Al Qaeda anuncia una ofensiva para expulsar a Wagner del Sahel

Al Qaeda se ha propuesto, como uno de sus objetivos principales, expulsar a los mercenarios rusos del Sahel Africano, en especial de Mali, según ha anunciado el jefe de su franquicia en la zona (el Jnim),Iyad Aghali. En un vídeo divulgado a través de sus redes sociales, anunció que lo más importante para su grupo era “eliminar a las fuerzas invasoras rusas y expulsarlas de Malí”, dentro de la estrategia de “derrocar al gobierno títere de Bamako apoyado por Rusia”.

Tal y como publicó LA RAZÓN, anunció “la paz interina con el resto de los movimientos Azawad” y el comienzo de la aplicación de la Sharia (interpretación más rigorista del Islam) en el norte de Malí” con la aprobación de dichas tribus.

La creciente presencia de los mercenarios de Wagner en el Sahel, de forma simultánea a la progresiva retirada de las tropas internacionales dedicadas a la lucha contra el yihadismo en la zona, es contemplada con gran preocupación por expertos antiterroristas consultados por este periódico.

Si logran consolidar esa presencia –subrayan-- Moscú, que mantiene la guerra en Ucrania, frente norte, podría contar un un flanco sur, como elemento desestabilizador de Europa.

A título de hipótesis, ¿qué ocurriría si esos mercenarios, una vez asentados en la zona, pudieran hacer la “vista gorda” a la salida de células de los grupos terroristas con destino a Europa, donde cometerían atentados de gran magnitud”, se preguntan.

Con la retirada de las tropas occidentales, se entrega a Putin una baza importante dentro de un objetivo general de desestabilizar a los que considera sus enemigos en Europa y cimentar sus ansias expansionistas.

Por todo ello, recomiendan que se reconsideren las decisiones ya adoptadas de retirada de las citadas tropas y se afiance la lucha contra las bandas yihadistas antes de que sea demasiado tarde, logren establecer una “zona de confort” en “las tres fronteras” (Mali, Níger y Burkina Faso) y extiendan sus actividades hasta el Golfo de Guinea.

“Confiar esta misión a los mercenarios de Wagner, que dependen de las órdenes de Putin, es un gravísimo error, por más que los terroristas, como hacían con las tropas occidentales, atenten contra ellos. Llegado el momento, las cosas pueden cambiar y acordarse pactos secretos con los referidos objetivos de desestabilización de Europa”, concluyeron.