Economías emergentes

Los BRICS invitan a Arabia Saudí, Emiratos, Irán, Argentina, Egipto y Etiopía

El presidente chino, Xi Jinping, asevera que la «histórica ampliación» augura un «futuro radiante» para los países integrantes del bloque de economías emergentes

Los BRICS, el bloque de economías emergentes integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, han decidido invitar a seis nuevos miembros: Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Argentina, Egipto y Etiopía. En torno a cuarenta países habían solicitado la adhesión o su deseo de hacerlo. Las economías de los BRICS, que nació en 2009 con la aspiración de constituirse en contrapeso al mundo occidental, representan casi un cuarto del PIB y un 42% de la población mundial.

Tras la «histórica» decisión, los nuevos miembros se incorporarán oficialmente a la organización a partir del 1 de enero de 2024, declaró el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa. «Con esta cumbre los BRICS inician un nuevo capítulo», aseveró el mandatario sudafricano en relación con el aldabonazo de la organización de economías emergentes.

Para el líder de la primera economía del bloque Xi Jinping, la «histórica ampliación» augura un «futuro radiante» para los países integrantes del bloque, que aspira a seguir aumentando su relevancia en la esfera planetaria. El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, presente en la cumbre, instó a las instituciones multilaterales a «reformarse para reflejar el poder y las realidades económicas actuales», pues, a su juicio, las estructuras de gobernanza global «reflejan el mundo de ayer».

Por su parte, el presidente argentino, Alberto Fernández, afirmó desde Buenos Aires que su voluntad de ingresar en los BRICS se debe a que la organización es «un referente geopolítico y financiero importante, aunque no el único, para este mundo en desarrollo», en declaraciones recogidas por la agencia AFP.

Para las autoridades de la República Islámica de Irán la adhesión a la organización es «un éxito estratégico para la política exterior» del régimen. Más prudente fueron los representantes de la monarquía saudí, cuyo ministro de Exteriores, el príncipe Faisal bin Farhan, aseguró «apreciar la invitación», aunque esperará a conocer más detalles sobre «la naturaleza de la adhesión».

Con todo, la eventual incorporación de Arabia Saudí a la organización de economías emergentes ha de interpretarse como una apuesta por reforzar el eje sino-ruso frente a Occidente en general y Estados Unidos en particular. Por su parte, los representantes del Gobierno de Etiopía aseguraron que la incorporación a los BRICS supone un «momento fuerte» para su país.

Las negociaciones que desembocaron en la decisión de ayer tuvieron lugar en la jornada del miércoles a puerta cerrada tras dos días de discusiones en Johannesburgo protagonizadas por el presidente brasileño Lula da Silva, el primer ministro indio Narendra Modi, el presidente chino Xi Jinping y el sudafricano Cyril Ramaphosa.

«Las discusiones fueron bastante intensas y se desarrollaron no sin problemas», afirmó el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, en una comparecencia ante los medios. La elección se hizo en función del «peso, la autoridad» y «la posición sobre la escena internacional» de los candidatos, añadió Lavrov en declaraciones a AFP.

Horas después del accidente aéreo en que perdió la vida en Rusia el líder del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, el presidente ruso Vladimir Putin —que no pudo viajar hasta Sudáfrica por la orden de arresto internacional que pesa en su contra— intervino en la cumbre por videoconferencia. Los Estados miembros de la organización manifestaron en la cumbre su posición «no alineada» en el conflicto ucraniano.

Lo cierto es que los BRICS contarán dentro de unos pocos meses con el mayor rival económico y geopolítico de Estados Unidos, China, la Rusia de Putin y la República Islámica de Irán, dos Estados abiertamente hostiles para Washington y Occidente, las dos petromonarquías suníes del Golfo, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, así como con el país más poblado del mundo árabe, Egipto, y un líder regional como Argentina.

Por su parte, Estados Unidos se ha adelantado en afirmar que no ve en los BRICS a futuros «rivales geopolíticos» y que desea mantener sus «sólidas relaciones» actuales con Brasil, India y Sudáfrica.

Irán y Arabia Saudí avanzan en su normalización

La previsible incorporación de Arabia Saudí e Irán a los BRICS a partir de enero del año próximo viene a sellar la reconciliación de las dos grandes potencias geopolíticas de Oriente Próximo, en un proceso que aspira a transformar la región y las relaciones de la misma con Occidente.

Líderes respectivos del mundo sunita y chiita y rivales en los mercados de los hidrocarburos, Riad y Teherán iniciaron el camino de la normalización el pasado mes de abril con el anuncio de la apertura de sus respectivas embajadas —proceso recientemente culminado— después de siete años de ruptura y enfrentamientos en conflictos bélicos por interposición a lo largo de la región.