Sáhara

“La fractura del Polisario está servida”, según el MSP

Hach Ahmed subraya que la lucha por el poder entre dos miembros de la “vieja guardia” marca un antes y un después

CAMPAMENTO DE REFUGIADOS DE DAJLA (ARGELIA), 20/01/2023.- El dirigente Bachir Mustafa, de 73 años, uno de los fundadores del Frente Polisiario, disputa el liderazgo del Frente Polisario al actual secretario general, Brahim Gali, en las elecciones que se celebran este viernes en Argelia. EFE/ Mahfud Mohamed Lamin Bechri
CAMPAMENTO DE REFUGIADOS DE DAJLA (ARGELIA), 20/01/2023.- El dirigente Bachir Mustafa, de 73 años, uno de los fundadores del Frente Polisiario, disputa el liderazgo del Frente Polisario al actual secretario general, Brahim Gali, en las elecciones que se celebran este viernes en Argelia. EFE/ Mahfud Mohamed Lamin BechriMahfud Mohamed Lamin BechriAgencia EFE

“El XVI congreso del Polisario ha permitido la salida a la luz pública, por primera vez, de hechos y señales inequívocas de una crisis interna muy profunda”, según ha manifestado a LA RAZÓN Hach Ahmed, secretario general del Movimiento Saharaui por la Paz (MSP). “La fractura del movimiento está servida”.

“Sin embargo, no creo que vaya a significar una apertura o cambios políticos sustanciales en el seno del movimiento que data de la guerra fría, ni en su rumbo”, agrega.

“Lo que se ha observado hasta ahora es una pugna, sin precedente, por el liderazgo protagonizada por representantes de la “vieja guardia” que se culpan mutuamente de ser los causantes del deterioro y la falta de progresión, pero ambos coinciden en el mismo discurso belicista, los mismos métodos de gestión, la dependencia del tribalismo y del apoyo del aliado argelino”, subraya.

“Lo novedoso esta vez es que se ha roto el consenso en la dirección política y se han alterado los mecanismos convencionales para la gestión de los congresos. Nunca antes se han presentado dos candidatos a la secretaria general, ni se ha cuestionado la figura del candidato único”.

Esta “anomalía” altero el guion, pero no el resultado final previsto como es la reelección del secretario general. Eso sí, puso en evidencia la crisis por la que atraviesa el viejo movimiento debido a su incapacidad para renovarse y adaptarse a los nuevos tiempos. Es significativo que el dirigente “rebelde” Bachir Sayed haya hecho suyas las reivindicaciones en cuanto a una mayor apertura formuladas por la disidencia externa y justifique su conducta por la necesidad de que se ejerza más “democracia interna” pero, evidentemente, sin renunciar al “modelo norcoreano” en cuya construcción participo más que nadie. Ciertamente, habrá un antes y un después y la fractura está servida”.