UE

Adhesión descafeinada de Rumanía y Bulgaria al espacio Schengen

Se levantan a patir de hoy los controles en las fronteras aéreas y marítimas, pero no las terrestres

Bulgaria y Rumanía se han unido este domingo de manera parcial al espacio sin fronteras Schengen, tras una larga espera de 13 años. Esto significa que desde ahora se levantarán los controles en las fronteras aéreas y marítimas, pero continuarán los chequeos en los puntos terrestres.

Esta entrada escalonada se debe al veto de Austria, que se ha negado a la exención completa de los controles, al considerar que estos dos países no están haciendo lo suficiente para controlar los flujos migratorios y, por lo tanto, es posible una oleada de demandantes de asilo.

Bulgaria y Rumanía entraron en la Unión Europea en 2007 y su entrada en le espacio sin fronteras europeo, aunque no sea total, tiene un alto valor simbólico, ya que supone un paso más para su integración dentro del club europeo, que se ha demorado más de lo previsto. En el año 2011, la Comisión Europea concluyó que los dos países estaban preparados para entrar en Schengen ya que cumplían los requisitos técnicos, pero las capitales europeas no pensaban lo mismo y han estado bloqueando este paso durante todos estos años.

En diciembre de 2022, los ministros de Interior de los Veintisiete dieron luz verde a la entrada dentro del espacio sin fronteras europeo a Croacia a partir del 1 de enero de 2023 y rechazaron, sin embargo, las peticiones de Rumanía y Bulgaria a pesar de que Croacia entró en el club comunitario en el año 2013, seis años después que los dos país antes citados. En ese momento, también Holanda se unió al veto de Austria. En su último discurso sobre el Estado de la Unión, ante el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo (Francia) que marca el inicio del curso político en el mes de septiembre, la propia presidenta de la Comisión Europea, Ursula von de Leyen pidió la entrada sin retrasos de estos dos países. En los pasillos comunitarios, uno de los temores era que un nuevo “no” diera alas a partidos de tinte euroescéptico en vísperas de los comicios europeos del mes de junio. “Hoy, Bulgaria y Rumanía se unen a la familia Schengen. Acojo con satisfacción el levantamiento de los controles en las fronteras aéreas y marítimas interiores. Este es un gran éxito para los pueblos de ambos países. También beneficia a millones de ciudadanos de la UE en toda Europa. Fortalecer aún más el espacio Schengen”, se ha felicitado la presidenta de la Comisión.

Antes de la entrada de Rumanía y Bulgaria, el espacio Schengen estaban formado por 27 países, de los que 23 son miembros de la Unión Europea mientras otros cuatro no pertenecen al club: Noruega, Islandia, Lietchtenstein y Suiza. Irlanda y Chipre, son los dos únicos países dentro de los Veintisiete que no pertenecen a Schengen.

Los grandes beneficiados de esta entrada parcial son los viajeros que se desplacen desde los 18 aeropuertos de Rumanía y los cuatro de Bulgaria y se espera que esa decisión ayude a dinamizar el tráfico aéreo en los dos países.

“En estos meses de 2024, los aeropuertos rumanos esperan unos 14 millones de pasajeros que viajen dentro de la zona Schengen, lo que representa el 70% del tráfico. La dinámica de crecimiento del tráfico aéreo en nuestro región significa que la cifra alcanzará 21 millones de pasajeros en 2015”, ha asegurado en un comunicado el presidente de la asociación de aeropuertos de Rumanía, David Ciceo. Ahora mismo la media de viajeros aéreos de estos dos países está por debajo de la media comunitaria. Si en la UE esta cifra es de 1,69%, en Bulgaria supone el 0,87% y en Rumanía el 0,60%.

A pesar de esto, se espera que el impacto mayor llegue con la entrada total en el espacio sin fronteras ya que ahora mismo el 39,3% del transporte por mercancías de Rumanía tiene lugar por carretera y esta cifra llega hasta el 91% en el caso de Bulgaria. Los controles fronterizos ralentizan el comercio dentro del club comunitario (lo camioneros se ven obligados a colas de hasta 7 u 8 horas), que podría crecer sustancialmente con la entrada en Schengen. Según el gobierno rumano, el país pierde hasta el 0,5% del PIB en estos controles fronterizos.

Las negociaciones sobre la entrada total de los dos países en Schengen continuarán durante los próximos meses aunque se teme que el auge de la extrema derecha en Austria en los próximos comicios legislativos que tendrán lugar en octubre no facilite el levantamiento de los controles fronterizos terrestres.