Rusia ordena a sus tropas retirarse de la ciudad clave de Jersón

Se vislumbra una nueva gran victoria para las fuerzas ucranianas. Rusia anunció la retirada total de la ciudad de Jersón y el área en el flanco derecho del río Dniéper a menos de dos meses después de decidir incorporarlos por la fuerza a su propio territorio.

La decisión se presentó como tomada naturalmente en una conversación televisada entre el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, y el comandante de las fuerzas rusas en Ucrania, el general Sergei Surovikin. Surovikin dijo que las tropas rusas en el área corren el riesgo de quedar completamente aisladas debido a los ataques ucranianos contra las rutas logísticas que cruzan el río. Sugirió que el Ejército ruso debería retirarse de la ciudad y prepararse para la defensa en el margen izquierdo del río, supuestamente «para preservar la vida de los soldados rusos».

El anuncio se produjo el mismo día en que aparecieron informes de que los rusos habían volado cinco puentes en la zona en un esfuerzo por frenar el avance ucraniano. Un diputado local ucraniano, Sergiy Hlan, también afirmó que la defensa rusa se estaba derrumbando. En un desarrollo curioso, fuentes rusas confirmaron que uno de los colaboradores de alto perfil y funcionarios designados por Rusia en la región, Kiril Stremousov, murió en un accidente de tráfico. Imágenes de su automóvil, que aparentemente se partió en dos en una colisión con un camión, fueron publicadas por medios afiliados al estado ruso. La noticia fue confirmada por una fuente anónima en la oficina presidencial de Ucrania.

La derrota de Rusia en Jersón se ha pronosticado durante meses, ya que Ucrania logró dañar los únicos puentes que cruzan el río y continuó destruyendo los cruces improvisados rusos, con sus tropas desabastecidas y sufriendo un gran número de bajas. Sin embargo, el ataque ucraniano que condujo a un rápido éxito a principios de octubre aparentemente se estancó cuando Rusia reforzó sus tropas en el área con soldados recién movilizados. Su Ejército parecía abandonar la ciudad poco a poco ya durante semanas pero las autoridades ucranianas se mostraron cautelosas sobre lo que podría significar.

El asesor del presidente de Ucrania, Myjailo Podoliak, advirtió ayer contra las conclusiones rápidas después del anuncio oficial de la retirada rusa. «Ucrania no ve señales de que Rusia se vaya de Jersón sin luchar. Una parte significativa del grupo ruso se mantiene en la ciudad y se atraen reservas adicionales a la región», recordó Podoliak.

Otros funcionarios ucranianos, como los jefes de las administraciones regionales de Mykolaiv y Jersón, también advirtieron contra tomar las afirmaciones rusas al pie de la letra.

«¡Si los rusos dicen algo, entonces harán lo contrario!», escribió el gobernador de Mykolaiv Vitalii Kim. El jefe de la administración de Zelenski, Andriy Yermak, insinuó que el anuncio ruso puede ser una trampa y escribió: «Algunas personas piensan que son muy astutas… Pero estamos un paso adelante».

La naturaleza enfáticamente pública de la decisión rusa de retirarse puede ser una señal de que Rusia aprendió de su manejo desastroso de las grandes derrotas militares anteriores en Ucrania cuando calificó sus repliegues como «gesto de buena voluntad» o «maniobras tácticas», lo que provocó burlas y fuertes críticas internas.

Si las tropas rusas realmente abandonan Jersón, esto se convertiría en otro golpe mayor a su desastrosa campaña militar en Ucrania. La ciudad fue el único centro regional que Rusia logró capturar en más de ocho meses de invasión. Es importante para asegurar una de las rutas de posible avance hacia Crimea y sirvió como base para los repetidos intentos rusos de avanzar hacia Mykolaiv, Odesa y Kryviy Rih. Si Ucrania logra capturar a Jersón, tendrá bajo su control dos de los cuatro centros de las regiones que Rusia anexó ilegalmente hace más de un mes. En las últimas semanas de lucha, Kyiv ha tomado iniciativa mientras que el Ejército ruso continúa manteniendo la línea en Zaporiyia y tratando de avanzar en partes de Donetsk. Con el gran número de soldados rusos recién movilizados, las pérdidas rusas diarias aumentaron a unos 700-800 muertos en combate, según el Gobierno de Ucrania.

Los ucranianos reaccionan a la noticia de la retirada rusa con una alegría sorda. Existe una tranquila certeza de que lo que está sucediendo es el resultado de meses de trabajo de los soldados ucranianos y la ayuda de socios extranjeros. Existe la expectativa de que los éxitos no se limiten a Jersón con el Ejército ucraniano avanzando en Lugansk. Además, sin comunicación, crece el temor por los residentes restantes, la mayoría ancianos y enfermos.

También aumenta la desconfianza hacia las cada vez más numerosas voces que exponen que Rusia está lista para las negociaciones dada la situación sobre el terreno.