Diplomacia

Acuerdo de paz Armenia-Azerbaiyán: muchas oportunidades económicas y algunos recelos

La firma de la tregua en la Casa Blanca ante Donald Trump ha sido recibida con satisfacción en Occidente pero con recelos en Irán

El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, ha afirmado este sábado que el acuerdo suscrito con el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, en Estados Unidos permitirá abrir conexiones ferroviarias con Rusia e Irán en el marco del desbloqueo del sistema de transporte en la región del Cáucaso sur.

"Si bien existe la interpretación de que este acuerdo crea problemas para los intereses de Rusia o Irán, veámoslo desde otra perspectiva: quizás este proyecto pueda convertirse en una buena oportunidad para la cooperación económica entre Irán y Estados Unidos", ha dicho en declaraciones a la prensa desde Washington.

El primer ministro armenio ha defendido así que la carretera que conectará Armenia con Azerbaiyán a través del exclave Najicheván --denominada en virtud del acuerdo 'Ruta Trump para la paz'-- no socavará los intereses de Rusia e Irán, sino que podría ser una importante oportunidad de inversión.

"Quizás Rusia esté interesada en invertir en la restauración del ferrocarril Ijevan-Hrazdan, así como del ferrocarril Ijevan-Kazajistán. Por supuesto esto también requerirá el consentimiento de Azerbaiyán", ha explicado, según ha recogido la agencia Armenpress.

El acuerdo, firmado al margen del presidente ruso, Vladimir Putin, llega después de que Aliyev y Pashinián se reunieran a principios de julio en la capital de Emiratos Árabes Unidos (EAU), Doha, para abordar el proceso de paz y la "agenda de normalización" de las relaciones bilaterales. El pasado mes de marzo las partes ya acordaron la versión final del texto para el texto de paz, informa Europa Press.

Irán dio la bienvenida al acuerdo de paz entre Armenia y Azerbaiyán, pero advirtió contra la intervención extranjera en la región, en especial en sus fronteras.

“La República Islámica de Irán acoge con satisfacción la finalización de un acuerdo de paz entre los dos países, considerándolo un paso importante hacia la consecución de una paz duradera en la región”, indicó el Ministerio de Exteriores en un comunicado.

Al mismo tiempo, Teherán expresó “su preocupación por las consecuencias negativas de cualquier forma de intervención extranjera, especialmente cerca de sus fronteras, que pueda socavar la seguridad y la estabilidad duradera de la región”, en una aparente referencia a Washington, que auspició el acuerdo, informa Efe.

La República Islámica sostuvo que el establecimiento de vías de comunicación contribuirá a la estabilidad, la seguridad y el desarrollo económico de la región pero solo si “se llevan a cabo en un marco de beneficio mutuo, respeto de la soberanía nacional y la integridad territorial, y sin injerencias extranjeras”.

Así, Teherán se mostró dispuesto a continuar la cooperación con la República de Azerbaiyán y la República de Armenia, países con los que comparte fronteras, para preservar la paz, la estabilidad y el desarrollo económico en la región a través de iniciativas bilaterales y regionales.

Irán ha subrayado en numerosas ocasiones que no aceptaría cambios de las fronteras de Armenia y Azerbaiyán, país con el que ha mantenido tensas relaciones por la proximidad de Bakú a Tel Aviv, aunque han mejorado en los últimos dos años.

Los líderes de Armenia y Azerbaiyán firmaron este viernes en la Casa Blanca un acuerdo que establece una hoja de ruta para poner fin a casi cuatro décadas de enfrentamientos en el Cáucaso Sur.

“Armenia y Azerbaiyán se comprometen a cesar los combates de forma definitiva, abrir el comercio, permitir los viajes, restablecer relaciones diplomáticas y respetar la soberanía y la integridad territorial mutua», declaró el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acompañado por el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, y el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, momentos antes de firmar el acuerdo

El secretario general del Consejo de Europa, Alain Berset, aplaudió este sábado el acuerdo de paz. "Es un hito histórico hacia una paz duradera en el Cáucaso Meridional, una región cuya estabilidad es vital para la prosperidad y la seguridad de todos sus pueblos, incluida Georgia", señaló Berset en un comunicado.

Al tiempo, ofreció la colaboración del organismo que dirige "en esta nueva etapa de su historia común".

Berset indicó que ha trabajado duro en el acercamiento entre ambos países y alentó a sus líderes a "superar décadas de desconfianza, disputas territoriales y desafíos humanitarios", lo que "exige compromisos difíciles pero necesarios".

"Animamos a ambos países a hacer todo lo posible por seguir avanzando hacia la paz no solo para reconstruir la confianza, la conectividad y la infraestructura, sino también para fortalecer activamente nuestros valores fundamentales: la democracia, los derechos humanos y el Estado de derecho", agregó.

En ese sentido, consideró importante que de cumplan de forma "plena y efectiva de las sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos".

"Una paz justa y sostenible se medirá por la resiliencia de las instituciones, la vitalidad de las libertades cívicas y el bienestar de todos los ciudadanos. El Consejo de Europa seguirá esforzándose por contribuir a dicho resultado", concluyó.

Por su parte, el ministro británico de Asuntos Exteriores, David Lammy, celebró este sábado los "valientes pasos hacia la paz" dados por Armenia y Azerbaiyán.

Lammy, que mantuvo este viernes una reunión bilateral con el vicepresidente estadounidense, J.D. Vance, en su residencia de campo de Chevening House (sur de Londres), señaló que le había comunicado al 'número dos' de Trump que "el Reino Unido está dispuesto a apoyar la paz en el Cáucaso Sur, siempre que ambas partes cumplan con sus compromisos".

"Armenia y Azerbaiyán se comprometen a cesar los combates de forma definitiva, abrir el comercio, permitir los viajes, restablecer relaciones diplomáticas y respetar la soberanía y la integridad territorial mutua", declaró este viernes Trump en Washington, acompañado por el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, y el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, momentos antes de firmar el acuerdo.