Guerra
Rusia golpea Kramatorsk en “venganza” por el ataque de Makiivka
En el ataque ucraniano de Makiivka murieron, al menos 89 reclutas rusos, en Año Nuevo
Moscú afirmó el domingo que su Ejército llevó a cabo un “ataque de represalia” en la ciudad de Kramatrosk, en el este de Ucrania, para vengar la muerte de 89 soldados rusos abatidos en Makiivka.
“Más de 600 militares ucranianos murieron” como consecuencia de un ataque contra tropas de Kyiv estacionadas en dos edificios de Kramatorsk, indicó el ministerio ruso de Defensa en un comunicado. AFP no pudo verificar inmediatamente la información.
La artillería rusa lanzó un “ataque masivo con misiles” contra dos dormitorios de dicha ciudad tras recibir información fidedigna sobre su lugar de emplazamiento, explicó el general Igor Konashenkov, portavoz de Defensa ruso, en un comunicado recogido por la agencia EFE.
Según la fuente, en ambos barracones se encontraban más de 1.300 soldados, de los que más de 600 perecieron bajo las bombas rusas.
El general ruso calificó el bombardeo de “operación de venganza” por el ataque ucraniano perpetrado a la medianoche del 31 de diciembre al 1 de enero contra una unidad militar rusa en la ciudad de Makiivka, también en Donetsk.
Según reconoció el Ejército ruso, 89 soldados murieron en el bombardeo efectuado con lanzaderas de misiles HIMARS después de que Kyiv localizara supuestamente a dichos militares debido al uso masivo de teléfonos móviles para felicitar a sus familiares. Ucrania estima que la cifra de bajas es mucho mayor: al menos 400 militares fallecidos.
Las baterías antiaéreas interceptaron dos misiles, pero cuatro alcanzaron el edificio, cuyo techo se derrumbó sobre los soldados.
Moscú prometió tomar medidas “para evitar semejantes sucesos trágicos en el futuro” y aseguró que castigaría a los culpables, ya que, además de militares profesionales, entre las víctimas había reservistas reclutados en el marco de la movilización parcial.
A su vez, Konashenkov insistió en su parte vespertino que Moscú respetó el alto el fuego unilateral de 36 horas ordenado por el presidente ruso, Vladimir Putin, y que expiró la pasada medianoche.
El general subrayó que las tropas rusas únicamente respondieron a los ataques enemigos, aunque tanto Kyiv como EEUU aseguran que Moscú prosiguió sus acciones militares en varias partes del frente.
Una vez concluida la tregua navideña, añadió Konashenkov, el Ejército ruso atacó las posiciones ucranianas en las regiones de Donetsk, Lugansk y Járkiv.
En las últimas 24 horas las tropas rusas habrían derribado cinco aviones ucranianos: dos Su-25, un Su-27, un Su-24 y un MiG-29.
Además, el portavoz ha asegurado que, en las últimas horas, más de 80 militares ucranianos han muerto en el territorio de la república de Lugansk y la región de Járkiv, entre ellos 40 miembros de “los grupos de reconocimiento y sabotaje ucranianos”.
El Gobierno ucraniano todavía no ha respondido sobre esta información.
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