Análisis

¿Por qué ha estallado el último episodio de violencia en Libia?

Los peores combates desde hace dos años se han producido este fin de semana en la capital Trípoli

Un hombre supervisa los destrozos producidos durante los enfrentamientos en la capital de Libia, Trípoli este sábado
Un hombre supervisa los destrozos producidos durante los enfrentamientos en la capital de Libia, Trípoli este sábadoYousefAgencia AP

Libia permanece en una situación de inestabilidad por las luchas entre las dos facciones que se disputan el control del país y de los abundantes recursos naturales desde la caída del coronel Muamar Gadafi. A continuación explicamos qué ha provocado la violencia, por qué es importante y cómo pueden evolucionar las cosas en el país magrebí.

¿Cómo se desmoronó Libia?

Las líneas de fractura de Libia salieron a la luz cuando los grupos locales adoptaron diferentes posiciones en el levantamiento de 2011 respaldado por la OTAN que derrocó a Muamar Gadafi.

El intento de transición democrática se descontroló cuando los grupos armados crearon bases de poder locales y se unieron en torno a facciones políticas rivales, haciéndose con el control de los distintos activos económicos que tiene el país magrebí.

Tras una batalla por Trípoli en 2014, una facción que incluía a la mayoría de los miembros del Parlamento se desplazó hacia el Este y reconoció al general Jalifa Haftar como jefe militar, estableciendo finalmente un gobierno paralelo.

Un acuerdo respaldado por la ONU condujo a un nuevo gobierno reconocido internacionalmente en Trípoli, pero las facciones del Este rechazaron el acuerdo y el Ejército Nacional Libio (ENL) de Haftar atacó la capital en 2019.

Las facciones armadas enfrentadas que controlaban el oeste de Libia se unieron para respaldar al gobierno de Trípoli contra Haftar y repelieron su asalto en 2020 con ayuda de Turquía, lo que condujo a un alto el fuego y a un nuevo proceso de paz respaldado por la ONU.

¿Cuál ha sido el detonante de la última disputa?

El proceso de paz dio lugar a un nuevo Gobierno de Unidad Nacional bajo el mando del primer ministro Abdulhamid al Dbeibah, con el mandato de supervisar las elecciones nacionales previstas para diciembre de 2021, pero no hubo acuerdo sobre las normas para la votación y el proceso democrático se vino abajo.

En el Este de Libia, el Parlamento declaró ilegal el gobierno de Dbeibah y nombró uno nuevo bajo el mando de Fathi Bashagha. Dbeibah rechazó sus medidas, diciendo que sólo cedería el poder tras unas elecciones. Mientras tanto, las facciones del oeste de Libia que se habían unido.

Vista general de los vehículos calcinados durante los enfrentamientos de este fin de semana entre las facciones rivales en Libia
Vista general de los vehículos calcinados durante los enfrentamientos de este fin de semana entre las facciones rivales en LibiaSTRINGERAgencia EFE

¿Cuáles son las posibilidades de un acuerdo político?

La poderosa facción oriental de Haftar y el presidente del parlamento, Aguila Saleh, se ha mostrado poco dispuestos a ceder en su objetivo de destituir a Dbeibah e instalar a Bashagha. Sin embargo, dado que Bashagha parece incapaz de crear una coalición de facciones occidentales que pueda instalarlo en Trípoli, puede que tengan que replantearse este movimiento.

La continua presencia militar de Turquía en torno a Trípoli, donde mantuvo bases aéreas con aviones no tripulados después de ayudar a rechazar el asalto oriental en 2020, hace que otra ofensiva de Haftar contra la capital sea muy poco probable por ahora.

Algunos políticos han planteado la idea de otro intento de formar un nuevo gobierno de unidad que pueda ser aceptado por todas las partes, algo que Dbeibah probablemente trataría de bloquear.

Mientras tanto, la diplomacia se ha estancado y el acuerdo sobre la celebración de elecciones como solución duradera a las disputas políticas de Libia parece más lejano que nunca.

Los esfuerzos internacionales para negociar un acuerdo se han visto obstaculizados por el desacuerdo entre los países implicados y entre las facciones locales que, según muchos libios, quieren evitar las elecciones para aferrarse al poder.

Gran parte de los casi 7 millones de habitantes de Libia temen que, independientemente de cómo se desarrolle el próximo periodo de negociaciones y posicionamientos, éste sólo vaya seguido de un nuevo estallido de violencia.

¿Cómo afecta todo esto al petróleo de Libia?

El control de los ingresos de la principal exportación de Libia, su producción de petróleo de hasta 1,3 millones de barriles diarios, ha sido durante mucho tiempo el mayor premio para todas las principales facciones políticas y militares.

Los grupos ya han interrumpido repetidamente la producción como táctica para presionar al gobierno de Trípoli, donde todos los ingresos por ventas de petróleo al exterior se canalizan por el banco central a través de acuerdos internacionales.

Las fuerzas alineadas con Haftar, cuyo dominio se extiende por gran parte del territorio que incluye los principales campos petrolíferos y terminales de exportación, han sido responsables de los mayores cierres de los últimos años.

El último cierre, que redujo las exportaciones a cerca de la mitad, terminó cuando Dbeibah sustituyó al jefe de la Corporación Nacional del Petróleo por un aliado de Haftar, una medida que algunos vieron como un esfuerzo para cortejar al comandante oriental y hacer que estuviera más abierto a un acuerdo político.

Esto puede ser suficiente para detener otro cierre mientras las facciones pro-Bashagha resuelven su próximo movimiento. Pero con la maraña política de Libia tan lejos de resolverse, parece poco probable que las exportaciones de petróleo permanezcan intactas durante mucho tiempo.