El antecedente

Terremoto de Alhucemas 2004: Más de 600 muertos, 900 heridos y 15.000 personas sin hogar

La noche del 23 al 24 de febrero, el norte de Marruecos tembló dejando un paisaje de muerte y devastación del que tardó en recuperarse

Vecinos de la localidad marroquí de Izemuren junto a uno de los edificios derrumbado a causa de un seismo. Un fuerte terremoto de 6,3 grados en la escala abierta de Richter sacudió el 24 de febrero de 2004 el norte de Marruecos y causó la muerte de al menos 229 personas en las aldeas próximas a la ciudad de Alhucemas.
Vecinos de la localidad marroquí de Izemuren junto a uno de los edificios derrumbado a causa de un seismo. Un fuerte terremoto de 6,3 grados en la escala abierta de Richter sacudió el 24 de febrero de 2004 el norte de Marruecos y causó la muerte de al menos 229 personas en las aldeas próximas a la ciudad de Alhucemas.Khalil ShikakiAgencia EFE

La virulencia del terremoto de Marrakech no es algo desconocido para los marroquíes. En la noche del 23 al 24 de febrero de 2004, un violento seísmo de entre 6,1 y 6,3 de magnitud en la escala abierta de Richter sacudió la región de Alhucemas, en el norte de Marruecos, dejando entre 628 y 631víctimas mortales y 926 heridos. El epicentro del temblor se situó en Aït-Kamara, municipio situado a 19 kilómetros de la ciudad portuaria de Alhucemas, región predominantemente bereber a los pies de las montañas del Rif.

Ocurrió entrada la madrugada, a las 2:28 horas. "Estábamos durmiendo cuando la tierra se movió. Se oyó un ruido ensordecedor. Todo se fue al garete, tanto los edificios viejos como los nuevos", declaró entonces un vecino de Im Zouren, un pueblo casi arrasado por la catástrofe, al diario marroquí "L'Economiste". Las escenas fueron parecidas a las que se han vivido esta noche en la turística ciudad de Marrakech. Se cortó la electricidad y la gente salió a la calle, descalza y en pijama. La mayoría acudió a Sahl Makkour, una llanura donde no había muchos edificios. La tierra tembló varias veces. "Teníamos la impresión de que nos iba a tragar en cualquier momento", detalló el vecino al citado medio marroquí.

Además de Im Zouren, cinco municipios, entre ellos Aït-Kamara, el del epicentro, quedaron completamente destruidos. Se produjeron un centenar de réplicas, entre ellas dos especialmente fuertes a las 9.15 y a las 11 de mañana del día siguiente, y otra un día después. Las sacudidas agravaron la angustia de los afectados que pensaron que la tragedia no tenía fin, pero, sobre todo, complicaron la labor de los equipos de rescate.

Como suele ocurrir en estas catástrofes naturales, tras la devastación se produce una situación de emergencia sanitaria. "En el lugar, no podíamos satisfacer todas nuestras necesidades. Los médicos, las enfermeras y los farmacéuticos se movilizaron. Necesitábamos ayuda externa", explicó un médico de la zona.

El alcalde de Im Zouren lanzó un grito de socorro ante la total devastación. En la zona afectada por el devastador terremoto vivían entre 300.000 y 400.000 personas, según la agencia de noticias marroquí MAP. Se calcula que 15.000 personas se quedaron sin hogar. El Rif es una zona remota, montañosa y de difícil acceso. La geografía complicó las tareas de rescate y agravó la tragedia.

La región de Alhucemas quedó gravemente afectada tras este seísmo hasta tal punto que siete años después fue el escenario del surgimiento de un movimiento revolucionario contra "la corrupción y la tiranía". Los analistas apuntaron que el levantamiento del 20 de febrero de 2011en Alhucemas no se hubiera producido sin los estragos que siguieron al terremoto de 2004. Veremos ahora qué ocurre en Marrakech.