Accidente

Un fallo desconocido en un bombardero nuclear B-2 Spirit acaba en incendio tras un aterrizaje de emergencia

El incidente tuvo lugar en la base Whiteman de la Fuerza Aérea, donde tiene su base la flota del bombardero furtivo más cara de la historia

Un Northrop B-2 Spirit en el Museo Nacional de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos
Un Northrop B-2 Spirit en el Museo Nacional de las Fuerzas Aéreas de los Estados UnidosUS Air ForceUS Air Force

La Fuerza Aérea de Estados Unidos ha sufrido un inesperado incidente con uno de sus bombarderos más icónicos. Un B-2A Spirit tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia que acabó con un incendio en la aeronave sin producir daños humanos. El incidente tuvo lugar en la base militar de Whiteman, en Missouri, donde tiene su sede la flota de bombarderos B-2 estadounidense.

La noticia comenzó a circular este fin de semana por las redes sociales y finalmente ha sido confirmada por el medio TheWarZone con una declaración del 509 Bomb Wing de la Air Force, que en una respuesta escrita dice lo siguiente: “Un B-2 Spirit de la Fuerza Aérea de EEUU experimentó un problema en su funcionamiento en un vuelo durante las operaciones de rutina y resultó dañado en la pista de la Base de la Fuerza Aérea Whiteman después de completar con éxito un aterrizaje de emergencia. No hubo daños personales. Hubo un incendio vinculado al avión después de aterrizar, y el departamento de bomberos de la base pudo extinguirlo. El incidente está bajo investigación”.

 

Diseñado para no ser detectado por los radares, el bombardero B-2 es el avión militar más caro del mundo, con un coste de 2.200 millones de dólares por unidad. El Spirit fue construido por Northrop Grumman, el mismo fabricante que elB-21 Raider presentado hace solo una semana en California. Con una autonomía de 11.000 kilómetros, el B-2 realizó su primer vuelo en 1989 y comenzó a estar operativo a finales de la década de los noventa. En este tiempo ha entrado en acción en varios conflictos, como los de Kosovo, Afganistán, Irak y en Libia, en 2017, contra un campamento del Estado Islámico.

En un principio, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos planeó comprar hasta 132 unidades, pero debido al colapso de la Unión Soviética y al fin de la Guerra Fría, además del alto coste de producción, el Congreso de EEUU rebajó la cifra a tan solo 21 aeronaves. Sin embargo, actualmente solo quedan 20 después de la pérdida de un bombardero en un accidente en la Base de la Fuerza Aérea Andersen en Guam en 2008.

Un bombardero B-2 Spirit tras un aterrizaje de emergencia en 2021
Un bombardero B-2 Spirit tras un aterrizaje de emergencia en 2021USAFUSAF

El B-2 Spirit se creó con el objetivo de ser un avión bombardero subsónico y con una capacidad para transportar 18.000 kilos de armamento, incluidas armas convencionales y nucleares. Sin embargo, el gran avance del Spirit fue capacidad de sigilo que hizo de él un avión casi “invisible”.

No es la primera vez que un B-2 Spirit sufre un percance de este tipo. TheWarZone recuerda que en 2021 el ala izquierda de uno de estos bombarderos quedó clavada en tierra después de salirse de la pista durante un aterrizaje de emergencia, si bien pudo ser reparado en las plantas de Palmdale, en California.

El informe de la investigación determinó que el accidente de 2021 se debió al colapso del engranaje debido a resortes viejos. El posterior arrastre del ala izquierda del bombardero por la pista causó daños con un coste inicial estimado de reparación de al menos 10 millones de dólares.

El primer accidente del B-2 tuvo lugar en 2008 y estuvo provocado por la humedad, que afectó a los sensores del avión. Según los resultados de la investigación, el Spirit levantó el morro súbitamente al despegar, lo que hizo que se desequilibrase en la pista. El agua alteró la lectura de tres de los 24 sensores del avión antes de despegar. Los datos erróneos provocaron que la velocidad y la altitud estuviesen mal, algo que no arreglaron ni los pilotos ni el personal de la base porque actuaron como “si todos los sistemas funcionasen correctamente”. Los pilotos tuvieron tiempo para utilizar el asiento eyectable, por lo que no sufrieron ninguna herida de consideración.

Los bombarderos “Stealth” operan desde la base Whiteman de la Fuerza Aérea en Missouri, pero realizan operaciones en Guam desde 2004, junto a los bombarderos B-1 y B-52 de forma rotatoria, parar reforzar la presencia de seguridad.