Guerra en Irak

La venganza del Estado Islámico en Irak

Casi cuarenta muertos y un centenar de heridos deja el atentado más letal sufrido en Bagdad desde que el Gobierno iraquí proclamó la victoria sobre la organización terrorista

Iraquíes se acercan al lugar donde se ha producido un atentado en la plaza Tayaran en Bagdad (Irak)
Iraquíes se acercan al lugar donde se ha producido un atentado en la plaza Tayaran en Bagdad (Irak)larazon

Casi cuarenta muertos y un centenar de heridos deja el atentado más letal sufrido en Bagdad desde que el Gobierno iraquí proclamó la victoria sobre la organización terrorista.

Meses sin violencia en Bagdad parecen ser un mero espejismo. A pesar de que el primer ministro iraquí, Haider Al Abadi, declaró a finales del año pasado a Irak libre de yihadistas del Estado Islámico, una serie de atentados suicidas esta semana en la capital recuerda que aún están lejos de alcanzar la estabilidad. Casi de forma simultánea dos potentes explosiones sacudieron ayer el centro de Bagdad dejando casi cuarenta muertos y más de un centenar de heridos. Las explosiones tuvieron lugar a primeras horas de la mañana en la céntrica plaza Al Tayaran (de la Aviación). Según fuentes policiales, se trató de dos terroristas suicidas que hicieron estallar su cinturón explosivo en esta área adonde acuden cada día cientos de jornaleros para ser contratados y poder llevarse unos míseros cientos de dinares para sus familias.

El primer suicida detonó las carga que llevaba encima junto a un grupo de trabajadores que se encontraba en la plaza, y poco después el segundo terrorista activó sus explosivos cuando la gente se acercó a socorrer a los heridos de la primera explosión. De nuevo, el terrorismo islamista se ceba con los musulmanes. Precisamente, la relativa calma que se vive en Bagdad en los últimos meses, después de que el EI hubiera sido derrotado en Irak, llevó al Gobierno de Haider Al Abadi a relajarse y rebajar la presencia policial en las calles. De hecho, los sendos atentados suicidas sincronizados, los terceros en lo que va de semana en la capital iraquí, podrían ser una advertencia a Al Abadi, que el domingo anunció su candidatura para las elecciones legislativas del 12 de mayo.

Aunque todavía ningún grupo ha reivindicado los mortales ataques de ayer ni los dos anteriores del fin de semana, todo apunta a células durmientes del EI. Un resurgimiento de los ataques yihadistas, después de que el Gobierno de Al Abadi cantase victoria sobre el EI, podría jugarle una mala pasada al primer ministro y costarle una derrota en las urnas. La caída de Mosul le pasó factura al ex primer ministro chií Nuri Al Maliki, y la misma suerte podría correr ahora Al Abadi si regresa a la capital una oleada de atentados suicidas. De cara a apuntalar su reelección, el primer ministro le ha abierto los brazos en gesto de indulgencia al Gobierno de la región autónoma del Kurdistán. Pendiente de aprobación por Al Abadi, Bagdad podría levantar ahora la prohibición de los vuelos internacionales a los aeropuertos del Kurdistán.