Invasión

El Ejército de Ucrania puede crear un batallón con los tanques T-62 capturados a Rusia

Tras la retirada de las tropas rusas, decenas de carros de combate de este modelo, rescatados por Moscú de la época soviética, fueron abandonados

Un T-62 de la era soviética
Un T-62 de la era soviéticaLa RazónLa Razón

La invasión de Ucrania ha puesto en evidencia las debilidades militares de la Rusia de Putin y lo sobrevaloradas que estaban sus fuerzas armadas. Así, a pesar de sus en principio inagotables recursos, los combates han mermado sus reservas armamentísticas. Según Kiev, Moscú ha perdido en los nueve meses de guerra 2.900 carros blindados, además de 5.800 blindados, 1900 piezas de artillerías, 395 sistemas de lanzamiento de misiles, 280 aviones de combate, 261 helicópteros o 1.562 drones. Muchos de estos tanques están siendo destruidos gracias a los misiles portátiles antitanque Javelin y antiaéreos Stinger, que están causando estragos.

El inusitado ritmo de destrucción es tal que el Kremlin se ha visto obligado a comprar en el extranjero, como los drones iraníes, o ha llevado a movilizar viejos tanques soviéticos que permanecían aparcados en los hangares desde hace años. Una de esas piezas desempolvadas en los últimos días es el carro de combate T-62, un tanque obsoleto que pesa 41 toneladas y que tiene un cañón de 115 milímetros, una ametralladora coaxial de 7,62 x 54 mm y una ametralladora de 12,7 mm en la parte superior de la torreta, y blindaje de acero. Fabricado en la URSS entre 1961 hasta 1975, fue el tanque soviético más importante hasta que entró en servicio el T-72 en el año 1969. En el año 2010, el renacido T-62 fue retirado de los arsenales del Ejército ruso ante el auge de modelos mucho más modernos como el T-90.

Pero no solo los rescata, sino que además ha decidido modernizar y mejorar 800 de ellos en la planta de reparación de blindados 103, subsidiaria del conglomerado estatal ruso Uralvagonzavod: se modernizarán con nuevas ópticas térmicas y de visión nocturna y armaduras adicionales y otras características defensivas, particularmente para ayudar a protegerlos contra misiles guiados antitanque como el Javelin.

Los T-62 que las fuerzas rusas han estado usando en Ucrania parecen ser una mezcla de variantes T-62M, fácilmente reconocibles por la armadura de aplicación pasiva adicional en sus torretas, y versiones T-62MV con Kontakt-1 ERA (armadura reactiva explosiva). Algunos también han recibido una armadura adicional en forma de jaula en la parte superior de la torreta que brinda escasa protección adicional contra misiles antitanque y otras armas antiblindaje. Este tipo de jaula también se ha podido ver en otro tanques rusos más modernos que operan en Ucrania.

Según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos “Military Balance”, Rusia tenía antes de la guerra 2.800 tanques y otros 13.000 vehículos blindados (vehículos de reconocimiento y de combate de infantería) en activo. Además, tenía otros 10.000 tanques y 8.500 vehículos blindados almacenados, aparcados en los hangares. Sin embargo, si hemos de creer a la inteligencia ucraniana, solo uno de cada diez tanques rusos almacenados estaba en condiciones de ser usado; el resto se han quedado obsoletos y requieren una revisión para su puesta en funcionamiento. El historiador Chris Owen ha explicado que las malas condiciones de conservación en lugares poco adecuados así como la dureza del clima y el paso del tiempo han inutilizado muchos de estos modelos.

A todo esto se une un factor añadido, y es la pérdida de parte de ese material militar abandonado por las tropas rusas en su huida tras la ofensiva ucraniana que arrancó en septiembre y que ha recuperado amplias extensiones de territorio.

Cuando comenzó la ofensiva ucraniana, las brigadas del sur comenzaron a recoger viejos T-62 por docenas y ahora, como no podía ser de otro modo, comienzan a aparecer nuevamente en la línea del frente, en el lado ucraniano. Con el material capturado, según fuentes militares de código abierto, el ejército ucraniano tendría la posibilidad de crear un batallón de tanques con las diferentes versiones capturadas al ejército ruso, incluido el T-62M y versiones T-62MV debido a las fuertes pérdidas de tanques en los combates en Ucrania. No está claro dónde han sido desplegados estos carros o qué unidades los están utilizando, pero podrían ser unos 42 en total.

Los viejos tanques rusos comenzaron a llegar al frente este verano, donde fortalecieron a los batallones rusos que intentaban mantener el óblast de Jersón en el sur de Ucrania. No hay evidencia de que los T-62 desempeñaran un papel significativo en la lucha. De hecho, hay evidencias claras de que sus cuatro tripulantes abandonaron los carros a la primera oportunidad que tuvieron, razón por la que tantos han podido ser capturados intactos.

Las tripulaciones que rescatan tanques en buen estado dicen más sobre el fracaso del liderazgo ruso en el campo de batalla que sobre los tanques mismos. Podría decirse que los ucranianos bien dirigidos están en una mejor posición para usar los T-62 que los rusos.

El principal problemas de este modelo de carro es que su cañón dispara proyectiles de 115 milímetros, distinto del de 125 milímetros que utiliza el resto de modelos que operan en las fuerzas armadas ucranianas, excepto los 28 M-55S mejorados entregados a Kiev por Eslovenia, que tienen un cañón principal de 105 mm. Y es que, aunque Ucrania operó carros T-62 de la época soviética, es poco probable que aún queden existencias de municiones de 105 mm para que puedan operar con normalidad y durante un periodo de tiempo prolongado.

El carro lleva un total de 40 proyectiles de 115 mm con dos cartuchos listos guardados en la torreta, un cartucho a los pies del artillero, uno a los pies del cargador, 16 en la parte delantera del tanque a la derecha del conductor y 20 en la parte trasera del compartimiento de combate. En lo que se refiere a protección, el T-62M cuenta con armadura adicional montada en la placa del glacis y alrededor de la parte delantera de la torreta. Se coloca blindaje adicional debajo de la parte delantera del casco y se proporciona un marco de acero entre el piso y el techo del compartimiento del conductor para ayudar a absorber el impacto de una mina que explota debajo del vehículo.

El T-62MV es una versión mejorada del T-62M que está equipado con el sistema de misiles guiados por láser Sheksna y el sistema de comunicación R-173. Mantiene el mismo armamento que el T-62M. El tanque está motorizado con un motor Diesel V-55U que desarrolla 620 hp a 2000 rpm. La protección del T-62MV se ha reforzado con la adición de ERA (Armadura reactiva explosiva) montada en la parte delantera y los lados del casco, así como alrededor de la torreta.