Elecciones

Teodoro Obiang gana las elecciones de Guinea Ecuatorial por sexta vez consecutiva con un 94,9% de los votos

El hijo del dictador más longevo del mundo ha anunciado en su cuenta de Twitter la victoria que concederá el poder a Obiang durante siete años más

El mandatario guineano Teodoro Obiang, candidato por el Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE), durante el mitin de cierre de campaña previo a las elecciones del 20 de noviembre.
El mandatario guineano Teodoro Obiang, candidato por el Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE), durante el mitin de cierre de campaña previo a las elecciones del 20 de noviembre.Juan Carlos Peñas LopezAgencia EFE

Teodoro Nguema Obiang, hijo de Teodoro Obiang Nguema y vicepresidente de Guinea Ecuatorial, anunció el sábado por la noche en Twitter la victoria de su padre en las elecciones celebradas este 20 de noviembre. Según los últimos datos ofrecidos, el Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE) se habría alzado con la victoria sumando el 94,9% de los votos y reuniendo bajo su poder todos los asientos del Congreso y del Senado.

Teodoro Nguema, también conocido como Teodorín, escribió en su cuenta de Twitter tras el anuncio de la victoria que “¡seguimos demostrando ser un Gran Partido Político!”, a la que se congratulaba por el éxito de la campaña electoral. Añadió que se había “demostrando con hechos que el PDGE es la garantía para el presente y futuro de Guinea Ecuatorial”. Así se anunció que Teodoro (padre) sería líder de la pequeña nación africana durante siete años más, que se sumarán a los 43 años que lleva en el poder desde que derrocó a su tío mediante el famoso golpe de Estado ejecutado en 1979. Pese sus 80 años, Obiang no parece interesado en ceder a generaciones más jóvenes el Gobierno de la nación.

Sin oposición

Los máximos opositores del PDGE han acusado a Obiang de concertar “un fraude masivo” y plagado de “irregularidades”. Andrés Esono, líder de la Convergencia para la Democracia Social llegó a calificar este fraude como “peor que las otras veces” y chocó con el informe emitido por los observadores de la Unión Africana, que señalaban que los comicios siguieron “todas las normas internacionales” sin que se hayan detectado “irregularidades tangibles”.

Apenas hay diferencias entre estos resultados y los obtenidos en comicios anteriores, donde el proceso electoral ecuatoguineano no pasa de una burda pantomima destinada a fingir una legitimización del poder. En las elecciones celebradas en 2017, Obiang ganó con un 92% de los votos, que le permitieron hacerse con todos los escaños del Congreso y todos los asientos del Senado menos uno; las elecciones de 2009 le reportaron un 95% de los votos pese a las críticas emitidas por la comunidad internacional a causa de la prohibición de medios extranjeros y observadores que garantizaran la legalidad del proceso; consiguió un 97% de los apoyos en 2002; otro 97% en 1996.... Por el contrario, todos los partidos de la oposición que han ido enfrentándose a Obiang durante las últimas décadas han terminado de todas las formas posibles y por haber. Unos, como Severo Moto (fundador del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial), terminaron exiliados en España y juzgados in absentia por el régimen de Obiang. Otros, como Gabriel Nsé (fundador del partido Ciudadanos por la Innovación), fueron arrestados en sus domicilios de Malabo sin que les diera siquiera tiempo para ponerse la ropa.

Corrupción y acusaciones

Lejos de mejorar la situación del país (especialmente después de que se descubrieran enormes reservas de hidrocarburos en su territorio, los cuales podrían haber mejorado notablemente la situación de Guinea Ecuatorial), Obiang y su séquito han amasado enormes fortunas personales a costa del empobrecimiento de la población y la concesión de contratos para crear una infraestructura inútil. En 2022, revista Forbes estimó la fortuna del Presidente ecuatoguineano en 600 millones de dólares, mientras su hijo consiguió acaparar toda la polémica cuando fue juzgado en un tribunal francés en 2020 y declarado culpable de malversación de fondos. Entre los artículos que compró con el dinero malversado entraban un yate, un Rolls Royce blindado y un guante de Michael Jackson cubierto con rubíes.

Extorsiones, nepotismo, delitos económicos, purgas políticas, elecciones amañadas... podrían señalar que el dictador más longevo del mundo podría ser el gobernante más corrupto de África, si tenemos en cuenta que le lleva una delantera de varias décadas al resto de sus coetáneos. Acusaciones todas que niegan desde el séquito de Obiang, culpando en su lugar a los elementos más básicos que puedan encontrarse, a saber: España, la antigua potencia colonizadora a la que acusan un proceso electoral sí y al otro también de “interferir” en el “proceso democrático” de Guinea Ecuatorial. Un discurso que se repite un año tras otro, ya que, según Teodorín, “nadie es ciego para no darse cuenta de que España quiere hacer injerencia en los asuntos internos de Guinea Ecuatorial”. Sólo en estas elecciones acusaron a Francia, España y Estados Unidos de interferir en el proceso electoral, al atender los embajadores de los tres países a un mitin organizado por uno de los partidos de la oposición. Es una acusación que se repite a lo largo de los años sin que los resultados electorales muestren ningún tipo de prueba sobre la injerencia extranjera en Guinea Ecuatorial (¿Qué injerencia dicen, si siempre ganan con más del 90% de los votos?), aunque, como se sabe, cualquier dictador necesita crear fantasmas con los que asustar a la población y encerrarla en sí misma.

Nada nuevo bajo el sol en Malabo. Teodoro Obiang ha vuelto a ganar las elecciones y los órganos del Estado aseguran que la población estalla de la felicidad después de conocer los resultados. Sólo podría dudarse de la alegría que sientan los presos, los exiliados y los asesinados por el dictador más longevo del mundo.