Protestas

La violencia policial tras el asesinato de Tyre Nichols indigna a EEUU

Varias ciudades del país acogen manifestaciones de protesta en el caso del joven asesinado en Memphis a manos de cinco policías

Manifestantes sostienen pancartas frente a la comisaría de Ridgeway del Departamento de Policía de Memphis
Manifestantes sostienen pancartas frente a la comisaría de Ridgeway del Departamento de Policía de MemphisTANNEN MAURYAgencia EFE

Conmoción en Estados Unidos por la muerte de Tyre Nichols. La violencia policial excedía, una vez más, todos los límites al detener a la víctima, aparentemente indefensa, causándole lesiones de gravedad. Tres días después de su hospitalización, el joven de raza negra moría en Memphis. «¡Mamá, mamá!», se oye gritar a Tyre Nichols, tumbado en el suelo, entre el pánico y la desesperación.

El vídeo difundido públicamente por la Policía de Tennessee este viernes muestra con claridad, desde varios ángulos, cómo los cinco ex oficiales golpean con saña, porra en mano, a la víctima, propinándole fuertes patadas, electrocutándole con un láser y vertiéndole spray de pimienta en los ojos. Indefenso, confundido, Nichols les preguntó qué había hecho mal, mientras aclamaba con angustia a su madre, que vive apenas a unos metros de distancia del lugar de la detención. Una supuesta sanción de tráfico por conducción temeraria se convertía, el pasado 7 de enero, en su sentencia de muerte.

Aunque la brutalidad de las imágenes dejan a un lado el racismo, por ser la víctima de raza negra, y lo potencian hacia el sistema policial estadounidense, al ser todos y cada uno de los cinco agresores, acusados ahora de asesinato en segundo grado, también afroamericanos.

«Ha sido la cultura policial de América, su impunidad, la que ha asesinado a Tyre», lamentaba uno de los abogados de la familia. «no veremos este tipo de vídeos en los que las víctimas sean blancas», añadía Ben Crump.

Una herida, la del racismo, todavía abierta en el país donde las cifras no dejan lugar a dudas: la comunidad afroamericana es la más afectada por este tipo de agresiones. Un tercio de las víctimas mortales a manos de las fuerzas del orden son estadounidenses de raza negra.

Las muertes por el uso de la fuerza letal por parte de la Policía suponen la sexta causa de muerte entre varones de 25 a 29 años en Estados Unidos. País en el que mueren cada año más de 1.000 personas a manos de la Policía. Solo en 2018, más de 85.000 ciudadanos sufrieron heridas en intervenciones de las fuerzas públicas. Y, entre ellas, las personas de color representan entre el 40 y el 50% de los años de vida perdidos debido a una intervención de las autoridades.

«El problema persistente de la mala conducta policial y el uso excesivo de la fuerza en Estados Unidos debe terminar ahora», reaccionó Joe Biden, adelantando que ha pedido al Congreso «actuar con urgencia» para «aprobar la Ley George Floyd de Justicia Policial».

El presidente estadounidense confesaba sentirse «indignado y profundamente dolido al ver el horrible vídeo de la paliza». En un simbólico gesto de apoyo, Biden llamó a los familiares de Nichols para trasladarle su empatía y condolencias. «Una vez más, Estados Unidos lamenta la vida de un hijo y padre brutalmente truncados a manos de quieres juraron proteger y servir», lamentó el líder demócrata a través de un comunicado emitido por la Casa Blanca.

Las bajas temperaturas de ciudades como Chicago, Filadelfia, Washington o Nueva York no han impedido que en las últimas horas miles de personas salgan a las calles como repulsa por la brutal agresión policial contra Tyre Nichols. Las imágenes de su violenta detención daban este viernes la vuelta al mundo, provocando una ola de dolor e indignación extendida de manera paralela por diversas ciudades del país.

En la capital estadounidense, decenas de manifestantes, en su mayoría jóvenes, se concentraron frente a la residencia presidencial con pancartas pidiendo «Justicia para Tyre Nichols», exigiendo el «fin al terror policial» y escribiendo la petición en grandes carteles de «encarcelar a los policías asesinos».

Las protestas, por ahora pacíficas, se han producido sin descanso desde que el viernes se dieran a conocer las estremecedoras imágenes de la agresión, y tienen previsto prolongarse durante todo el fin de semana. Desde Memphis, hasta extenderse a otras ciudades de otros estados del país, tal y como sucediera en 2020 tras la muerte de George Floyd en Mineápolis.

Las autoridades piden calma, ante el temor a que las multitudinarias manifestaciones escalen la tensión y se conviertan en disturbios empañados con más violencia por todo el país. Pero las protestas pacíficas, por ahora y a pesar de la indignación de gran parte de la sociedad estadounidense, transforman el dolor en esperanza, alzando la voz para exigir cambios necesarios en el sistema.

Incógnitas por despejar

Y es que, ante la brutalidad de las imágenes de la muerte de Tyre Nichols, la población pide acciones inmediatas. En una decisión inusual por su pronta respuesta, los cinco oficiales eran expulsados del cuerpo policial y acusados formalmente de asesinato esta semana.

Aunque todavía hay muchas incógnitas en el aire, que tratan de identificar dónde se produce exactamente la falla del sistema policial. Desde la fase más precoz de entrenamiento de futuros agentes del orden público, hasta los protocolos más exigentes de actuación dentro del cuerpo. Donde, por ejemplo, está prohibido durante las sanciones de tráfico obligar al conductor a bajar del vehículo, especialmente a la fuerza y sin amenazada previa, como deja en evidencia el vídeo de la detención de Nichols.

Las imágenes también han puesto de manifiesto la falta de sensibilidad de otras autoridades locales implicadas en la detención del joven de Memphis, presentes en el lugar de los hechos. Otros agentes de la Policía y miembros del cuerpo de bomberos que, lejos de socorrer a la víctima, vieron la agresión con sus propios ojos y, sin embargo, no intervinieron.