Las imágenes de la brutalidad policial en la detención de Tyre Nichols: Patadas, gas pimienta y gritos desesperados llamando a su madre

Tyre Nichols tenía 29 años, un hijo de 4 y un tatuaje en el brazo con el nombre de su madre. «Eso me hizo sentir orgullosa», confiesa RowVaughn, quien asegura que su hijo «tenía un alma bonita». Al joven de raza negra, natural de Memphis (Tennessee), le encantaba fotografiar puestas de sol y montar en monopatín. Trabajaba en el servicio de envíos de FedEx a desde hacía nueve meses.

Pero todas las aspiraciones de este estadounidense terminaron la noche del 10 de enero, cuando Nichols murió en la cama del hospital donde había sido ingresado tres días antes. Una estremecedora imagen, compartida por sus familiares, muestra al joven aparentemente inconsciente, con el rostro magullado e hinchado.

«Sufrió una hemorragia extensa causada por una fuerte golpiza», según los hallazgos preliminares de la autopsia. Nichols fue detenido el 7 de enero durante un control de tráfico bajo sospecha de conducción imprudente.

Tras el fatal desenlace, los cinco agentes de la Policía de Memphis fueron expulsados del cuerpo. Ahora los responsables de su detención se enfrentarán a juicio, acusados de asesinato. Tadarrius Bean, Demetrius Haley, Emmitt Martin III, Desmond Mills Jr. y Justin Smith fueron arrestados este jueves por cargos que incluyen asesinato en segundo grado. La semana pasada, los cinco agentes que también son afroamericanos, fueron despedidos bajo la acusación de usar la fuerza excesiva durante el control de tráfico de Nichols. Las imágenes, que según las fuentes mostrarían una paliza brutal, fueron capturadas en las cámaras corporales de los policías.

El primero de los cuatro vídeos que se han hecho públicos es la grabación de la cámara corporal de la policía, que muestra la detención inicial de Tyre Nichols y se se oye a los agentes gritar órdenes -además de improperios y amenazas- a Nichols y ordenarle que salga del coche. “Ni siquiera he hecho nada”, se oye decir a Nichols.

Los agentes le tiran al suelo mientras el joven de 29 años protesta por su inocencia. Se oye a un agente amenazarle con romperle los brazos mientras le ordenan que se ponga boca abajo. Los agentes gritan repetidamente a Nichols y le exigen que se tumbe. Parece que se produce una refriega en la que Nichols se libera de los agentes y huye a pie. Los agentes utilizan spray de pimienta y al menos una pistola eléctrica en un intento infructuoso de detenerlo. No se le vuelve a ver en esta primera parte de las imágenes difundidas. El resto del vídeo muestra a los agentes utilizando agua para rociarse los ojos después de haber sido alcanzados inadvertidamente por el spray de pimienta. Al agente que lleva la cámara corporal -que es blanco y no parece ser uno de los cinco que se enfrentan a cargos- se le oye decir que espera que sus compañeros “pisoteen” a Nichols cuando lo encuentren.

El segundo es una grabación de una cámara de circuito cerrado de televisión situada en un poste y no contiene audio. Poco después de empezar, la cámara gira y muestra a varios agentes rodeando a Nichols cuando está en el suelo. Mientras dos agentes intentan sujetarlo, se ve a un tercero que se acerca a él y le da una patada en la cabeza. Momentos después, un cuarto agente -no está claro cuál- saca una porra extensible y parece golpear a Nichols varias veces. Otros parecen propinarle puñetazos. A los cinco minutos, Nichols está en el suelo y se le ve retorciéndose. En ese momento, los agentes ya no le golpean. A continuación lo llevan a un vehículo policial sin distintivos, donde lo apoyan contra la puerta.

La madre, destrozada pero con entereza, llamó también a la prudencia y pidió a todos aquellos que tengan previsto manifestarse en honor a su hijo y contra la violencia policial este fin de semana que lo hagan «pacíficamente». De lo contrario, «eso no es lo que mi hijo representa», añadió. Con todo, la madre de Nichols acusó a los policías de pegarle como si fuera «una piñata». También recomienda a las familias con hijos que no les permitan ver el vídeo.

Los abogados de la familia creen que las últimas palabras de Nichols fueron que él «solo quería irse a casa», puesto que la vivienda de su madre se encontraba a tan solo unos 100 metros de distancia. Ya no hay consuelo para ella, pero los abogados de la familia creen que la actuación judicial ayuda a evitar que pueda volver a suceder. «El hecho de que estos cinco agentes sean responsabilizados penalmente por sus acciones mortales y brutales, nos da esperanza mientras continuamos presionando para que se haga justicia», declaró Ben Crump, uno de los abogados de la familia.

«Las acciones de todos ellos resultaron en la muerte de Nichols y todos son responsables», afirmó el fiscal del distrito del condado de Sherby, Steven Mulroy. «Esto estuvo mal, esto fue criminal», denunció el investigador, una de las pocas personas que tuvo acceso a las imágenes. Acciones descritas como «un fallo de la humanidad básico» por Cerelyn Davis, jefa de la Policía de Memphis.

Los cargos presentados contra los agentes, que patrullaban las áreas con mayores índices de criminalidad de la ciudad, pusieron en marcha la investigación estatal con una inusual brevedad , acusándoles de haber usado un nivel excesivo de fuerza contra Nichols. Las autoridades también están llevan a cabo, de manera paralela, una investigación federal de derechos civiles. El jueves, los cinco policías ingresaron en la cárcel del condado de Shelby bajo fianza de entre 250.000 y 350.000 dólares. Ayer por la mañana, cuatro de ellos fueron liberados tras pagar la fianza.

La defensa de los agentes instaba al público a reservarse el juicio sobre el vídeo, asegurando que no habían visualizado todavía las imágenes grabadas por la cámara corporal. «Nadie allí afuera esa noche tenía la intención de que Nichols muriera», aseguró William Massey, abogado de Emmitt Martin III.

Pero quienes han visto las imágenes han reaccionado con dolor e indignación, por lo que aumenta la preocupación en las últimas horas ante el temor de que las manifestaciones convocadas este fin de semana como repulsa por las acciones violentas de los cinco agentes se conviertan en protestas y disturbios extendidos desde Memphis al resto del país. «En una palabra, es absolutamente espantoso», explicó David Rausch, director de la Oficina de Investigación de Tennessee. «Esto estuvo mal, esto fue criminal», añadió. Se espera que las protestas se extiendan por otros estados, tal y como sucedió tras la muerte de George Floyd.