
Reino Unido
Alarma en el Parlamento británico: diplomáticos rusos logran infiltrarse en una de las cámaras
Desde la institución han pedido a los trabajadores no invitar a ciudadanos rusos al Parlamento

Varios diplomáticos rusos habrían logrado acceder sin permiso a una zona privada del Parlamento británico, haciendo saltar las alarmas de los funcionarios a cargo de la seguridad. En respuesta, la institución ha prohibido al personal de la cámara emitir nuevas invitaciones a ciudadanos rusos, según revela el periódico británico The Guardian.
El rotativo británico asegura que los hechos ocurrieron poco antes de Navidad, en lo que han calificado como "una importante brecha en la seguridad". Los involucrados fueron un grupo de diplomáticos rusos que, durante una de las visitas públicas organizadas para mostrar las instalaciones del Parlamento del Reino Unido, lograron infiltrarse en una zona restringida de la Cámara de los Lores.
Una vez detectados, se procedió a su expulsión
No se ha esclarecido si los diplomáticos fueron invitados por un trabajador de la institución o si simplemente contrataron un tour público. Sin embargo, una vez detectados, se procedió a su expulsión. El incidente ha generado preocupación entre el personal, y según el medio citado, los portavoces de las Cámaras de los Lores y los Comunes han advertido a sus miembros que no pueden invitar a diplomáticos rusos.
Fuentes de la Cámara especulan que el objetivo de los intrusos podría haber sido presumir del logro ante el Kremlin. Aun así, han intentado minimizar la alarma al asegurar que "fueron detectados antes de que pudieran causar algún daño".
Acusaciones cruzadas
Este no es el primer incidente que refleja la tensión entre Rusia y el Reino Unido. Las sospechas de espionaje han salpicado a diplomáticos de ambas naciones. A mediados de 2024, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia retiró la acreditación de seis diplomáticos británicos, alegando "indicios de actividad de espionaje y sabotaje". La decisión fue adoptada con base en la documentación aportada por los servicios de seguridad y "en repuesta a las numerosas acciones inamistosas de Londres", afirmó en un comunicado el Servicio Federal de Seguridad (FSB) ruso.
Tan solo unos meses después, se produjo una nueva expulsión, que afectó en esta ocasión a un diplomático británico que trabajaba en la embajada de Moscú, por los mismos motivos. El gobierno británico se pronunció sobre este incidente a través de una nota de prensa, en la que recordó que no es la primera vez que el Kremlin ha hecho acusaciones "maliciosas e infundadas" contra su personal, y prometió una respuesta "a su debido tiempo".
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