Rearme

Berlín da luz verde al envío de 14 Leopard: los tanques alemanes se enfrentarán a los rusos en Ucrania una vez más

El canciller Olaf Scholz ha cedido a las presiones internacionales tras pedir a Biden que EEUU envíe los tanques Abrams

Olaf Scholz confirmó este miércoles ante el Bundestag lo que desveló la prensa alemana un día antes y lo que el propio canciller había comunicado a primera hora de la mañana a través de una nota de prensa: Alemania enviará carros de combate Leopard 2 a Ucrania. Para una parte de la sociedad alemana y tal y como se pudo leer en muchos titulares de prensa, la decisión llega tarde.

Poco después de su comparecencia ante el Parlamento, el informativo “Tagesschau” de la televisión pública alemana aseguró que Scholz, a pesar de que ahora pueda jactarse de no estar solo en su decisión y de haber creado incluso una coalición internacional de tanques de batalla, perdió no solo un tiempo valioso sino una gran oportunidad.

Tiempo en lo que se refiere a la lucha defensiva que está llevando a cabo Ucrania desde hace meses y en lo que respecta a la oportunidad perdida, el canciller ha dejado pasar la posibilidad de formar una alianza europea con los 13 países que tienen el Leopard y, de este forma, no solo hubiera ayudado a los ucranianos, sino hubiera apuntalado su liderazgo y, por tanto, hubiera complacido al gobierno de los Estados Unidos que durante años ha esperado a que Alemania tome la delantera en su faceta militar.

No obstante, Scholz enfatizó repetidamente en el pasado y en su discurso ante el Bundestag que no se dejará llevar por el ruido de fondo o por los titulares. “En todo lo que hacemos, siempre debemos dejar claro que hacemos lo necesario y lo posible para apoyar a Ucrania, al mismo tiempo que debemos impedir que el conflicto escale a una guerra entre Rusia y la OTAN”, aseguró un cauto Scholz ante la cámara baja del Parlamento alemán.Sin embargo, la larga espera tiene su precio y las críticas desde sus vecinos del este no tardaron en llegar.

Polonia llegó a describir la vacilación del canciller como una actitud “inaceptable” y amenazó con poner en marcha una pequeña coalición de países de Europa del este para suministrar tanques sin la aprobación alemana. Críticas que también llegaron desde el socio transatlántico y ante la insistencia del líder germano para que Estados Unidos hiciera lo mismo, y de forma paralela, con sus tanques “Abrams”, un modelo más basto que los Leopard y del que, según apunta la prensa alemana, hubiera prescindido de forma gustosa el presidente estadounidense, Joe Biden.

Asimismo, los socios verdes y liberales de la coalición alemana no bajaron el tono en las últimas semanas y en ningún momento comprendieron las dudas del canciller. El ambiente se volvió incluso áspero y la imagen del ejecutivo se resintió. Para acallar estas críticas, Scholz volvió a insistir en que la decisión la tomó de forma cautelosa y sin dejarse llevar. “No hay certeza matemática” de que este envío tenga el resultado que se pretende, aseguró el canciller, que valoró que se trata de una decisión “adecuada”. “Confíen en mí y en el Gobierno”, pidió antes los parlamentarios, insistiendo en que “no se ha dejado arrastrar” por los acontecimientos o por las presiones aunque ahora sus socios de gobierno respiran aliviados, al igual que muchos países europeos.

Con todo, el canciller dibujó unas líneas rojas y dejó claro que no habrá participación directa de soldados de la OTAN en la guerra en Ucrania y que el despliegue de tropas terrestres está fuera de toda discusión. “Todos pueden confiar en eso”, enfatizó Scholz, refiriéndose a las preocupaciones de muchas personas en Alemania que comparten la incertidumbre de verse arrastrados a la guerra. De hecho, y según una encuesta para la ARD, solo un 46% de los encuestados está a favor de la entrega de los tanques.

Poco después del discurso, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski agradeció la decisión de Berlín y volvió a pronunciar una frase que dijo el canciller minutos antes: “Alemania siempre responderá cuando se trate de apoyar a Ucrania”. También el embajador de Ucrania en Alemania, Oleksiy Makeiev, aplaudió la formación de una “gran coalición de carros de combate” de cara a la entrega de este tipo de armamento a Kiev. “Estos tanques nos ayudarán a repeler la ofensiva rusa y a liberar nuestros territorios ocupados por Rusia y a la población”, manifestó.

Alemania enviará dentro de los tres próximos meses una compañía compuesta por 14 tanques Leopard 2 a Ucrania, provenientes de las existencias de la Bundeswehr, el ejército federal. En un segundo paso, y según el ministro de Defensa, Boris Pistorius, se formará un segundo batallón a partir de tanques Leopard más antiguos. El paquete incluye además “capacitación, logística, municiones y mantenimiento de los equipos”. El entrenamiento de los militares ucranianos comenzará en unos días. Según el Ministerio alemán de Defensa, solo se necesita un breve tiempo para la capacitación de forma que, para fines del trimestre, Ucrania debería poder hacer uso de ellos.

Asimismo, se espera que Estados Unidos proporcione a Ucrania unos 30 tanques de su modelo Abrams. Sin embargo y según el periódico “Washington Post”, podrían pasar meses antes de que los Abrams entren en acción. Según este periódico, es poco probable que los vehículos lleguen a Ucrania en primavera, cuando se espera la ofensiva rusa o una contraofensiva de Ucrania para recuperar las áreas controladas por Rusia. Estados Unidos había reiterado hasta ahora que no consideraba sensato un despliegue de Abrams por razones prácticas, ya que el tanque es demasiado costoso, requiere de una amplia capacitación, es difícil de mantener y consume mucho combustible.