Injerencia rusa
Alemania, Francia y Polonia piden “investigaciones transparentes” sobre las elecciones en Georgia
Reiteran que Tiblisi debe retirar la ley sobre agentes extranjeros
Alemania, Francia y Polonia han pedido investigar las últimas elecciones celebradas en Georgia. En una declaración común publicada ayer, el presidente francés, Emmanuel Macron; el canciller alemán, Olaf Scholz; y el primer ministro polaco, Donald Tusk, aseguran estar «muy preocupados por las numerosas irregularidades y la intimidación de los electores» que se han conocido en los últimos días y que tuvieron «repercusiones negativas sobre la confianza de la opinión pública durante el proceso electoral».
Los tres dirigentes han enviado este comunicado común poco antes de que comenzase en Budapest (Hungría) la Cumbre Política Europea, un nuevo formato que aglutina a casi medio centenar de países.
El texto reclama «rápidamente investigaciones transparentes para instruir todas las denuncias y aclarar las irregularidades presentadas» y asegura que examinará el informe final de la misión final de observación. El texto preliminar se muestra crítico con estas elecciones.
La Comisión Electoral de Georgia confirmó el jueves de la semana pasada la victoria del partido oficialista en las últimas elecciones legislativas celebradas el fin de semana anterior, después de que la oposición proeuropea afirmara que el voto fue «robado» y se volvieran a escrutar el 14% de las papeletas de cerca del 12% de los colegios electorales.
La victoria del partido en el poder supone una mala noticia para Bruselas, ya que aleja al país de la adhesión al bloque comunitario. Antes del recuento, la Comisión Electoral había anunciado que Sueño Georgiano obtuvo cerca del 53,92% de los votos y la oposición un 37,78% de los sufragios. La Fiscalía abrió una investigación por «presunta falsificación» de las elecciones, pero la presidenta del país, la proeuropea Salome Zurabishvili, se ha negado a comparecer. Las autoridades rechazan una investigación internacional sobre las presuntas irregularidades y la oposición proeuropea asegura que boicoteará la formación del Parlamento.
El actual Gobierno que pertenece al partido Sueño Georgiano lleva en el poder desde el año 2012. Aunque en un principio se presentó como una fuerza política europeísta y pro OTAN en los últimos años ha virado hacia posiciones cercanas a Moscú.
El punto que parece de no retorno llegó con la «ley de agentes extranjeros» que obliga a los medios de comunicación y ONG que obtengan más del 20% del presupuesto de otros países a registrarse como «portadores de los intereses de una potencia extranjera».
La oposición del país y las instituciones europeas consideran que esta ley tiene como objetivo controlar a los medios de comunicación para cercenar la libertad de prensa y que ha sido redactada a imagen y semejanza de la normativa rusa. El Ejecutivo comunitario, acabó suspendiendo «de facto» la adhesión a la UE el pasado mes de julio. Georgia había obtenido el estatus de país candidato poco antes, en diciembre de 2023. EE UU impuso sanciones por la brutal represión desatada en el país contra los que se manifestaron contra la ley.
En su comunicado, los tres líderes europeos aseguran que si «Georgia no cambia de dirección» con la retirada de una ley «contraria a los valores y a los principios europeos» no respaldarán la apertura de negociaciones de adhesión.
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