judíos de origen marroquí. Con esta nueva arma Marruecos busca modernizar los cazas F-5 de su fuerza aérea y en los que también quiere incluir características como radar de control de tiro AESA, pantallas digitales o enlace de datos avanzado, entre otras.

Marruecos, en los últimos cinco años (2017-2022) ha gastado cerca de 20.000 millones de dólares en la compra de armas y para el periodo 2023 -2027, esta cantidad alcanzará los 25.000 millones. Aquí sí que podrían entrar en juego elementos más desestabilizadores como la llegada de aviones F-35, el mismo por el que suspira la Armada española, fragatas FREMM... y, sobre todo, submarinos Scorpene.

Destaca la compra de cuatro drones “MQ-9B SeaGuardian” a Estados Unidos. Es el mismo modelo adquirido también por España, aunque en el caso marroquí sus aeronaves no tripuladas incluyen con probabilidad la capacidad de portar armamento. También Rabat formalizó la adquisición de hasta 36 helicópteros de combate AH-64E Apache (24 en firme y 12 más como opción posible), un arma eminentemente ofensiva Otra operación destacada supone la adquisición de 25 aviones de combate F-16 a Lockheed Martin, más la modernización de otros 23 del mismo modelo que ya figuran en la flota aérea del país.

Poco antes se aprobó igualmente la mejora de 162 carros de combateAbrams M1A1 marroquíes, procedentes de los más de dos centenares de unidades, de segunda mano, que EE UU se comprometió en 2012 a transferir al país norteafricano. Otras llamativas ventas a Marruecos son una decena de misiles antibuque Harpoony 25 blindados de recuperación M88A2 Hercules.

Más importante fue la compra de tres fragatas clase SIGMA, dotadas de armamento y sistemas electrónicos de última generación y de una fragata clase FREMM, de 6.000 toneladas y 142 metros de eslora, que es una de las unidades de combate más modernas de la región. A todo esto hay que sumarle la apertura de una base naval de operaciones en Ksar Sghir, a 30 kilómetros de Tánger, lo que da idea del salto cualitativo y cuantitativo que ha dado la Armada marroquí.

El siguiente paso que tienen en mente es dotarse de tres o cuatro submarinos convencionales de última generación, lo que la convertiría en una de las marinas más importantes del Mediterráneo Occidental, en clara competencia con España y Argelia. En cualquier caso, al carecer Marruecos de experiencia en este campo, el proceso puede resultar largo. Aunque los Scorpene franceses son los que tienen más opciones, no hay que descartar que el país vecino se decante por los S-80 españoles o los alemanes, con los que también cuenta Italia.