Conferencia de Múnich

EE UU acusa a Rusia de "crímenes contra la humanidad" en Ucrania

El G-7 anuncia nuevas sanciones contra los países que brinden apoyo militar a Rusiai en la guerra

Mientras Occidente seguía debatiendo este sábado la cantidad y las fechas de entrega de los tanques, las tropas ucranianas volvieron a luchar cerca de Bajmut con antiguos cañones y rifles soviéticos. La discusión no deslució, no obstante, la segunda jornada de la Conferencia de Seguridad de Múnich, que se saldó con un mensaje de unidad contra Vladimir Putin y con una advertencia directa al Kremlin. «No tenemos duda alguna de que Ucrania ganará la guerra. Los ucranianos luchan por su país y su futuro, los rusos no», aseguró el secretario de Estado, Antony Blinken.

Falta, eso sí, decidir el cómo. Cuando se le preguntó qué tres cosas necesita Ucrania con mayor urgencia, Dmytro Kuleba, ministro de Exteriores uccraniano, aseguró que «municiones, artillería y tanques». A su lado, su homólogo alemana, Annalena Baerbock, señaló que el apoyo a Ucrania se basa en el orden de paz europeo, la Carta de la ONU y el derecho internacional humanitario. Kuleba reafirmó la demanda de su Gobierno de recibir bombas de racimo, cuyo uso está prohibido por el derecho internacional.

Minutos después, la vicepresidenta de EE UU, Kamala Harris, reiteró el apoyo de su país a Ucrania y dejó claro que Putin había fracasado en su intento de dividir a Occidente. «Estados Unidos conoce la importancia de la independencia», dijo Harris, que recordó la situación hace un año, cuando Washington advirtió precisamente del ataque ruso. «Un año después lo sabemos: Kyiv sigue en pie, Rusia está debilitada y la alianza transatlántica es más fuerte que nunca».

Harris denunció desde Múnich que el Ejército ruso cometió crímenes contra la humanidad durante su invasión en Ucrania. «Hemos examinado la evidencia, conocemos los estándares legales y no hay duda: estos son crímenes de lesa humanidad», aseguró. «Los responsables rendirán cuentas» y, entre otras cosas, se refirió a las atrocidades en Bucha.

La determinación oficial, que se produjo al final de un análisis legal y fáctico dirigido por el Departamento de Estado, no tiene consecuencias inmediatas para la guerra, aunque se espera que Washington pueda aislar aún más a Putin y agilizar los esfuerzos legales para hacer que los miembros de su régimen rindan cuentas ante los tribunales internacionales.

Además, la vicepresidenta añadió que la Casa Blanca tiene un «interés estratégico significativo» en contrarrestar el ataque ruso porque la guerra tiene implicaciones globales. «Ningún país está seguro cuando un país puede violar la integridad territorial de otro y si Putin tiene éxito con este ataque, otros países podrían animarse a seguir este ejemplo».

Pekín aprovechó la cita para presentar una iniciativa de paz para Ucrania, tal y como anunció su principal diplomático y exministro de Exteriores, Wang Yi. Un comentario que llamó la atención de los presentes y en el que, por primera vez, el país asiático se refirió al conflicto de Ucrania como una guerra. «Nos mantendremos firmes del lado de la paz y el diálogo», añadió Wang. «Hay que darle una oportunidad a la paz». Muchos líderes de la UE siguen desconfiando de las intenciones de Pekín. Baerbock descartó cualquier transferencia de territorio a Rusia. «Sin una retirada completa de todas las tropas rusas, no hay posibilidad de que termine la guerra», advirtió la jefa de la diplomacia alemana.

En una reunión paralela celebrada en Múnich, los ministros de Exteriores de G-7 anunciaron sanciones más duras contra Rusia y contra los Estados que brinden apoyo material a la «guerra ilegal contra Ucrania». Los países del G-7 también reiterararon sus críticas a las amenazas nucleares del Kremlin.

"La retórica nuclear de Rusia es inaceptable y cualquier uso de armas químicas, biológicas o nucleares enfrentaría graves consecuencias", aseguró el ministro de Relaciones Exteriores de Japón, Hayashi Yoshimasa, como presidente de la reunión del G-7.

Por otro lado, y según un informe de la agencia Reuters recogido por la prensa alemana, Polonia estaría lista para entregar aviones de combate MiG a Ucrania. Según la información, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, hizo un requisito previo a la formación de una coalición más amplia encabezada por Estados Unidos. “Estamos listos para ello”, dijo Morawiecki.