EEUU

Biden y Macron escenifican su alianza frente a Putin

Los mandatarios dejan a un lado sus discrepancias ante los retos que suponen Rusia y China. El presidente demócrata, dispuesto a cambiar la ley que dañaría a Europa ante la petición del francés

El presidente Joe Biden habla junto a su homólogo francés, Emmanuel Macron, en la Casa Blanca
El presidente Joe Biden habla junto a su homólogo francés, Emmanuel Macron, en la Casa BlancaSusan WalshAgencia AP

Si hubo algunas diferencias entre Joe Biden y Emmanuel Macron en el pasado, sin lugar a dudas quedaron totalmente resueltas en el viaje oficial de esta semana en Washington. La primera visita de Estado de Brigitte y Emmanuel Macron bajo la actual Administración, pero también la primera organizada por el presidente Biden desde que tomó posesión del cargo. «EE UU no puede aspirar a tener un mejor aliado que Francia», recalcó el mandatario demócrata ante su homólogo francés. Biden compartió su satisfacción por tener la oportunidad de reforzar el acercamiento con su aliado y «amigo», al que demostró incontables muestras de afecto, tal y como destacó desde la conferencia de prensa conjunta ofrecida tras la reunión bilateral privada en el Despacho Oval.

El presidente de EE UU y la primera dama recibieron al matrimonio presidencial francés en la Casa Blanca con todos los honores, resaltando durante sus primeras palabras la lucha de ambas naciones por la «libertad, la igualdad y la fraternidad», se arrancó incluso a pronunciar en francés Biden.

La bandera de Francia ondea sin descanso desde hace varios días en diversas localizaciones estratégicas de la capital estadounidense. No solo en los lugares más turísticos de Washington, sino también en los más emblemáticos.

Con esta primera visita oficial de su mandato, el presidente estadounidense deja clara su preferencia de liderazgo europeo. Nadie antes que Macron había sido invitado por Biden a una Cena de Estado. Estados Unidos y Francia son viejos aliados y esta visita oficial, «esta ocasión especial», como describían Biden y Macron en un comunicado conjunto, «reafirma una relación fundada en más de dos siglos de amistad, asociación económica, cooperación en defensa y seguridad, y compromiso compartido con los principios, valores e instituciones democráticos».

Ambos aliados también quisieron recordar que «Francia es el aliado más antiguo de EE UU y, si bien nuestra relación tiene sus raíces en la historia, está orientada directamente hacia el futuro». Relación bilateral con ideas y prioridades de Gobierno parecidas, pero sobre todo con un «mutuo interés» en mantener una «visión compartida para fortalecer la seguridad y aumentar la prosperidad en todo el mundo, combatir el cambio climático, desarrollar una mayor resiliencia a sus efectos y promover los valores democráticos».

Sobre la mesa de la reunión a puerta cerrada entre ambos mandatarios, llevada a cabo en el ala oeste de la Casa Blanca, en el Despacho Oval del presidente de EE UU, la guerra de Rusia en Ucrania fue «el primer tema de discusión», tal y como había adelantado Macron junto a Biden. Queremos construir una «paz sostenible», añadió, asegurando que la intención de ambos líderes es «tener una estrecha coordinación entre nosotros» y «arreglar las consecuencias directas e indirectas de la guerra en nuestras economías y nuestra gente».

Macron se ha mostrado abierto, por lo que ha sido durante criticado en Europa, a liderar una reunión presencial con el presidente ruso, Vladimir Putin, asegurando que la guerra de Ucrania solo puede culminar en una mesa de negociación. El presidente demócrata, que fue preguntado por esa posibilidad durante la rueda de prensa, confirmó que no hablará con Putin sin consultar con los aliados de la OTAN y sin que su homólogo ruso muestre voluntad de poner fin a la guerra. «Mientras tanto, creo que es absolutamente decisivo, tal y como ha dicho Macron, que apoyemos a la población ucraniana». El presidente estadounidense recalcó que Putin ha errado en todos sus cálculos efectuados hasta ahora y al pensar que «iba a ser recibido con los brazos abiertos» por las partes rusoparlantes de Ucrania. En esa misma línea, los dos líderes mundiales enfatizaron su «convicción compartida de que EE UU y sus aliados y socios europeos pueden enfrentar mejor nuestros mayores desafíos y capitalizar juntos nuestras oportunidades más prometedoras».

«Los presidentes reconocen la importancia de una defensa europea más fuerte y más capaz que contribuya positivamente a la seguridad transatlántica y global y que sea complementaria e interoperable con la OTAN», indicaron en su comunicado conjunto.

Además de Ucrania y la Alianza Atlántica, tanto Biden como Macron han expresado su preocupación por el «desafío de China al orden internacional», especialmente por el incumplimiento de Derechos Humanos, a la par que han condenado los recientes misiles lanzados por Corea del Norte.

También ayer, el presidente Biden se mostró dispuesto a cambiar la Ley de Reducción de la Inflación para evitar que perjudique a las empresas del sector verde de Europa, en respuesta a las peticiones formuladas durante su encuentro con Macron. «Hay cambios que se pueden hacer», afirmó Biden.

La última visita de los Macron a la capital estadounidense se produjo bajo el mandato de Donald Trump en 2018. Aunque por aquel entonces la expectativa mediática del encuentro entre ambos líderes y sus esposas fue mucho mayor. Cuanto años después, sin embargo, el presidente francés quiso adelantar su entusiasmo por «celebrar la amistad entre nuestros dos países», destacando este encuentro como un «momento para progresar juntos en tiempos de grandes desafíos».

Una cena de parejas con sabor español
Brigitte y Emmanuel Macron eran recibidos por Jill y Joe Biden la noche anterior al comienzo de los actos oficiales, antes de la ceremonia de bienvenida de la Casa Blanca, ante quienes mostraron una complicidad palpable entre ambos líderes políticos. La noche previa a la Cena de Estado, las dos parejas presidenciales pasaron una agradable velada cenando juntos en el clásico barrio de Georgetown, frente al río Potomac en el popular restaurante Fiola Mare, regentado por una española. «Me encanta que hayan elegido Fiola Mare de nuevo como un lugar entrañable donde poder disfrutar y conversar antes de su Cena de Estado, que es un ámbito más formal», valoró a LA RAZÓN María Font Trabocchi, la española que alimenta a la élite estadounidense en los restaurantes más exclusivos de la capital. «Es siempre un honor recibir al presidente de EE UU y, esta vez, un doble honor al recibir también al presidente de Francia y a las primeras damas».