Alemania

Alemania quitará la nacionalidad a los yihadistas condenados

De Maizière, ministro de Interior
De Maizière, ministro de Interiorlarazon

Tal y como había anunciado el día anterior, el ministro del Interior germano, Thomas de Maizière, presentó ayer un paquete de seguridad que pretende reformar algunas leyes de extranjería. En él, pide privar del pasaporte alemán a aquellos ciudadanos con doble nacionalidad que participen en actividades terroristas. Se trata de una cuestión fuertemente simbólica y controvertida, que choca con el trauma de la «desnacionalización» del pasado germano, pero que el ministro cristianodemócrata juzga necesaria para garantizar la seguridad, especialmente después de los primeros atentados yihadistas en el país. Ni siquiera Francia, el país europeo más damnificado por los ataques reivindicados por el Estado Islámico (EI), llegó a aprobar la eliminación de la nacionalidad a los terroristas.

El ministro recordó que la Ley actual germana ya contempla que personas con dos nacionalidades puedan perder la alemana si se alistan en las filas de un ejército extranjero, por lo que su propuesta sólo sería un paso más en el marco de su paquete antiterrorista. Ya son 800 alemanes los que han abandonado Alemania para combatir en Siria e Irak, de los cuales 420 se encuentran aún en territorio extranjero. De Maizière negó ayer las especulaciones que apuntaban a la total abolición de la doble nacionalidad –lo que colisionaría con tratados y acuerdos internacionales–, aunque esta proposición cobra fuerza en las filas de la Unión Cristianodemócrata (CDU).

Otro de los puntos más controvertidos de su catálogo de medidas es el que habla de flexibilizar el principio de confidencialidad médica para personas en tratamiento que presenten un peligro para la seguridad. A este respecto, el ministro puntualizó que «la decisión será tomada sólo de acuerdo con los profesionales sanitarios» y recordó que «ya hay disposiciones que permiten romper esta confidencialidad en casos concretos».

Estas medidas que proponen mano dura con los inmigrantes también incluyen expulsiones aceleradas para extranjeros criminales, penas más duras para la apología del terrorismo y mayor inversión en cámaras y agentes. «Una buena política de integración también es una buena política de seguridad», añadió.

Un argumento que no ha convencido a sus socios socialdemócratas, que aseguran que crearán dos categorías de ciudadanos. Algunos le acusan de haber lanzado estas propuestas pensando en las elecciones de 2017. Respecto a la prohibición del burka, De Maizière reconoció que será «difícil de aprobar constitucionalmente». «No podemos prohibir todo lo que nos cause rechazo», pero puntualizó que él no juzga «conveniente» usar dicha prenda en lugares públicos.