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Tras tomar Jersón, así podría Ucrania reconquistar Crimea estrangulando el istmo de Perekop, puerta de entrada a la península

Rusia estaría fortificando sus posiciones defensivas en los puestos de control de Chonhar y en la parte noroeste, cerca de Armyansk, en el territorio ocupado desde 2014

Lo que hace unas semanas podía sonar a ciencia ficción o a un futuro distópico solo en la cabeza de los más visionarios, comienza a verse como una posibilidad, muy remota, pero posibilidad al fin y al cabo.

La decisión de Rusia de abandonar la región ocupada de Jersón para defender el margen occidental del río Dniéper, ordenada por el ministro de Defensa de Rusia, Sergei Shoigu, podría no ser solo un repliegue táctico o una estrategia militar para defender mantener las posiciones. Podríamos estar ante un cambio clave en el futuro de la guerra, un punto de inflexión fruto de casi nueve meses de combates con un ejército ruso agotado, sin posibilidad de un relevo a corto plazo y cuya moral, ya de por sí débil, podría derrumbarse y hacer que las líneas caigan como un castillo de naipes.

Guerra de Ucrania
Guerra de UcraniaMiguel Roselló
Rusia se retirará de la ciudad clave ucraniana de Jersón
Rusia se retirará de la ciudad clave ucraniana de JersónGraphic News

Las autoridades rusas podrían enfrentarse, incluso, al peligro de una deserción masiva, razón por la queestán empezando a incorporar a sus filas a soldados uzbekos o tayijos, que combaten a cambio de recibir la nacionalidad rusa de forma acelerada, además de obtener unos ingresos que les permitan mejorar su calidad de vida. De hecho, algunas voces dentro de las fuerzas armadas rusas y las autoridades prorrusas de las regiones de Donetsk o Lugansk están ya pidiendo la creación de “brigadas internacionales” de luchadores norcoreanos, iraníes, sirios y de cualquier otro lugar del mundo que quieran luchar contra Occidente, al estilo de las que la propia Unión Soviética creo para luchar contra Franco en España.

Y es que el mayor peligro para Rusia desde un punto de vista militar, no es ya tanto ser expulsados de los territorios ocupados en febrero sino, incluso, perder la península de Crimea, anexionada por Putin en 2014. Desde la región recuperada de Jersón, los ucranianos, con sus obuses de fabricación europea y sus lanzacohetes de fabricación estadounidense tipo HIMARS, pueden atacar fácilmente el istmo de Perekop, la puerta de entrada a la península, una franja de tierra de tres millas de ancho, a 72 kilómetros al sur de Jersón, que conecta la península de Crimea ocupada por los rusos con el óblast de Jersón al sur del Dnipro.

La importancia del istmo de Perekop

El istmo de Perekop es una franja de tierra ubicada entre Ucrania y la península de Crimea que une esta con el resto del continente europeo, a la vez que separa el mar de Sivash del mar Negro. Su anchura oscila entre los cinco y los siete kilómetros. Además, a través del istmo pasa el canal de Crimea del Norte. Debido a su importancia estratégica, ha sido históricamente escenario de duros combates por la conquista de Crimea. Para su defensa, ya en tiempos antiguos, griegos y tártaros construyeron una fortaleza, y hasta el siglo XV fue una importante colonia genovesa. A partir de 1783, el istmo perteneció a la Rusia imperial y en 1954, junto con la propia península, pasó a formar parte de la República Socialista Soviética de Ucrania.
Istmo de Perekov, clave para controlar el acceso a la península de Crimea
Istmo de Perekov, clave para controlar el acceso a la península de CrimeaGoogle Maps

Ante esta situación, Rusia podría estar pensando en reforzar la línea entre Mariupol, a orillas del Mar de Azov, y Zapoiriya, en el interior a orillas del Dniéper.

Y es que, aunque sobre los mapas la zona que une Donetsk con la región de Jersón pegada al mar de Azov y fronteriza con Crimea está en poder de los invasores rusos, lo cierto es que es un control débil y más teórico que real, agudizado en Melitopol, donde la resistencia ucraniana impide hablar de consolidación territorial, por muchos referéndum que se hayan hecho.

Sin embargo, la capacidad que tiene Rusia de crear una línea defensiva real para frenar la ofensiva ucraniana es muy limitada, al menos si lo que pretende es dotarla de medios y armamento suficiente y unidades de combate. Y es que es más que probable que no puedan disponer más que de unas cuantas decenas de miles de tropas bien equipadas y con experiencia como para mantener las posiciones y, llegado el caso, llevar a cabo una contraofensiva o realizar una retirada ordenada. Según la inteligencia militar de Estados Unidos, “Rusia probablemente tenga entre 20.000 y 30.000 soldados al norte del río Dniéper en esa zona”.

De hecho, “una vez que Jersón sea liberada y los ucranianos crucen el río Dniéper en número y capacidad significativos, los rusos tendrán que tomar una decisión difícil -señaló Luke Coffey, miembro del Instituto Hudson en Washington, D.C-: defender Mariupol o el istmo de Perekop. No veo cómo pueden hacer ambas cosas”.

El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky no ha ocultado su intención de liberar finalmente Crimea: “Tengo muchas ganas de ver el mar”.

Rusia pierde la mitad de sus tanques

Además, Colin Kahl, subsecretario de Defensa para Política, informa que es probable que Rusia haya perdido la mitad de sus principales carros de combate en la guerra y haya agotado la mayor parte de sus armas de precisión. Según el político estadounidense, “se trata de un gran fracaso estratégico del Kremlin”.

Y no debe tener tan claro Rusia la inexpugnabilidad de la península, cuando sus fuerzas están construyendo nuevas posiciones defensivas y renovando viejas trincheras en el norte de la Crimea ocupada en la frontera con Ucrania continental, según ha informado el analista de OSINT Benjamin Pittet en Twitter.

Entre el 12 de agosto y el 8 de octubre, según fotos satelitales, los rusos restauraron antiguas fortificaciones y construyeron nuevas posiciones defensivas en el puesto de control de Chonhar, en la frontera administrativa entre la región de Jersón y la Crimea ocupada. La situación es la misma en la parte noroeste de Crimea, cerca de Armyansk. Pittet también señaló que los rusos están construyendo posiciones de defensa en el distrito de Novotroitske Henichesk, en la región de Jersón.

Hasta ahora, y siempre según fuentes de Kiev, desde principios de octubre las tropas ucranianas han avanzado en dirección a Jersón unos 36,5 kilómetros y el territorio reconquistado alcanza los 1.381 kilómetros cuadrados, habiéndose restablecido el control sobre 41 localidades.

“Solo durante el último día , en dirección Petropavlivka-Novoraysk , las unidades de las Fuerzas de Defensa avanzaron siete kilómetros, tomaron el control de seis asentamientos, reconquistaron 107 kilómetros cuadrados de territorio. En la dirección Pervomayske-Jersón hemos avanzado siete kilómetros y tomado el control sobre seis asentamientos, siendo el área liberada de 157 kilómetros cuadrados″, señaló Valeriy Zaluzhny, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania.

Informe de situación - día 260
Informe de situación - día 260La Razón

Sobre cómo están avanzando, el general Oleksiy Hromov, subjefe del Departamento Operativo Principal del Estado Mayor General ucraniano, ha insistido en que “en dirección a Jersón, las fuerzas de defensa han destruido las rutas logísticas y el sistema de apoyo rusos, interrumpiendo su sistema de gestión de tropas. Por lo tanto, al enemigo no le quedó otra opción que huir. Pero por el momento, no podemos negar ni confirmar la información sobre la llamada retirada de tropas de Jersón. Continuamos la operación ofensiva de acuerdo con nuestro plan”.

Según los mandos militares rusos en la zona, el objetivo es organizar la defensa a lo largo de la línea de barrera del río Dniéper. De esta forma, el Ejército ruso transferirá sus unidades hacia este frente. “Además, parte de las fuerzas y medios serán liberados, los cuales serán utilizados para operaciones activas, incluso ofensivas en otros sentidos en la zona de operación”, han explicado.

Sin embargo, el asesor presidencial ucraniano Mijailo Podoliak ha reaccionado al anuncio de la retirada. “Las acciones dicen más que las palabras. No vemos signos de que Rusia vaya a abandonar Jersón sin luchar. Parte del contingente ruso continúa en la ciudad y se están enviando reservistas a la región”, ha indicado Podoliak.

Ucrania ha confirmado que Rusia ha volado los puentes sobre el río Dniéper. Los ocupantes han volado no solo los puentes de Darivka y de Tiahinka, sino también el puente de la salida de Snihurivka hacia Jersón a través del canal, el puente de Novokairi y el puente de Milove”, ha explicado el ‘número dos’ del Consejo Regional de Jersón, Sherhii Jlan, citado por la agencia de noticias Ukrinform.

“Los ocupantes están volando absolutamente todos los puentes de la rivera derecha de la región de Jersón”, ha señalado Jlan, que considera que el objetivo de Rusia ahora es frenar la ofensiva militar ucraniana.

Refuerzo de las posiciones rusas en Kozatske y Vesele

Además Jlan ha dado cuenta de un refuerzo de las posiciones rusas en Kozatske y Vesele, cerca de la presa y central hidroeléctrica de Kajovka, y de una fortificación rusa en Naddniprianske para garantizar la seguridad durante la retirada.

“La presión de nuestras Fuerzas Armadas ha hecho que los ocupantes estén intentando por todos los medios que no parezca un derrumbe total del frente, sino una retirada planificada”, según el ‘número dos’ del Consejo Regional de Jersón.

El general Sergey Surovikin, comandante de todas las fuerzas rusas en Ucrania, explicó los motivos de la retirada en un informe dirigido a Shoigu. Con el continuo bombardeo ucraniano de los depósitos de suministros, puentes y ferrocarriles, ya no es posible abastecer a decenas de miles de tropas rusas al norte del Dnipro, explicó Surovikin. Las posiciones defensivas al sur del Dnipro deberían ser mucho más sólidas y capaces de frenar un asalto ucraniano.

Crimea, que las tropas rusas arrebataron a Ucrania en 2014, es la base de todas las operaciones rusas en el sur de Ucrania. El broche que sostiene la ocupación de toda la región.