Crisis en Francia

Agricultores indignados cercan París

La protesta bloquea ocho vías de acceso a París para exigir al Gobierno de Attal mejores condiciones de competitividad con respecto a los productores extranjeros

Un enjambre de tractores, con mucho ruido y lleno de ira, se acerca a la capital francesa. No se atreven a llegar hasta la Torre Eiffel ni a la Plaza de La Concorde, pero sí que se paran firmes en la periferia para bloquear ocho vías de acceso a París. No hace falta más para crear el caos. Es la nueva etapa de protesta de los agricultores franceses que, indignados por las condiciones económicas en las que trabajan, denuncian a viva voz que están produciendo a pérdida.

Piden al Gobierno ayudas financieras, tarifas especiales de electricidad y combustible, una simplificación de los trámites administrativos y mejores condiciones de competitividad con respecto a los productores extranjeros. Y la determinación parece ser de hierro: los manifestantes se han instalado en medio de las carreteras que llevan a París con cocinas, camas y fuentes de electricidad. Hay comités organizadores que distribuyen comida, agua, cobijas y enseres para que la protesta sea más llevadera. También reciben donaciones de los simpatizantes de la causa.

«Estaremos aquí al menos 48 horas. Tenemos agentes de seguridad, y hasta baños portátiles. Para los que vienen de muy lejos, hay locales con duchas a disposición», asegura Alexandre Plateau, uno de los coordinadores de la protesta en Les Yvelines, a unos 50 kilómetros de París.

El primer ministro, Gabriel Attal, anunció el pasado viernes algunas medidas iniciales como la suspensión del aumento del diésel para la agricultura, ayudas financieras de emergencia y la paralización de las negociaciones para un acuerdo con el Mercosur, entre otras. Pero ninguna de estas decisiones logró calmar los ánimos. De hecho, los representantes de los sindicatos agrícolas las calificaron de «migajas» y anunciaron enseguida que trasladaban la protesta hasta París.

Gabriel Attal appointed as new French prime minister
Gabriel Attal appointed as new French prime ministerYOAN VALATAgencia EFE

La respuesta del gobierno tuvo dos caras: por un lado, el rostro amable del joven primer ministro reconociendo que sus propuestas no resolvían el malestar del campo y, por el otro, el ceño fruncido del ministro del Interior, Gérald Darmanin, que decidió sacar a miles de agentes policiales y militares a la calle para evitar el bloqueo de París y sus alrededores, incluyendo el mercado mayorista y los aeropuertos de Orly y Charles de Gaulle.

«Tomaremos una posición defensiva para la que utilizaremos 15.000 policías y gendarmes. También activaremos los vehículos blindados ya que hay tractores en la vía y tendremos helicópteros para monitorear el movimiento de los tractores hacia las grandes ciudades, incluyendo la región de París, y así poder actuar a tiempo», dijo Darmanin. Aun así, se registraron 25 puntos de bloqueo de carreteras, que movilizaron a más de 1.700 agricultores.

Productores españoles afectados

Por otra parte, la indignación francesa se ha volcado contra los agricultores españoles, vaciando sus camiones y quemando los productos de los transportistas que se acercan a territorio hostil, especialmente en el sur de Francia, alrededor de la comuna de Agen, epicentro de las protestas.

La Confederación Española de Transporte de Mercancías estima que, por cada día de manifestaciones agrícolas francesas, los productores españoles pierden 12.000 millones de euros, a razón de 600 euros diarios por cada uno de los 20.000 camiones que cruzan la frontera hacia Francia.

Por su parte, Luis Miguel Fernández, gerente de la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería, denuncia también la violencia que están viviendo: «Han incendiado varios de nuestros camiones. También nos han vaciado mercancías, nos retrasan las entregas, se nos pudren las hortalizas y nos han hecho perder mucho tiempo y dinero. Hablamos de unos 75 millones de euros por semana. Entendemos bien las razones de las protestas francesas porque tenemos los mismos problemas en España, pero esto ya es vandalismo».

France Farmers Protests
France Farmers ProtestsASSOCIATED PRESSAgencia AP

Como medida de emergencia, la oficina del primer ministro convocó a los representantes de la Federación Nacional de Sindicatos de Agricultores y del colectivo Jóvenes Agricultores, prometiendo que se anunciarán medidas sustanciales este martes.

«Hay que ir más lejos», dijo la portavoz del Gobierno, Prisca Thevenot. Y es que este martes se considera un día crucial, ya que se espera un nuevo bloqueo que hace palidecer a la administración Macron: el del mercado mayorista de Rungis, un titán de 234 hectáreas que surte a la región capital y una buena parte del país. Se estima que Rungis alimenta a 18 millones de franceses a través de casi 30.000 compradores profesionales que abastecen los restaurantes, supermercados y tiendas.

Si el grupo de tractores –que partió del sur este lunes con rumbo a la capital– logra bloquear el mercado mayorista, las consecuencias se verán pronto en las mesas francesas. Sería la imagen palpable de uno de sus lemas de protesta: «Sin agricultores no hay comida».