Escándalo

El FBI registra otra casa de Biden tras el hallazgo de documentos clasificados

Los investigadores no hallan nuevos papeles “top secret” en esta tercera redada

La saga de los papeles de Biden continúa. Los principales medios estadounidenses alertaban este miércoles de un nuevo registro por parte de los agentes del FBI en busca de documentos clasificados en otra vivienda del actual presidente de Estados Unidos, tercera ubicación relacionada con el líder demócrata en las últimas semanas.

Primero fue su oficina, Penn Biden Center para la Diplomacia y el Compromiso Global, despacho privado situados a pocas calles de la Casa Blanca que Joe Biden utilizó desde que culminó su vicepresidencia bajo el segundo mandato de Barack Obama y hasta que se convirtió en el candidato presidencial del Partido Demócrata en 2020. Después, en segundo lugar, fue la vivienda principal de los Biden en Wilmington, Delaware. Y ahora una tercera ubicación repite y prolonga los registros entre las pertenencias de Joe Biden de su casa de la playa en Rehoboth Beach, situada también en el estado de Delaware.

El abogado personal del presidente confirmó, poco después de filtrase la noticia, que el FBI estaba realizando una nueva búsqueda en la casa donde la familia Biden pasa las vacaciones, con la finalidad de identificar posibles documentos clasificados adicionales a los hallados entre sus posesiones en las otras dos ubicaciones.

“Hoy, con el pleno apoyo y cooperación del presidente, el Departamento de Justicia está realizando una búsqueda planificada de su casa en Rehoboth, Delaware”, confirmó Bob Bauer a través de un comunicado. “Según los procedimientos estándar, en aras de la seguridad e integridad operativas, buscó hacer este trabajo sin previo aviso público y acordamos cooperar”, añadió el abogado. Una búsqueda que se prolongó durante toda la jornada sin encontrar más documentos confidenciales.

La pesquisa, del mismo modo que las dos anteriores, se llevó a cabo con la cooperación directa del presidente estadounidense y su equipo legal, sin haber trascendido todavía el resultado de la búsqueda y mientras la investigación por poseer documentos clasificados sigue en curso.

Aunque Biden no es el único que está bajo la investigación del Departamento de Justicia por el hallazgo de documentos clasificados. El primero en someterse al registro del FBI en su mansión de Mar-a-Lago fue el ex presidente Donald Trump, por haberse llevado registros de alto secreto de la Casa Blanca.

Pocos meses después, los abogados de Biden encontraron documentos clasificados al desalojar la oficina que había ocupado hasta 2020, alertando a las autoridades sobre el hallazgo. Alarma que también encendió el equipo legal del ex vicepresidente de Trump, Mike Pence, al identificar hace dos semanas documentos confidenciales marcados como clasificados en su residencia de Indiana.

Mientras muchos se preguntan ahora si los tres casos son tan solo la punta del iceberg de una saga que salpicará a otros mandatarios, los recientes hallazgos a manos de la cúpula política del país demuestran la falta de sensibilidad con el tema. La imprudencia de almacenar y retener incorrectamente este material ha obligado al Departamento de Justicia a designar al fiscal general Robert Hur para liderar la investigación de los papeles de Biden, que podría sentar precedentes. La ley obliga a devolver el material clasificado a los Archivos Nacionales, encargados de registrarlos y almacenarnos para la posteridad.

La acción de este miércoles es la más reciente de una serie de revelaciones de que el actual presidente guardó, de manera ilegal, entre sus pertenencias, documentación confidencial de su etapa de vicepresidente de Barack Obama (2009-2017).

Los asesores de Biden en la Casa Blanca y sus abogados personales han mantenido un estratégico silencio que ha incomodado a los propios demócratas, desde que tuvieran constancia del primer hallazgo de documentos clasificados el 2 de noviembre de 2020 y decidieran mantenerlo en secreto durante 68 días, hasta que el escándalo de los papeles se filtró a la prensa. Larga espera que también se prolongó durante la segunda pesquisa en a residencia de los Biden en Wilmington, haciéndose público el hallazgo de documentos adicionales sólo unos días después.

Biden prometía entonces “cooperar completamente” al explicar que siguió a rajatabla las instrucciones de sus abogados, convencido de que “no encontrarán nada más allí”, mientras los republicanos aprovecharon la situación a su favor para criticar el comportamiento del líder demócrata y restarle importancia a la investigación puesta en marcha, por el mismo asunto, contra Trump el verano pasado. El magnate, que al contrario de Biden se resistió al registro del FBI, criticó el doble rasero de las autoridades por ofrecer al actual presidente un trato distinto.

Pero las críticas de los republicanos no han podido extenderse con Biden, después de que hace unos días el exvicepresidente Mike Pence anunciara también del hallazgo de estos documentos de este tipo almacenados en su propiedad privada.

Todos los implicados en la saga de los papeles y sus respectivos equipos de abogados tratarán de demostrar que el mal manejo de los documentos clasificados responde a un error involuntario ante la necesidad de que diversas personas, cercanas a los cargos públicos, tengan acceso a almacenar el material sin conocer su contenido exacto.