Cumbre de Bruselas

Los Veintisiete aprueban su noveno paquete de sanciones contra Rusia

La UE desbloquea el paquete de ayuda a Ucrania de 18.000 millones de euros

Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete se han reunido este jueves en la capital comunitaria en una cumbre atípica, de tan solo un día, y con un clima enrarecido debido al descubrimiento del “Qatargate”, un escándalo en principio circunscrito al Parlamento Europeo, pero del que se desconoce su onda expansiva y sus consecuencias para la reputación de las instituciones en su conjunto.

La última cumbre del año ha abordado prácticamente todos los asuntos que están pendientes sobre la mesa, pero ha dejado muchos flecos pendientes. Entre ellos, la necesidad de abordar la crisis energética debido a la guerra en Ucrania. Este pasado martes, los ministros de Energía de los Veintisiete fueron incapaces de cerrar un acuerdo para poner un límite al precio del gas y el debate continúa. Se esperaba que los jefes de Estado y de Gobierno consiguieran desatascar al menos en parte el dosier, pero el texto de conclusiones se limita a meter prisa a los ministros para que el próximo lunes lleguen a un acuerdo en el próximo Consejo de Energía.

En el año 2023, se espera que el Ejecutivo comunitario presente un propuesta que no se limite tan solo a mecanismos temporales para amortiguar la subida de los precios, sino que también aborde una reforma en profundidad del modelo de fijación de tarifas en las subastas mayoristas. Una demanda del Gobierno de Pedro Sánchez y de otros países del sur de la UE desde hace meses y a la que la Comisión Europea había hecho oídos sordos hasta que la realidad ha acabado imponiéndose.

Esta cumbre ha servido también para que los países europeos analicen la respuesta a la denominada Inflation Reduction Act, la legislación estadounidense para luchar contra el alza de precios y que supone un serio varapalo para las empresas europeas, ya que reduce las subvenciones al coche eléctrico a aquellos fabricados en EE UU.

Bruselas quiere evitar la guerra comercial que puede no beneficiar a nadie y está perfilando una respuesta que incluye desde una reforma de las ayudas de Estado (subvenciones públicas) hasta un fondo específico para financiar de manera conjunta la política industrial europea y la posibilidad de que EE UU y UE actúen de manera conjunta para el aprovisionamiento de materias primas, como modo también de hacer frente a la China. Los líderes europeos han encargado a la Comisión Europea que presente un paquete de medidas en este sentido en enero de 2023, además de una estrategia para incrementar la competitividad europea.

Entre los acuerdos, en cambio, destaca la luz verde al noveno paquete de sanciones contra Rusia tras la invasión de Ucrania, que incluye la prohibición de exportar drones a Moscú y a terceros países comoIránpara evitar que le proporcione armas de origen europeo con los que bombardear ciudades ucranianas.

El nuevo paquete incluye la posibilidad de pagar a individuos o empresas previamente sancionadas para permitir el transporte de trigo y fertilizantes a terceros países afectados por el impacto de la guerra en la escasez y el aumento del precio de los alimentos.

La UE sancionó también a 144 individuos y 48 empresas rusas que se suman a los más de 1.200 personas -entre ellas el presidente ruso, Vladimir Putin y el ministro de Exteriores, Serguei Lavrov- y más de un centenar de entidades.

Como era de esperar en el último Consejo del año, los Veintisiete se han comprometido a seguir prestando su apoyo a Ucrania. Su presidente Volodimir Zelenzki ha vuelto a intervenir de manera telemática. Como buena noticia, la UE ha desbloqueado el paquete de 18.000 millones de euros en créditos blandos que se desembolsarán a partir del año que viene y que los ucranianos tendrá 35 años para devolver. En el último momento, Polonia amenazaba con bloquear el acuerdo como queja por la puesta en marcha de un impuesto de sociedades mínimo 15%. Finalmente, Varsovia ha levantado su veto en los dos asuntos.

Además, los Veintisiete han acordado dar el estatus de candidato para entrar en la UE a Bosnia-Herzegovina. La guerra en Ucrania está haciendo que los Veintisiete se replanteen la relación con sus vecinos, como modo también de alejarles de los tentáculos de China y Rusia. Aunque nada asegura que proceso de adhesión de los países de los Balcanes Occidentales vaya a acelerarse, la UE pretende que siga vivo. En la cumbre celebrada en Tirana (Albania) el pasado 9 de diciembre la UE ofreció a estos países más dinero para la energía y la rebaja de las tarifas de “roaming”.