Política

El Cairo

Al Sisi toma posesión como nuevo presidente de Egipto

El exjefe del Ejército Abdelfatah al Sisi juró hoy su nuevo cargo como presidente de Egipto en una jornada festiva en la que destacó la presencia de jefes de Estado de países aliados del Golfo y la baja representación occidental.

El exjefe del Ejército Abdelfatah al Sisi juró hoy su nuevo cargo como presidente de Egipto en una jornada festiva en la que destacó la presencia de jefes de Estado de países aliados del Golfo y la baja representación occidental.

En una solemne ceremonia en la sede del Tribunal Constitucional Supremo, en El Cairo, Al Sisi asumió la presidencia en sustitución de Adli Mansur, que la ha ejercido de manera interina desde que el Ejército depusiera al islamista Mohamed Mursi en julio pasado.

"Juro por Dios guardar lealtad al régimen de la república, respetar la Constitución y la ley, proteger los intereses del pueblo en su totalidad y preservar la independencia de la patria, su unidad y la integridad de su territorio", dijo el nuevo mandatario ante los magistrados de esa corte y un grupo de invitados, incluidas su familia y personalidades políticas y religiosas.

Tras el traspaso de funciones, Mansur volverá a su anterior puesto de presidente del Constitucional, mientras se espera que el Gobierno interino de Ibrahim Mehleb haga efectiva su renuncia.

La jefatura de Estado la asume ahora Al Sisi, ganador de los comicios presidenciales del pasado mayo con un 97 % de los votos, frente al exiguo 3 % que obtuvo su único competidor, el izquierdista Hamdin Sabahi.

Vestido con traje y corbata, el anterior jefe de las Fuerzas Armadas -que abandonó en marzo la carrera militar para presentarse a las elecciones- se dirigió después al palacio presidencial de Itihadiya.

Tras una salva de cañones, allí fue recibido por Mansur, con quien firmó un documento para el traspaso del poder, un gesto inédito en Egipto que el propio Al Sisi calificó de "histórico", al tratarse de un cambio "democrático y pacífico".

En una alocución ante dignatarios, Al Sisi dijo querer iniciar una etapa en la que el país "se levante"y recupere liderazgo internacional.

También se refirió a Egipto como "el faro del islam moderado que rechaza la violencia y el terrorismo", al tiempo que apostó por una nueva realidad "que permita oportunidades para la libertad, dentro de un marco responsable y lejos del caos".

El nuevo presidente agradeció a los países árabes que han apoyado a Egipto en esta nueva fase, en especial a Arabia Saudí, que ha convocado una conferencia de donantes.

Hasta el palacio se desplazaron jefes de Estado árabes, entre ellos el emir de Kuwait, Sabah al Ahmed al Sabah; el de Baréin, Hamad bin Isa al Jalifa; el rey de Jordania, Abdalá II, y el presidente palestino, Mahmud Abás.

También acudieron el príncipe heredero de Arabia Saudí, Salman bin Abdulaziz, y el del emirato de Abu Dabi, Mohamed bin Zayed al Nahyan.

Además de varios mandatarios africanos, otros países enviaron representantes de menor rango, como fueron los presidentes de los parlamentos de Líbano, Argelia o Rusia.

En el caso de Occidente, que ha mantenido una actitud relativamente distante con las autoridades egipcias desde el derrocamiento de Mursi, Estados Unidos optó por mandar a un consejero del presidente Barack Obama y varios países europeos estuvieron representados por sus embajadores en El Cairo.

Frente a los lazos reforzados política y económicamente desde julio con Arabia Saudí, Kuwait y Emiratos, Egipto mantiene fuertes discrepancias con Catar por su respaldo a los Hermanos Musulmanes.

El emir catarí, Tamim bin Hamad al Zani, envió hoy un breve mensaje de felicitación a Al Sisi, mientras que el embajador de ese país en El Cairo, Seif al Buaynein, volvió a la capital egipcia para participar en una recepción con el cuerpo diplomático.

Más de 1.200 invitados acudieron al final de la jornada a una cena de gala en el lujoso palacio de Quba, preparado para la ocasión, donde Al Sisi dirigió un discurso a la nación.

Entonces prometió defender un régimen "civil"y lograr la seguridad en el país, al tiempo que se comprometió a proteger a todos los ciudadanos por igual.

También subrayó que mantendrá la "unidad e integridad"de Egipto e insistió en que no habrá reconciliación con quienes "emplean la violencia y dificultan el camino al futuro", en alusión indirecta a los Hermanos Musulmanes.

"No voy a permitir que haya un liderazgo en paralelo que quite al Estado su prestigio y sus competencias", agregó Al Sisi, quien dijo que respetará los tratados internacionales suscritos.

A pie de calle, los partidarios del exmariscal tomaron la emblemática plaza Tahrir entre cánticos, banderas y fuegos artificiales para dar la bienvenida a su nuevo líder, mientras persiste la fragmentación social en el país.