Estado Islámico
Alemania da un giro y enviará armas a los kurdos en Irak
Abandona su política pacifista y de no intervención en Oriente Medio
El Gobierno alemán está dispuesto a enviar armas a Irak para ayudar militarmente a las fuerzas de la autonomía kurda que combaten contra los yihadistas del Estado Islámico. Una decisión que supone un giro en la política exterior de Berlín y que se ejecutará «con gran moderación» y coordinada «muy de cerca» con los socios internacionales, según anunció ayer el ministro alemán de exteriores, Frank-Walter Steinmeier. Alemania quedó al margen de la operación liderada por Francia y Estados Unidos contra Gadafi en Libia en 2011 y también se descolgó del debate sobre una intervención similar contra el régimen de Asad hace un año.
Esta medida con la que Alemania se suma a la postura de otros países europeos y que muestra la preocupación de su Gobierno por la sucesión de los acontecimientos en Irak. Según círculos gubernamentales, la visita del ministro de Exteriores a este país el pasado sábado precipitó ayer la celebración de una reunión en la que además de este ministro, acudieron la titular de Defensa, Ursula von der Leyen, y la misma canciller, Angela Merkel. «Estamos dispuestos a hacer lo mismo que otros países europeos que ya anunciaron que enviarían armas, como medida para reforzar la capacidad de los kurdos para defenderse», explicó Steinmeier. Hasta ahora, Alemania había optado por el envío de ayuda humanitaria o de equipos como chalecos antibala o detectores de explosivos. Algo que, para este ministro, «es importante, pero no es suficiente», al mismo tiempo que insistió que Alemania y Europa no pueden ser «indiferentes al inimaginable sufrimiento» de los refugiados en el norte de Irak. En los próximos días, el Gobierno germano examinará qué armas pueden ser efectivas para esa lucha e incluso si es capaz de asumir la responsabilidad de su entrega. Una operación que empezó a coger forma una vez que Merkel apuntase hace unas semanas al uso de la fuerza como recurso de última instancia para la solución de este conflicto y que viene cargada de polémica.
A pesar de que el Ejecutivo de la canciller asegura que no frenar a los terroristas suníes podría desestabilizar a esa región y por tanto traer consecuencias negativas para Europa y Alemania, la medida ha sido recibida con críticas desde la bancada de la oposición. Algunos parlamentarios ya han exigido que, a pesar de la negativa del gobierno, se someta a votación este medida o en la calle, donde casi el 75% de los alemanes se posiciona contrario al envío de armas, crece el miedo de que esta postura coloque a partir de ahora a Alemania en el punto de mira de posibles atentados terroristas. Traumatizados por su pasado reciente, el nazismo, los alemanes se han refugiado en un fuerte pacifismo.
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