Francia

Polémica vuelta a la política del exprotegido de Mélenchon condenado por violencia machista

Adrien Quatennen, sentenciado a cuatro meses por abofetear a su mujer, retoma su escaños en la Asamblea Nacional en medio de las críticas de la derecha y la izquierda francesas

El líder de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, aspira a ser el próximo primer ministro francé
El líder de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, aspira a ser el próximo primer ministro francéALEXIS SCIARD / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTOALEXIS SCIARD / ZUMA PRESS / CON

El retorno del diputado Adrien Quatennens, excoordinador de La Francia Insumisa (LFI, el partido de izquierda fundado por Jean-Luc Mélenchon), a su trabajo en la Asamblea Nacional, menos de dos meses después de haber sido condenado por violencia machista, causó hoy una fuerte controversia en la política gala.

Quatennens ocupó de nuevo su asiento en la comisión de Asuntos Exteriores de la cámara baja, a pesar de encontrarse suspendido por cuatro meses de las filas de su bloque a consecuencia de la condena que recibió por haber dado una bofetada a su esposa, de la que se está divorciando.

“Ejerzo mi trabajo de parlamentario, aplico y respeto la decisión tomada por mi grupo político”, dijo a la prensa a la salida de la comisión.

Quatennens, considerado en su día como una gran promesa de la izquierda francesa, regresó, por tanto, como diputado no adscrito, y su vuelta causó un fuerte revuelo y críticas a izquierda y derecha.

“Esta vuelta no tiene nada de natural, nada de banal, nada de normal”, afirmó hoy Aurore Bergé, jefa de filas del bloque parlamentario gubernamental Renaissance (Renacimiento), en declaraciones a la prensa respecto a la vuelta de Quatennens a su trabajo en la comisión de Asuntos Exteriores de la cámara baja.

Bergé fue más allá y afirmó que su grupo presentará una proposición para declarar “inelegibles” como representantes parlamentarios a todos aquellos que hayan sido condenados por cargos de violencia conyugal o intrafamiliar.

Más contenido se mostró el portavoz del Gobierno, Oliver Véran, que rechazó hacer comentarios en nombre del Ejecutivo alegando que la vuelta de Quatennens es una “decisión personal”, si bien consideró que el diputado izquierdista “podría haber dimitido” cuando fue condenado para preservar su “legitimidad” ante sus electores”.

Desde la ultraderecha, Marine Le Pen denunció la “hipocresía” de LFI y aseguró que Quatennens debería dimitir y, si acaso, presentarse a una reelección.

“Como Partido Comunista”, señaló por su parte el diputado y líder del PCF Fabien Roussel, socio de LFI en la coalición Nupes, “no aceptaríamos que a un candidato condenado por violencia conyugal se siente en el seno de nuestros grupos”.

A pesar de reconocer un punto de “divergencia” con LFI respecto a su apoyo a Quatennens, Roussel precisó también que “nadie puede impedir” que ocupe su sitio como diputado no adscrito.

Quatennens, de 32 años, fue condenado en diciembre a cuatro meses de prisión exentos de cumplimiento por violencia machista.

El incidente, divulgado en septiembre pasado, forzó su dimisión como coordinador de LFI y su grupo parlamentario le suspendió por un periodo igual a su condena.